Malaga CF

Kameni suma en el vestuario

Kameni, durante un entrenamiento. / CARLOS MORET
  • A la sombra de Caballero, el guardameta camerunés ha sido pieza clave por el apoyo a sus compañeros

  • Schuster, satisfecho por su papel en el grupo, tiene previsto darle minutos en el partido del viernes frente al Levante

Discreto, prudente, callado, a Kameni se le suele ver en los viajes paseando en solitario con su pequeña mochila a la espalda y el móvil en la mano. El guardameta camerunés no ha tenido fácil su rol en un Málaga al que llegó para competir con el indiscutible titular, Caballero, pero en el vestuario sí suma. A la sombra del argentino, ha sido pieza clave esta temporada por el apoyo a sus compañeros en momentos complicados.

Kameni no pasa por sus mejores horas. Definitivamente se ha quedado fuera de la preselección de Camerún para el Mundial de Brasil, una lista de veintiocho jugadores (más dos suplentes) en la que figuran hasta cuatro guardametas. Las últimas convocatorias y su eterna suplencia en el Málaga iban cerrándole paulatinamente las puertas de la gran cita.

Alguien pudiera pensar que Kameni se encuentra acomodado en su situación actual, dado que es el jugador mejor pagado de la plantilla (también el portero suplente de la Liga con la ficha más alta tras el singular caso de Casillas). Sin embargo, el camerunés demostró desde el primer día su profesionalidad, su alto nivel competitivo y, sobre todo, su compañerismo. No ha sido fácil para un portero de su nivel, siempre habituado a ser titular, permanecer constantemente en el banquillo.

Difícil salida

Kameni tampoco ha tenido fácil una hipotética salida. Su ficha desorbitada, muy por encima del millón y medio al año –fue el último fichaje en la época de bonanza de los propietarios– ha sido un lastre en cualquier negociación. El Betis estuvo muy cerca el verano pasado, pero a última hora se echó atrás al no querer asumir en torno al 60 por ciento. Optó por buscar en el extranjero, firmó a Sara y Andersen, y esa ha sido una de las claves de su naufragio en la Liga.

Por tercera temporada el camerunés ha permanecido en el banquillo, aunque en esta ocasión ni siquiera ha podido estrenarse en la Liga. Incluso, no pudo jugar en uno de los dos partidos de Copa del Rey contra Osasuna (Schuster tenía decidido que él fuera el elegido en este torneo) debido a motivos personales. Es decir, el técnico ‘le debe’ un encuentro. Si no surgen contratiempos, el alemán lo hará muy gustoso el viernes, porque durante esta temporada tan complicada Kameni nunca ha tenido un mal gesto, un reproche, una salida de tono. Al contrario. Su veteranía, respetada en el grupo, lo ha llevado continuamente a apoyar y animar a los compañeros, ya fueran jóvenes o más curtidos, y por eso Carlos (en la caseta se le conoce por su nombre de pila) cuenta con el cariño y el aprecio de los otros futbolistas.

Ahora solo queda conocer qué fórmula empleará Schuster el viernes. Se antoja que Kameni puede ser titular, como Casado e incluso Pawlowski, pero el técnico también considera lógico que Caballero reciba el merecido reconocimiento de los aficionados en una tarde festiva. Además, de momento no existe oferta alguna por el argentino, pero a nadie se le escapa que, a pesar del deseo de los propietarios y dirigentes de no traspasarlo (el caché se ha disparado aún más desde el domingo), está muy valorado en el mercado y conjuntos grandes de la Premier League y la Bundesliga siguen sus pasos. La cuestión es premiar a ambos sin que en ninguno de los casos suene a despedida... Nada fácil.

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