Malaga CF

Un viaje estéril para el jeque

El jeque Al-Thani, tras su visita alAyuntamiento.
El jeque Al-Thani, tras su visita alAyuntamiento. / Álvaro Cabrera
  • La expectación por su llegada se transformó en desencanto tanto para la afición como para el propio Al-Tahni, que ayer dejó la ciudad

Parecía que todo iba a cambiar de alguna manera, que el sueño de la Champions no se iba a quedar en el baúl de los recuerdos después de las palabras del jeque tras conocer que una glorieta de la ciudad iba a llevar su nombre. Nadie confiaba en el regreso al pasado, a las grandes inversiones, pero sí existía un atisbo de esperanza que pudiera dar un empujón al Málaga y también al Puerto de Marbella. Abdullah Al-Thani se mostró otra vez motivado y decidido a volcarse con sus negocios malagueños. «Este gesto supone el comienzo de una nueva era», decía antes de su viaje en referencia a la concesión de la mencionada glorieta.

De ahí que su llegada el 15 de mayo estuviera rodeada de una gran expectación. Existía confianza tanto en los aficionados como en el propio jeque en relación a que el cambio iba a llegar o, al menos, eso se extraía de las palabras que pronunciaba Al-Thani de una forma reiterada en las redes sociales. Pese a que pocos aguardaban la vuelta a las inyecciones económicas multimillonarias, algo que ahora ya no podría hacer por el ‘Fair-Play’ Financiero, existía una gran confianza en la mejora en la actitud del propietario del club tras volver a la ciudad un año y medio después de su anterior visita.

Pero todo comenzó a ir mal desde el primer momento. La inauguración de la glorieta se complicaba por coincidir con un periodo electoral. Hubo denuncias y quedó anulada esta posibilidad, algo que seguramente molestó al jeque. Para compensar este accidente el Ayuntamiento organizó una recepción privada a la que no asistieron el resto de los grupos municipales y también provocó que Al-Thani se diera cita con cierta desgana. La ilusión que suponía este detalle con el jeque se había convertido ya en desencanto. El dueño del Málaga parecía desengañado por lo sucedido. Los tiempos no se calcularon bien. Las elecciones europeas y la inauguración fue una coincidencia fatal.

Salidas del propietario

Ahí quedó todo, sin más. Al jeque se le podía ver en partidos de fútbol de la cantera (también en el que cerró la Liga del primer equipo ante el Levante), algo que todavía no hacía presagiar que estaba molesto, inquieto y decepcionado. Y después de la calma llegó la tempestad en forma de comentarios en las redes sociales. Primero advirtió sobre la posibilidad de marcharse y puso fecha a su decisión: aproximadamente en la mitad de junio. Estaba descontento y enojado. Habló de La Academia y dejó claro que no iba a seguir invirtiendo. Esto suponía que todo seguiría igual.

Twitter y Facebook se convirtieron en los puntos de referencia para los malaguistas. Era previsible que siguiera con sus mensajes para mostrar su decepción, y así sucedió poco después. Antes de la fecha prevista el jeque llegó a decir que se marchaba, que lo dejaba todo. La frase de Al-Thani dio la vuelta al mundo en pocas horas. Todo sucedió de madrugada, pero al mediodía siguiente daban por hecho el abandono medios europeos y americanos. Aquel mensaje se convirtió en una declaración oficial, en un punto y final de un proyecto que se desconocía cómo iba a seguir. Para ello el jeque debería vender el club o directamente dejarlo en manos de las instituciones, por ejemplo. Pero la incertidumbre duró poco, unas horas más.

Ante tal revuelo Al-Thani volvió a hablar en las redes sociales para decir que se habían malinterpretado sus palabras. Insistió en que el Málaga no estaba en venta y que él iba a continuar al frente de la entidad. Aseguró que nunca había dicho que se marcharía del club, sino que se refería a que abandonaría la ciudad. En cualquier caso, la confusión se apoderó del Málaga durante esas horas, aunque los dirigentes desconocían que se hubiera tomado ninguna decisión de ese calado. Las aguas volvieron a su cauce y no ocurrió nada más, salvo que el jeque ‘desapareció’ algunos días. No hubo mensajes ni salidas para ver partidos de los canteranos.

Pero el jeque no se marchó de Málaga. Siguió en su residencia en la capital sin ofrecer muestras de su presencia. Pero poco a poco volvió a aparecer en las redes sociales hasta que al final se marchara ayer. Y se fue para su país porque en pocas horas comienza el Ramadán y siempre suele pasar este mes fundamental para los musulmanes en Catar. Antes de partir de madrugada, como era de esperar, se despidió de todos y anunció su viaje. «Buenos días. Unas felices fiestas a todos. Felicitaciones a todos por el Ramadán, que es el mes de la bondad. En unas horas me marcho a Catar», destacó en Twitter. Pero lo más interesante de la despedida se centró en el emplazamiento. Según sus palabras, el jeque parece que pretende regresar o quizás se trate solo de una forma de hablar y una mala interpretación de la traducción. En cualquier caso, Al-Thani subrayó: «Nos vemos después del Ramadán. Todo el amor y el respeto para todos. Adiós».

Pese a que todos los problemas surgidos en el mes y medio que ha estado el jeque en Málaga, cabe destacar que el viaje del propietario del club ha sido estéril si se analizan las expectativas que se crearon antes de llegar, lo sucedido durante su estancia y los resultados obtenidos en el momento de marcha. La esperanza quedó a un lado y la afición malaguista solo espera un nuevo cambio de actitud del dueño y que los problemas que impiden un mejor funcionamiento financiero del club se resuelvan lo antes posible. La entidad de Martiricos se autofinancia ahora, pero sigue con una deuda importante lastra ciertas aspiraciones y provoca retrasos y complicaciones económicas.