Malaga CF

El Málaga ya no intimida

La plantilla malaguista, en la sesión de entrenamiento ayer por la tarde en el Ciudad de Málaga.
La plantilla malaguista, en la sesión de entrenamiento ayer por la tarde en el Ciudad de Málaga. / Álvaro Cabrera
  • Preocupación entre los dirigentes del club por el evidente bajón en el rendimiento de los atacantes

  • Gracia considera que la acumulación de partidos y los problemas físicos de algunos elementos han pasado factura

Ni los Samu ni Amrabat ni Juanmi... Pese a los 32 puntos y a haberse quedado a las puertas de la semifinal en la Copa, el Málaga ya no intimida. El pobre nivel ofensivo mostrado en 2015 ha provocado que exista cierta preocupación entre los dirigentes por el evidente bajón que se ha producido en el rendimiento de los atacantes. Ni en La Rosaleda ni en San Mamés, el equipo pudo crear ocasiones ante el Athletic en la eliminatoria de cuartos. Tampoco ante el Almería, en Sevilla e incluso en casa frente al Villarreal.

El entrenador, Javi Gracia, se muestra más tranquilo, fruto de esa cautela que siempre ha exhibido. Porque el navarro ha reiterado hasta la saciedad que llegarían momentos complicados durante la temporada y que habría que estar preparados para ellos. Desde luego, no es ajeno a que determinados jugadores no pasan por su mejor momento, pero ante sus más allegados recuerda la acumulación de partidos durante este mes de enero y los problemas físicos de algunos elementos. Al mismo tiempo, pone en el otro lado de la balanza el trabajo defensivo que realizan los atacantes que se desenvuelven en las bandas y estima que no se le da suficiente valor. «No podemos decir que los jugadores no trabajen bien, porque si por algo destacan es por su compromiso», explica.

Ahora bien, algunos atacantes están a años luz del rendimiento ofrecido hace más bien poco. Ese desequilibrio que ofrecían es en la actualidad solo un recuerdo, y la tarea de Gracia y su equipo de trabajo va a centrarse en recuperarlos física y anímicamente. La frescura y la soltura son vitales para que este Málaga se mantenga en la mitad alta de la tabla. Eso sí, las circunstancias son diversas en cada caso.

Samu

Ha pagado el peaje de tantos partidos disputados (en la Copa también ha sido fijo) y últimamente se perdía en gestos cara a la galería en vez de acciones realmente solventes para el equipo. Gracia lo considera imprescindible por su capacidad goleadora, pero su descarte en la convocatoria para el encuentro liguero en San Mamés fue una clara advertencia para que vuelva a ponerse las pilas.

Horta

Gracia está encantado con su mejor disposición a la hora de trabajar. El portugués lo hacía muy poco en su país y por eso le ha costado tanto adaptarse al fútbol español. Recursos técnicos y calidad le sobran, pero no termina de cuajar y además a veces, como el jueves por la noche, acusa cierta fragilidad mental en partidos de más exigencia física.

Luis Alberto

Es, sin duda, la mayor decepción. Su carácter tampoco ayuda y por esa razón ofrece tantos altibajos en el rendimiento y en el juego. Exhibe demasiada parsimonia en sus movimientos y eso ha provocado que Gracia lo tenga hoy por hoy el último en la lista (exceptuando a Rescaldani, claro).

Duda

Gracia confía ciegamente en él. No debe ser casualidad que a Schuster le pasara lo mismo la pasada temporada. El luso puede tener muchos defectos (el más importante, claro, su corto nivel físico por la edad y por sus características), pero su compromiso en la recta final de su carrera es ciertamente meritorio. Además, tiene visión de juego, virtud de la que carecen la mayoría de sus compañeros de ataque.

Juanmi

La lesión en el antebrazo truncó su excelente momento. En los primeros partidos después de su regreso (que se ha producido con antelación respecto a lo previsto) se le vio inseguro, menos dado a chocar con el contrario (algo que tampoco nunca lo ha caracterizado) y más proclive a correr sin rumbo fijo. Al ser también un buen complemento, el hecho de que sus compañeros hayan ido a menos también influye en su bajón.

Amrabat

Cuando retornó al Málaga ofreció cierto divismo que llevó a Gracia a mandarlo al banquillo o a sustituirlo a las primeras de cambio. Fue entonces cuando entendió que para ser el líder con el técnico navarro debía asumir más responsabilidad. La lesión muscular lo cegó, y tanto empeño por volver antes de final de 2014 le ha pasado factura. Ahora mismo es incapaz de irse de un contrario, de ganar un esprín, de sorprender con su potencia al marcador. En vez de eso se limita a meter el cuerpo para buscar el contacto y la falta. Pero los árbitros no siempre pican.

Samu Castillejo

«Es normal que un jugador tan joven tenga altibajos», dice el técnico, Javi Gracia sobre él. Se puede argumentar que desde que surgió un supuesto interés del Atlético de Madrid su rendimiento se ha resquebrajado. Pero no es así. Ya llevaba un par de semanas sin chispa para desbordar a los rivales. Los contrarios lo vigilan más y los árbitros no le dejan pasar una cuando busca la falta. Le falta coger aire y empezar de nuevo, ‘resetearse’.