Malaga CF

La ilusión también juega

El estado del terreno de juego, foco de preocupación.
El estado del terreno de juego, foco de preocupación. / Salvador Salas
  • El Málaga asume que para ganar al Barça será fundamental rozar la perfección con y sin balón

  • Mantener la posesión y no correr sin rumbo y con un desgaste enorme, las consignas de Gracia para dar la campanada

Conviene no engañarse: el partido subrayado en rojo en el vestuario es el del domingo, en Getafe. Como diría Peiró, «ese es el verdadero solomillo para el Málaga». Pero a nadie le amarga un dulce, quedarse con el agradable sabor de un postre casero, paladearlo aun a sabiendas de que puede acarrear una digestión pesada. El Barça va a exigir esta noche rozar la perfección –si no alcanzarla–, exprimirse hasta la última gota de sudor y mostrar un nivel sublime con y sin la pelota. Sin embargo, en fútbol, como en cualquier deporte individual o colectivo, la ilusión también juega. Y en este componente, que se sepa, el equipo blanquiazul parte con ventaja.

El primer paso esta noche no será batir a Bravo, situación inédita con el chileno como cancerbero azulgrana, sino tener el balón. Ese es el reto. De no conseguirlo, el Málaga no podrá articular juego –y esta temporada sí tiene virtudes para ello– y sufrirá hasta la extenuación no ya para conceder pocas opciones a su rival, sino para no correr sin rumbo y con un desgaste enorme desde el pitido inicial.

Al Málaga le va a resultar tan difícil este pulso con el intratable líder como a cualquiera de los mortales acertar con el once que elegirá Luis Enrique (es más, la convocatoria la dará esta mañana y puede depar más de una sorpresa). Es previsible que sobre la marcha, en función de que arriba jueguen Neymar o Munir o de que lo hagan Xavi o Rakitic en la medular (por poner dos ejemplos), Javi Gracia se vea forzado a realizar ajustes tácticos. El técnico azulgrana puede sumar esa dosis de sorpresa, gracia a la competitividad que se ha forjado en su plantilla, al extraordinario nivel de calidad en el grupo que maneja.

Eso sí, también queda comprobar qué mensaje mandará el navarro con su alineación. De momento ayer optó por repetir con los veinte que llevó a Barcelona el pasado sábado, en una clara muestra de que los restantes no cuentan de momento. Luego llegará la hora de los descartes (ante el Espanyol fueron Juanpi y Samu), pero también deberá dilucidar hasta qué punto reparte minutos, tal como adelantó ayer. No es fácil cara a la galería adoptar determinadas decisiones y mucho menos dejar a los futbolistas sin el escaparate que supone medirse al Barça. Él sabe por experiencia que la ilusión también juega... aunque se piense más en el Getafe.