Malaga CF

La previa de la Champions sí distrae

Higuaín celebra el martes el gol del empate del Nápoles ante el Athletic (1-1); en segundo plano, Mikel Rico, cabizbajo.
Higuaín celebra el martes el gol del empate del Nápoles ante el Athletic (1-1); en segundo plano, Mikel Rico, cabizbajo. / AFP
  • El Málaga debe aprovechar el sábado la tradicional falta de intensidad del aspirante a la fase de grupos

  • En los cuatro últimos años el conjunto español que disputó la ronda de ‘play-off’ mostró menos empuje en la Liga y no consiguió la victoria

El Athletic llegará mucho más rodado que el Málaga al primer envite liguero, pero también pendiente de una cita crucial cuatro días más tarde, el miércoles por la noche en San Mamés. Se juega toda la temporada frente al Nápoles –especialmente en el capítulo económico– y ese será un factor muy favorable al conjunto blanquiazul. Como ha quedado demostrado los cuatro últimos años, precisamente cuando la necesidad de ingresos acucia y la participación en la máxima competición continental es una tabla de salvación, la previa de la Champions sí distrae.

La última vez que el equipo español que disputaba la llamada eliminatoria de ‘play-off’ resolvió a favor su compromiso liguero la víctima fue precisamente el Málaga. Pero tiene ‘truco’. Porque el equipo blanquiazul, que afrontaba el ejercicio 2008-2009 con el retorno de Antonio Tapia al banquillo, estaba en fase de construcción, con un sinfín de caras nuevas y a falta de Luque, que debía marcar diferencias. El Atlético de Madrid, pleno de moral tras deshacerse del Schalke 04, barrió al conjunto de Martiricos por 4-0, con goles de Heitinga, Forlán (2) y Sinama-Pongolle.

La reflexión de Irureta

Los dos años siguientes la previa de la Champions volvió a celebrarse antes del arranque del campeonato. En cierto modo quedó patente aquella reflexión de Javier Irureta en su etapa al frente del Deportivo. «Vienes de jugar en Múnich, Manchester o Milán y te toca medirte al Racing. Te crees que vas a ganar sin bajarte del autobús, casi ni siquiera del avión, y cuando te descuidas te la has pegado», confesaba horas antes de un encuentro con el Málaga en una animada charla en el hotel coruñés donde se alojaba. En 2009 el Sevilla sufrió un batacazo descomunal frente al Braga –más, si cabe, porque la vuelta era en el Pizjuán– y seis días más tarde afrontó en Mestalla el estreno. Es cierto que el Valencia tenía entonces una plantilla competitiva, pero el conjunto hispalense deambuló por el césped sin energía ni espíritu. Naufragó por 2-0 tras los tantos de Mata y Pablo Hernández.

Al año siguiente le tocó el turno al Villarreal. El arranque de la Liga estuvo condicionado por la huelga de futbolistas, lo que obligó a retrasarlo una semana. De este modo, el debut se celebró después de su exitosa eliminatoria con el Odense danés y quedó patente cierto relajo en sus jugadores. La Real Sociedad lo tuvo relativamente fácil para imponerse (1-0).

Pero, sin duda, el ejemplo más gráfico está protagonizado precisamente por el Málaga. Entonces sí estaba fijada jornada de Liga entre los dos encuentros de la ronda de ‘play-off’, en concreto la segunda. Fue un partido atípico (a partir de las once de la noche en sábado) y el club se jugaba demasiado frente al Panathinaikos, nada menos que la supervivencia. Si semanas antes la actitud del entrenador, Manuel Pellegrini, y la plantilla evitó un descalabro tras el paso atrás de los propietarios (la desaparición, para ser más claros), superar al conjunto griego era la única opción para hacer frente a las cuantiosas deudas, sobre todo con la Agencia Tributaria. El Mallorca, que llegó a la cuarta pregunta y con evidentes limitaciones, arrancó un empate a uno. El cuadro de La Rosaleda afrontó aquel envite como una cita de pretemporada, con la intensidad justa. Nada que ver con la exhibición ante el conjunto ateniense días antes, el día del estreno del himno de la Champions en el recinto de Martiricos. Aquel fue el único lunar en un arranque casi impoluto, con victorias en Vigo y Zaragoza (por sendos 0-1), empate en San Mamés (0-0) y contundentes triunfos en casa contra el Levante (3-1) y el Betis (4-0).

Una Real desconectada

El año pasado también lo vivió en sus carnes la Real Sociedad. La eliminatoria contra el Olympique de Lyon se disputó los días 20 y 28 de agosto, y el calendario deparó que su primer compromiso liguero fuera en el campo del recién ascendido Elche. Los pupilos de Jagoba Arrasate salieron tan desconectados que al minuto de juego ya perdían por 1-0 tras un gol de Coro y sufrieron hasta el final para nivelar la contienda, hasta que Vela logró la igualada a uno en el minuto 77.

Pasado mañana el Málaga se las verá con un Athletic cuyos esfuerzos se centran en la actualidad al ciento por ciento en la eliminatoria con el rocoso Nápoles (a favor tras la ida gracias al 1-1 en San Paolo). También henchido de moral, es evidente, porque su actuación en San Paolo estuvo entre el notable y el sobresaliente. Pero acceder o no a la fase de grupos de la Liga de Campeones implica excesiva notoriedad y cuantiosos ingresos garantizados. Tradicionalmente la previa de la Champions sí distrae y ha de suponer una ventaja en la puesta de largo liguera del proyecto encabezado por Javi Gracia.