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Palco 17

Un minuto maldito

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Domingo, 1 de octubre 2017, 12:20

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UN minuto maldito (el 68) con dos errores gravísimos, uno del colegiado, que condicionó el encuentro al pitar un penalti que no fue tras piscinazo de Correa, y otro de Rolón al perder un balón en plan principiante, dejaron al débil Málaga hundido en Sevilla. Siete partidos y un solo punto, con un porrón de goles en contra, no dicen nada bueno, porque además el equipo da la impresión de que carece de alternativas para salir del boquete en el que se está metiendo por deméritos propios.

Además lo ayer en Sevilla duele. Y mucho. El Málaga estaba haciendo un partido muy serio, controlando a un rival que empezaba a mostrar nervios, pero en eso llegó Correa, se tiró en una excelente pirueta, y el árbitro, como era el Málaga, un equipo ‘facilón’, la ‘Bernarda’ de la Liga como ya hemos dicho en alguna ocasión, no perdió la oportunidad de ayudar a los locales a romper el cerrojo blanquiazul. Un gol en contra no es mucho, y hay posibilidades de reacción, pero nada más sacar de centro, Rolón se hizo un lío y habilitó a Muriel para dejar las ilusiones malaguistas en un cero patatero, otro más. Nefasto comienzo, muy mala suerte, y la sensación de que nos ven ya por todos lados como equipo de Segunda, y eso es malo, porque no nos respetan los árbitros y porque hasta los rivales se crecen. Hace falta un golpe en la mesa, pero viendo lo que hay y lo que tenemos se antoja difícil. Duele, pero comparar las dos alineaciones iniciales puesto por puesto era para echarse a llorar y para sentir una tremenda envidia de los sevillanos. Parece que el Málaga sólo está preocupado en conseguir dinero, porque dessde luego gastar gasta poco, y lo que gasta es sin mucha convicción ni éxito.

Fue una pena ese minuto fatídico, porque incluso en las primeras fases del segundo tiempo, el Málaga dio un tímido pasito adelante que incluso nos hizo soñar, pero... Llegó el árbitro y después se lio Rondón y fin.

De todas formas no podemos engañarnos. Por mucho orden, por muy buena voluntad, cuando se carece de ‘punch’, de dinamita, poco daño se le puede hacer a los rivales porque el Málaga carece de artillería, y eso que Rolán volvió a demostrar que puede ser un jugador muy útil.

No sé cuál es la solución, pero desde luego la cosa está mal, muy mal. Ahora un descanso y después el Barcelona, que no es precisamente un rival como para soñar en un renacimiento que no puede seguir posponiéndose durante mucho tiempo, porque nos vamos a quedar, más pronto que tarde, más hundidos que el Titanic...

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