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Adrián, con el balón en el entrenamiento de ayer en el Ciudad de Málaga. Fernando González
La transformación de Adrián: De delantero a 'pivote'

La transformación de Adrián: De delantero a 'pivote'

Pasa de segundo punta en el Eibar a ser el sostén de la medular malaguista

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Sábado, 28 de octubre 2017, 00:25

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«Es que está jugando de delantero», reconoció José Luis Mendilibar durante la pasada campaña para referirse a las prestaciones de Adrián . De los 28 choques ligueros en los que participó el ahora malaguista en ese curso con el Eibar, salvo en tres partió como volante ofensivo o segundo punta. Por momentos, hasta moviéndose a la par que Sergi Enrich. Sus siete goles tienen mucho que ver con que el técnico vasco le encontró el sitio que parece sacar más partido a sus puntos fuertes: el remate y la llegada por sorpresa a la zona de definición.

Luis Hernández y Adrián se recuperan

Las cosas parecen claras tras el entrenamiento de ayer. Luis Hernández y Adrián, reservados el jueves por precaución, se entrenaron con normalidad, como Roberto, Juan Carlos y hasta Cenk (con un golpe en una mano el jueves). Parece que todos estarán disponibles ante el Celta, pero no Torres (ayer otra vez al margen), Diego, Ricca, Kuzmanovic y Rolan.

Pero el Málaga se somete a otro guión. La ausencia de un medio centro defensivo contrastado ha llevado a Míchel (padre de Adrián y, por ende, difícil de discutir que es quien mejor lo conoce) ha colocarle hasta de único ‘pivote’ en el 4-1-4-1 más habitual. Fue lo que sucedió el martes en Soria en la Copa. Por delante de él, como interiores, se movieron Recio y Cecchini.

La lesión de Kuzmanovic y la falta de experiencia de Rolón obligan a Míchel a buscar fórmulas novedosas para reforzar el centro del campo

Pasan las semanas y de momento Míchel no termina de tener una solución definida para el agujero en el centro del campo. La pésima planificación hizo que el equipo partiera con un claro déficit. Ya no es sólo la marcha de Camacho, sino la ausencia de sustitutos cualitativa y cuantitativamente. El club contrató en verano a un especialista que necesita un tiempo de adaptación –Rolón no había jugado en Europa– y a otros dos que no son realmente ‘pivotes’, Kuzmanovic (de regreso) y Cecchini, otro jugador joven y que también trata de conocer el ritmo del fútbol en nuestro continente.

Las combinaciones ensayadas por Míchel han sido múltiples. El primer y único triunfo en este curso, en la pretemporada (1-0 al Villarreal) llegó con un 5-4-1, con Kuzmanovic y Adrián de medios centro, y Recio y Juanpi liberados por delante y no muy escorados a las bandas. Más tarde también se ha visto a la pareja Kuzmanovic-Recio o incluso a Rolón como único ‘pivote’ en algún choque fuera.

Un problema doble

Sin embargo, el problema es doble. Por un lado, el Málaga no termina de cerrar bien los pasillos a los rivales, lo que compromete aún más a los centrales y, por otro, hay futbolistas que juegan en puestos menos naturales. AunqueAdrián ha desarrollado buena parte de su carrera como medio centro (casi siempre al lado de otro más defensivo), su evolución lo llevó a crecer como medio punta llegador, lo que parece que le va como anillo al dedo.

Además de con Adrián, un jugador experimentado y comprometido, Míchel probó en los días previos a la salida al Camp Nou con Luis Hernández de ‘pivote’, donde el asturiano ha reconocido jugar en alguna ocasión en el pasado, pero la lesión de Torres en la víspera del partido echó por tierra todo este trabajo. Y es que otro de los problemas en la confección de la plantilla es que no hay un número amplio de centrales. Esto compromete también el deseo de jugar con cinco atrás con frecuencia, pues ahora están lesionados Diego, Ricca (posible central en una cobertura de tres) y Torres.

Cara al encuentro de mañana ante el Celta es muy probable que Míchel pueda repetir la fórmula de Adrián como sostén, aunque a estas alturas ya es difícil aventurarse a nada. Otra opción es un sistema 4-2-3-1, con la opción de juntar a Adrián y Rolón o Recio. No es un dilema baladí ante un Celta con mucho fútbol ‘entre líneas’ y habituado a disponer de porcentajes altos de posesión de balón.

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