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Una jugada del encuentro.

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Una jugada del encuentro. Efe

Más equilibrio, menos profundidad para el Málaga (1-0)

El Málaga se muestra sólido en el estreno del Wanda Metropolitano, pero apenas intimida al Atlético al mostrarse timorato en ataque

Sergio Cortés

Sábado, 16 de septiembre 2017

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El Málaga no fue un convidado de piedra en el estreno del Wanda Metropolitano, pero la fiesta acabó por ser rojiblanca. La mejoría en el aspecto defensivo fue más que evidente –el debutante Rolón, bien arropado, no desentonó–, pero como contraste la falta de profundidad es cada vez más alarmante. No es cuestión sólo de carencias, porque los temores después de tantas derrotas comienzan a hacer mella. Eso sí, Oblak salvó en el último suspiro a un Atlético que ganó con lo justo.

El Málaga no había ofrecido consistencia con Kuzmanovic, así que Míchel, ni corto ni perezoso, le dio la alternativa a Rolón pese a que todavía está en proceso de adaptación. A estas alturas el técnico tiene que buscar soluciones y, pese a que incluso Arnau admitió el miércoles que el centrocampista argentino y su compatriota Cecchini necesitan tiempo, al menos al madrileño le sirvió para retornar al sistema que considera mejor para la plantilla (4-1-4-1). El exfutbolista del Argentinos Juniors también se vio bien protegido por Recio y Adrián en un planteamiento que buscaba cerrar pasillos interiores.

La fiesta rojiblanca de los prolegómenos fue decayendo con el paso de los minutos y apenas duró el cuarto de hora inicial. El Málaga estuvo bien pertrechado, aunque bien es cierto que su repliegue debió ser intensivo. Entre Borja Bastón y el área pequeña el recorrido era interminable. Pero probablemente era la única fórmula para salir airoso frente a un rival que con la presencia de Koke, Saúl y Thomas es muy vertical cuando tiene espacios. Bien cerrado por dentro, donde consiguió cerrar a la perfección los posibles pasillos interiores –la única opción local por esa vía se demoró hasta el minuto 44, con un movimiento de Correa en la frontal–, el equipo de Míchel obligaba a su adversario a recurrir a los laterales para tener profundidad por las alas.

El Málaga tardó casi un cuarto de hora en estirarse, aunque a cambio descuidó un par de veces las apariciones de Juanfran por el costado derecho. Chory Castro, la otra sorpresa en la alineación, no siguió sus pasos y puso en aprietos a su compatriota Ricca. En ambas ocasiones Rosales apareció al quite tras bascular como se requería. Esas dos irrupciones del lateral del Atlético fueron un espejismo, porque el conjunto local apenas creó peligro en la primera mitad y poco a poco se fue acomodando en un ritmo bajo. Fue mérito del Málaga, aunque también el cuadro ‘colchonero’ pierde últimamente muchos enteros cuando viene de disputar partido de Champions. Otro detalle: el primer córner para los rojiblancos (uno de sus grandes argumentos ofensivos) se demoró hasta el minuto 36. De los pupilos de Míchel hubo pocas noticias en ataque, aunque previamente a ese saque de esquina Chory Castro falló lastimosamente en el toque decisivo en un contragolpe con tres buenas opciones de pase.

Atlético de Madrid

Oblak; Juanfran, Godín, Lucas, Filipe; Saúl, Gabi, Thomas (Carrasco, m. 46), Koke; Griezmann y Correa (Fernando Torres, m. 66).

1

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Málaga

Roberto Jiménez; Rosales, Luis Hernández, Diego González, Ricca; Rolón (Keko, m. 70), Recio; Chory Castro (Juanpi, m. 64), Adrián, Mula (Diego Rolán, m. 85); y Borja Bastón.

  • gol. 1-0, m. 60: Griezmann remata un centro de Correa.

  • árbitro. Sánchez Martínez (C. Murciano). Amonestó a los locales Carrasco (m. 64) y Juanfran (m. 76) y al visitante Recio (m. 92).

  • incidencias. Partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 63.114 espectadores. El Rey Felipe VI presidió el primer encuentro de la historia del nuevo estadio del Atlético de Madrid.

Simeone entendió que al Atlético le faltaba chispa y metió a Carrasco. Pero al mismo tiempo reestructuró el corazón del equipo para que Saúl pudiera sorprender con su llegada desde atrás. También se observó que Koke y Correa se alternaban en la derecha. El objetivo del argentino fue ganar presencia en las bandas ante la dificultad que suponía encontrar huecos por dentro.

Este carrusel de variantes puso inicialmente en aprietos al Málaga, arrinconado tras dos acciones del extremo belga y un disparo durísimo de Saúl al que respondió como pudo Roberto. Pero la suerte sonrió al técnico local, que para entonces ya hacía aspavientos a la grada para que intensificara su presión. Precisamente cuando Fernando Torres estaba en la banda para suplir a Correa llegó la acción clave, un quiebro de este a Ricca en posición de extremo y un centro para que Griezmann culminara como le gusta, con un remate abajo y al primer palo.

Míchel no tardó en introducir a Juanpi por el desacertado Chory Castro y posteriormente buscó una variante ofensiva al prescindir de Rolón, introducir a Keko y apostar por la pareja Recio-Adrián para tratar de tener más la pelota. El Atlético ya estaba a sus anchas, sin necesidad de llevar el peso del partido y expectante ante un Málaga que apenas ofrece profundidad. Ya en los últimos minutos el técnico madrileño se decantó por Rolan. El uruguayo, escorado a la izquierda, salió con muchísimas ganas y ofreció un par de movimientos interesantes, el segundo de ellos con un remate en el que Oblak (uno de los mejores porteros del mundo) evitó el empate. Fue quizá el detalle más esperanzador. Tal vez el uruguayo permita dar el deseado paso al frente en Mestalla...

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