Malaga CF

El Atlético, protesta a protesta

Arda Turan insiste en su protesta a José Antonio Teixeira Vitienes tras ser amonestado en el último Atlético-Málaga. :: alberto martín. efe
Arda Turan insiste en su protesta a José Antonio Teixeira Vitienes tras ser amonestado en el último Atlético-Málaga. :: alberto martín. efe
  • El Málaga se prepara para soportar la presión de los jugadores rojiblancos al árbitro desde el primer minuto

  • Los futbolistas blanquiazules ya se quejaron en privado la pasada temporada de la actitud de sus rivales en el partido del Calderón

Será un partido durísimo, exigente. El rival dispone de multitud de recursos en el campo, desde un ‘nueve’ tanque a un amplio repertorio a balón parado. Pero el Málaga se mentaliza además para sobreponerse el próximo sábado a otra faceta del juego que el vigente campeón, el Atlético de Madrid, explota como ningún otro equipo de la Liga: la presión al árbitro desde el primer minuto.

La experiencia de la pasada temporada dejó agotados a algunos jugadores. Así lo reconocieron en privado después del partido. Hasta el entonces entrenador, Bernd Schuster, se quejó entonces al cántabro José Antonio Teixeira Vitienes. Curiosamente, el elegido para dirigir la cita del sábado en el Vicente Calderón es su hermano pequeño, Fernando, todavía internacional. Las quejas de los rojiblancos desde el primer minuto fueron otro aspecto a contrarrestar. El técnico alemán tuvo que asistir incluso desde su banquillo, a la derecha del palco, a la conversación del preparador local, Diego Simeone, con el colegiado fuera de su área técnica mientras que Tiago era amonestado por una clara falta a Eliseu. Como si el argentino llevara el brazalete de capitán del Atlético de Madrid.

En cada falta y en cada córner

Aquella tarde, recordada por la ‘parada de la Liga’ de Caballero en el último suspiro, el Málaga no solo logró el empate gracias a un gran gol de Samu o a un planteamiento perfecto de Schuster –en especial, por la función de Camacho de evitar las prolongaciones con la cabeza de Raúl García–, sino también a su capacidad para manejar otra faceta del juego. El Atlético se jugaba nada menos que el título en un Calderón repleto (de haber ganado, habría cantado el alirón), pero desde que llegó Simeone las quejas al árbitro casi arrancan en el sorteo de campos. Al conjunto rojiblanco se le achaca que juega al límite del reglamento –el equipo, entonces dirigido por Pellegrini, bien que lo sufrió hace dos temporadas en la ribera del Manzanares–, aunque ya entonces uno de los futbolistas blanquiazules más relevantes dio en la tecla: «Se han tirado todo el partido protestando al árbitro, desde el primer minuto. Cada vez que les pitaban una falta, cada vez que había un choque o un contacto, en cada córner...»

Esa actitud del Atlético no ha variado un ápice dos años más tarde. Al contrario. Koke, Gabi, los centrales, Juanfran, Arda Turan, Raúl García... Ningún pupilo de Simeone muestra un talante conformista. Es otro aspecto del juego y no existe otro equipo que lo maneje mejor. Ante eso, el comité de designación de los árbitros debe hilar fino de un tiempo a esta parte. Tan complicado es elegir al colegiado para un encuentro de los dos ‘grandes’ (Real Madrid y Barcelona) como para el fijado para el cuadro rojiblanco. Es más, entre los colegiados de Primera cunde la sensación de que hoy por hoy es más complicado dirigir un partido del Atlético. Porque no se trata de hilar fino en los penaltis o los fueras de juego (un error a favor o en contra de los blancos o los azulgranas siempre tiene el efecto amplificador de sus respectivos medios), sino de evitar que el partido se vaya de las manos. «Su rival (el del Atlético) quiere jugar a lo mismo, sobre todo en los córners y las faltas laterales, y entonces es cuando tenemos un problema. Si tú agarras, yo agarro; si tú me haces un bloqueo, yo te lo hago; si tú metes el brazo, yo lo meto», apuntaba a quien escribe en tono informal un colegiado de Primera División el pasado mes de junio.

El peso de la experiencia

«No es fácil, porque ellos están desde el principio quejándose al árbitro, pero debemos estar atentos a eso y no caer en el error de quedarnos callados», recalcan en el vestuario malaguista. Desde luego, la experiencia será fundamental para combatir este argumento cada vez más poderoso del Atlético de Madrid. Jugadores como Weligton, Camacho o Sergio Sánchez deberán tratar desde el primer minuto de evitar que la presión de los locales a Fernando Teixeira Vitienes desde el pitido inicial juegue en contra. El cántabro ya lo vivió en sus carnes esta misma temporada en la derrota rojiblanca en Mestalla. Durante esta semana futbolistas como Rosales, Samu Castillejo o Juanpi escucharán hablar de esta otra faceta del juego. Y a buen seguro que Javi Gracia, que cuida hasta el más mínimo detalle, incidirá en esta cuestión en la charla previa al encuentro, el sábado por la mañana. Porque para Simeone tan importante es ese añejo ‘partido a partido’ como el ‘protesta a protesta’ que al final da buenos réditos y acaba por desquiciar al contrario, cuando no al colegiado...