Un punto más para un Málaga que mereció el triunfo ante un Levante inoperante en ataque y que siempre se conformó con el empate. El equipo de Javi Gracia sigue sin acierto, sin la pegada necesaria para marcar algunas de las oportunidades que dispone durante los partidos. Mantuvo su buena imagen de equipo trabajador, trabajado y brillante en ciertas fases, aunque fuese incapaz de marcar. Tan sólo un gol pudo subir al marcador, el de Juanmi, pero fue anulado por inexistente fuera de juego. Debutó Amrabat en una tarde en la que acudieron al estadio La Rosaleda el jeque Al-Thani y el actor Antonio Banderas.
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Gracia sorprendió al no utilizar de entrada a Amrabar, el último y principal fichaje del Málaga. El técnico quiso ofrecerle su primera oportunidad desde el banquillo (salió en el segundo periodo). Apostó de entrada por Recio en el lugar del sancionado Darder. Era el equipo de gala del navarro (también entró Antunes por Boka). Y la maquinaria blanquiazul volvió a funcionar bien, aunque careció de eficacia en sus oportunidades.
El bloque defensivo blanquiazul no tenía fisuras desde el primer instante, lo que evitó que un Levante necesitado de puntos disparara sobre la meta de Kameni en todo el encuentro. Recio y Camacho daban consistencia al centro del campo, mientras que los hombres ofensivos hicieron su trabajo desde el primer instante, pero sus remates no tenían la pegada suficiente como para abrir el marcador.
Los laterales, sobre todo Rosales, eran los más destacados, con incursiones muy peligrosas y hasta oportunidades para marcar. Pero el gol se le negaba al equipo blanquiazul. Tuvieron opciones Juanmi, Sergio Sánchez, Antunes, Luis Aberto, Rosales y Horta, pero sin suerte. El propio Juanmi marcó un gol en posición legal, que fue anulado por fuera de juego inexistente. El rival, mientras tanto, apenas existía, salvo algunas aproximaciones que nunca obligaron a intervenir a Kameni. Y la presión malaguista sobre la meta de Jesús aumentó en el segundo periodo, sobre todo con la entrada de Amrabat, que debutó en el minuto 55.
Pero no llegaban las ocasiones como en la primera parte. El equipo de Gracia tuvo momentos de desorden ofensivo, aunque atrás todo seguía invariable. También tuvo su oportunidad Samu Castillejo, que sustituyó a Horta. Y al final, Samu por Juanmi. El dominio blanquiazul no se transformaba en oportunidades, pero el público agradecía el trabajo y la entrega de un Málaga superior al Levante.
Pese a la inoperancia en ataque del conjunto valenciano, la principal preocupación malaguista se centraba en cerrar todas las puertas a un posible contraataque en los últimos instantes, algo factible cuando el juego se abre demasiado. Santa Cruz y Castillejos tuvieron las ocasiones más claras en dos buenas acciones colectivas malaguista, pero no llegó el gol. Y así acabó el partido.