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Al-Thani. Ñito Salas
Los abandonos no cesan en el Málaga

Los abandonos no cesan en el Málaga

La salidas de profesionales se están acumulando en los últimos años en la entidad de Martiricos

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Domingo, 8 de julio 2018, 00:23

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El Málaga siempre fue un atractivo para cualquiera de sus integrantes, trabajadores y futbolistas. La ciudad y el potencial, nunca explotado al máximo, de la propia entidad enamoraban a los profesionales. Pero, al margen del descenso, este interés ha ido descendiendo en los últimos años hasta tal punto que los abandonos son ya importantes. El último, el director de comunicación, Francisco Ceballos, que ha dejado estos días su cargo.

Trabajar en el club de Martiricos, desde que el jeque Abdullah Al-Thani tomó definitivamente el mando de una forma directa, supone un sobreesfuerzo para todos los empleados, sobre todo para aquellos que tienen cierta responsabilidad. Su control directo, sus salidas de tono, su exigencias (a veces sin posibilidades de llevarlas a cabo) y su pasividad (a la hora de resolver algunos asuntos urgentes) entorpecen muchas veces el funcionamiento de la entidad.

Tras la marcha de Moayad Shatat y posteriormente el despido de Vicente Casado, el propietario y presidente del club se convirtió en el único y máximo responsable, con la colaboración de sus hijos. Desde entonces, los abandonos han ido a más, algo que no suele suceder en una sociedad de estas características, donde los profesionales suelen estar siempre muy bien pagados.

Desde las oficinas, el primero que dijo adiós en este periodo fue José María Arrabal, que antes de marcharse dejó firmado el patrocinio de Marathonbet, entre otras cosas. Abandonó su ciudad y se marchó otra vez a LaLiga. Pero en este departamento de Negocios y en el de 'marketing' hubo más bajas, la última fue la del sustituto de Arrabal, Daniel Guerrero.

Personal de confianza

Pero también dejaron la entidad personas de máxima confianza. Al margen de Shatat, que dimitió, después lo hizo Carlos Pérez, que sucedió a Carlos López como persona más cercana al propietario. Ahora muchos de estos puestos no existen o los desempeñan otros trabajadores que ya estaban. Aunque el club no tiene ya director general ni de Negocios. Sigue Roberto Cano al frente de las finanzas y Joaquín Jofre se mantiene como 'responsable de todo', pero sin ningún 'reconocimiento' por parte del club y el jeque.

Los departamentos, de esta manera, están casi todos ellos descabezados y sus trabajadores acumulan cada día más dudas, como es evidente por la 'fórmula' de gestión que está desarrollando el propietario. Comunicación se queda ahora sin Francisco Ceballos después de seis años en el club, aunque darán continuidad al trabajo emprendido el resto de componentes del departamento.

Pero, aunque parezca increíble, los abandonos no sólo afectan a las oficinas en los últimos años. Parece extraño que un entrenador o un director deportivo dimitan, pero el Málaga lo está consiguiendo en este último periodo de control directo de Al-Thani.

Juande Ramos se marchó en plena temporada sin percibir más dinero que el correspondiente al trabajo realizado hasta ese momento. Y no sólo fueron cuestiones deportivas las que llevaron al técnico a abandonar, ya que también se mezclaban cuestiones organizativas de un club que no tenía ni tampoco la tiene ahora una cabeza visible con capacidad para decidir, más allá del dueño.

Y antes que Ceballos, el anterior caso fue el de Mario Husillos. El director deportivo salió al final sin percibir ninguna indemnización, por lo que se considera claramente también una dimisión. Las injerencias del jeque en su trabajo, algo que no podía hacer, llevaron al argentino a abandonar al final. Tampoco se puede olvidar, entre otros, a Antonio Tapia, que dejó La Academia unos meses después de hacerse cargo de la misma. Son muchos los casos, y otros que pueden llegar, lo que permite pensar que los empleados no pueden desarrollar su trabajo con comodidad. Y lo peor de todo es que la mayor parte de ellos se marchan sin querer, pero prefieren otras alternativas para su futuro.

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