Malaga CF

El Fiorentina pincha el globo de la ilusión malaguista

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Juanmi falló una ocasión clara en la segunda mitad. / Ñito Salas

  • La losa de la primera media hora, con dos tantos visitantes, origina la primera derrota de la pretemporada

En el fútbol, como en la vida, priman las sensaciones más recientes. Es por ello que el último ensayo cara a la Liga, el duelo contra el Fiorentina, rebajó la euforia en torno a un equipo que llegaba con buenos resultados y fáciles registros goleadores. La ilusión en torno a la 'era Gracia' se ha tornado en cierto escepticismo, dudas razonables a dos semanas del debut oficial. Un equipo plagado de buenos jugadores puso en entredicho todo lo mostrado en las semanas previas. Aparecieron los defectos de los blanquiazules.

Que conste que Gracia, fiel al guion de reparto de minutos, dispuso ayer de salida al que bien podría ser el once de la Liga ante el Athletic. Todo estaba estudiado desde aquel inicio de pretemporada ante el Adelaide United. La alineación de ayer fue la misma, idéntica también al duelo ante el Newcastle, con dos variantes: una obligada, porque Jesús Gámez se ha ido traspasado (actuó Rosales), y la otra forzada en los últimos días con la llegada de Ochoa, que parece que desbancaría a Kameni.

Con sus mejores galas, en un ambiente estupendo, con luna llena, los Malaka Hinchas en su nueva ubicación y un rival de máximo nivel (una de las cinco mejores plantillas en Italia), al equipo le despertaron de su sueño goleador. En los primeros treinta minutos sufrió de lo lindo ante un cuadro 'viola' que no le dejó adueñarse de la posesión. Casi en sus dos primeras llegadas marcaron los discípulos de Montella. Primero, en una indecisión defensiva por el centro, con un pasillo que aprovechó Rossi, que conforma un dúo con Mario Gómez que suena letal, máxime cuando ambos están ávidos de gloria tras una temporada marcada por las lesiones. El segundo tanto es el que traslada más dudas, porque falló claramente la apuesta más ambiciosa del mercado: Ochoa salió mal a despejar un centro de Valero. Se la comió literalmente, y el yerro no lo desaprovechó Gonzalo Rodríguez. Cabe esperar que este tipo de fallos no afecten a la autoconfianza del mexicano.

Con el paso de los minutos fue a más el Málaga, que recuperó su estilo característico, con Horta y Samu Castillejo muy dinámicos y participativos, con el hambre más propia de un juvenil de Duda y con un Sergi Darder cada vez más consolidado. Profundizaba más por la banda izquuierda, con Antunes, que por la derecha, y fueron sucediéndose las ocasiones, las dos más claras de Horta (un remate tocó en la base del poste), un jugador que si muestra esas prestaciones toda la temporada será carne de equipo grande.

Poco dejó para el análisis la segunda mitad, que comenzó el Málaga con el mismo ímpetu, pero que acabó diluyéndose fruto del cansancio y de la falta de continuidad que produjeron tantos cambios. Todo pudo haber cambiado de haber atinado Juanmi en una clara ocasión encarando a Neto, más allá de que la elaboración del equipo fue preciosa. El partido aterrizó en el tedio, solo interrumpido con el debut local de Boka, el aplauso clamoroso a Joaquín, que solo disfrutó de quince minutos -nunca se ha sentido 'titularísimo' en Florencia- y una impresionante bronca de Weligton al que hasta hace nada era su compañero, Iakovenko, por una simulación de este.