Borrar

CAMBIOS DECISIVOS

A lo Panenka ·

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 20 de noviembre 2017, 09:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No quedaba otra. Era vivir o morir y Míchel ni lo dudó. El riesgo de verse desnudos atrás y sufrir una humillante derrota era evidente, pero el técnico no vio otra salida. Se trataba de dejar solo a Adrián en el medio campo y, si acaso, que lo ayudara el renqueante Chory Castro. Con un bloque tan contundente enfrente, la única forma de igualar la contienda y de soñar con el triunfo era crecer desde el juego. La ambición tuvo premio. Enfrente Cristóbal metió más hormigón (Mosquera) en vez de creatividad (Cartabia). A los pocos segundos pagó sus miedos con el 2-2...

Antes se jugaba por la mañana sólo en Semana Santa. Ayer fue día de resurrecciones. Rosales y, sobre todo, Borja Bastón al fin pudieron sonreír. También Ontiveros y Juanpi se sintieron útiles con sus pases de gol. No sólo el triunfo tiene un valor extraordinario.

La sonrisa picarona de Míchel tras el gol de Rosales fue elocuente. Fue un tanto de laboratorio, basado en acumular hombres en el primer palo para dejar el segundo despejado. Otro refuerzo cara a la insistencia habitual a los jugadores de que la estrategia sí que suma.

En el gol del empate el Deportivo le mostró el camino a este Málaga plagado de extremos que la pasada temporada no sacaba réditos por la ausencia de un 'nueve' rematador y que en esta tampoco conecta con Borja Bastón. El centro de calidad de Borges (como la acción del 1-2) confirmó que el flanco izquierdo de la zaga malaguista es demasiado frágil y el remate de Lucas Pérez ratificó que Luis Hernández no está en su mejor momento.

Los centrales están ante todo para defender. Schar fue el mejor atacante del Deportivo y hasta firmó un gol en un grave descuido de Rolón. Claro que a la hora de la verdad a su equipo le pesa muchísimo más que él, precisamente él, fue quien rompió el fuera de juego en el decisivo 3-2. A estas alturas los puntos son tan cruciales para el Málaga como que los jugadores tengan la convicción de que cada partido es una final. Y este objetivo también parece conseguido.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios