Nordine Amrabat era la pieza del puzzle que faltaba. En este caso, la apuesta era a caballo ganador. El Málaga ya conoce las prestaciones del fornido pero habilidoso extremo holandés, de manera que la insistencia ante el Galatarasay para conseguir su cesión nunca pareció exagerada. Después de las de Ochoa, Rosales, Torres, Boka, Horta y Luis Alberto, no parece tampoco desmedido considerar su incorporación como la más importante del equipo este verano, por todo lo que puede sumar en la parcela ofensiva y el salto de calidad que garantiza a los blanquiazules.
Confirmada su llegada, e incluso la posibilidad de que sea propiedad del club dentro de unos meses (la opción de compra es de 3,5 millones, como han confirmado fuentes del club de Martiricos), los aficionados malaguistas ya empiezan a hacer cábalas de cuál será el once tipo de Gracia con él. Teniendo en cuenta que su tendencia natural es la de jugar escorado a la banda izquierda, el perjudicado podría ser Juanmi, que es el que se desenvuelve ahora ahí. No solo eso, otro de los damnificados podría ser el canterano Samu Castillejo, que debutó oficialmente el sábado y que mostró muy buenas maneras partiendo desde ese flanco.
Sin embargo, no cabe descartar que Amrabat pueda jugar en otros puestos, en la derecha o hasta por dentro, como segundo punta, donde ganaría en capacidad realizadora. Lo que está claro es que sus condiciones, con desborde, cambio de ritmo y velocidad, lo hacen válido para cualquier plaza del ataque. No en vano, se le ha llegado a ver de único punta en las ocasiones en las que el equipo se quedó en inferioridad numérica (como en la visita a Vallecas).
Más dominio de otras facetas
En todo caso, Amrabat, con su centro de gravedad bajo, su capacidad para aguantar el balón sin perder la posesión y su salida explosiva, da otra dimensión a la ofensiva del equipo. Asegura mejor el dominio de otras facetas del juego, como la rapidez en las transiciones o la posibilidad de sorprender con espacios, además de una mayor capacidad de desequilibrio en el ataque estático ante rivales bien pertrechados.
A falta de comprobar que su estado físico es bueno, no sería una sorpresa que Amrabat debutara ya el sábado 13 de septiembre, en la próxima cita liguera. Curiosamente, ante el Levante jugó su último partido con la camiseta del Málaga, y ante el mismo rival y en el mismo escenario, pero en un encuentro con más alicientes deportivos, retornaría. Además, cuenta con la ventaja del receso en la Liga, lo que le concede más tiempo para asumir los conceptos de juego delMálaga de Gracia.
En todo caso, Amrabat ya está en Málaga. El extremo holandés aterrizó a las 13.10 horas en un vuelo directo desde Estambul, pero un problema con su equipaje hizo que se retrasara una hora su salida de la terminal. El futbolista llegó acompañado por un ayudante y por su esposa, y no tardó en colocarse una bufanda del cuadro blanquiazul en su único gesto de complicidad. Pese a la presencia de medios y de dos decenas de aficionados, declinó hacer declaraciones, como estaba previsto, porque todavía no es oficialmente malaguista.
Amrabat pasó el reconocimiento médico por la tarde, pero todavía no ha firmado el contrato de su cesión. Hay que recordar que el Málaga se guarda esta vez una opción de compra del futbolista cifrada en 3,5 millones en junio. Mañana por la tarde se marchará con la selección de Marruecos para los amistosos ante Catar y Libia, previstos para los días 3 y 7 de septiembre. Con ello será difícil que pueda ser presentado antes. Pero la tranquilidad ha llegado el club una vez asegurada su cesión desde el Galatasaray. Es la guinda del proyecto.