Al Málaga le van los 'grandes', aunque en el Bernabéu no pudo arrancar ningún punto. Plantó cara a un Real Madrid con una gran pegada y eficacia. Perdió con más claridad de la merecida, aunque otra vez apareció la sombra del fuera de juego en un gol rival, el que abría la cuenta. La imagen ofrecida por el equipo de Javi Gracia fue buena, pero sus hombres fueron superados por un rival que no perdona. Los malaguistas disfrutaron de varias opciones muy interesantes para marcar, pero solo estuvo acertado Juanmi para acortar distancias tras el tanto de James.
Lo intentó el Málaga hasta el último instante, pero la fortuna no le acompañó. El trabajo fue excelente y el público del Bernabéu no lo tuvo claro hasta que Cristiano, que había fallado un penalti, marcó el tercero en una 'contra' cuando su rival estaba más volcado sobre la portería de Casillas en busca de la igualada. El esfuerzo de los malaguistas fue máximo, pero en esta ocasión no pudieron volver con algún punto.
Gracia no preparó ninguna sorpresa en la alineación. Jugó Angeleri en el lugar del sancionado Weligton, y nada más. Utilizó otra vez a Boka en el lateral y, el resto, los mismos que empataron ante el Atlético. Pero la esencia del Málaga estaba en el trabajo táctico. Nada más arrancar el partido comenzó a verse el resultado de los intensos entrenamientos del equipo en la semana, y a puerta cerrada. Pero fue Amrabat el que aportó más peligro de entrada. Primero en una acción individual a la que no llegó ningún compañero y luego en un disparo desde fuera del área en el que obligó a lucirse a Casillas.
Aunque Chicharito no tardó en hacer lo propio con Kameni en un remate de cabeza. El equipo blanquiazul maniobraba bien y asustaba en las acciones de estrategia, aunque sin acierto. Pero la suerte volvía a ponerse en contra del Málaga en el ecuador del segundo periodo cuando el joven colegiado daba por válido un gol de Sergio Ramos en posible fuera de juego (a instancias de su asistente). Otra vez igual. Ante la duda... Se ponía todo muy complicado para el Málaga ante el Madrid, y en su estadio.
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Después de unos minutos complicados hasta asimilar el tanto, el Málaga volvió a apretarle al Madrid con un gran trabajo colectivo basado en la concentración, la intensidad y el ritmo. El equipo blanquiazul volvió aproximarse con peligro a la meta rival y también gozó de una gran ocasión por medio de Darder, que no conectó bien tras recibir un rechace en una difícil situación.
Con los interiores más retrasados de los habitual, el conjunto de Gracia no arrojaba la toalla. Más bien todo lo contrario. El Madrid, con siempre, atemorizaba en ataques largos, mientras que el Málaga no quería ser menos y también silenciaba el Bernabéu con un juego vistoso y con verticalidad. Amrabat pudo marcar de nuevo, pero el balón se marchó cruzado. El conjunto blanco podía sentenciar en cualquier momento, pero el empate tampoco se podía descartar. El choque se abrió una vez más.
El Málaga exhibió su trabajo con un planteamiento impecable, dominado todas las las facetas del juego y plantando cara a un rival muy fuerte. Pero la eficacia blanca era temible. En una acción aislada Castillejo golpeó a James tras un recorte y el árbitro corrió más que nunca durante el partido para señalar el penalti. Aunque la suerte cambio de bando momentáneamente y Cristiano estrelló el balón en un poste. Sin embargo, solo habría que esperar un minuto para que el equipo malagueño sufriera la pegada madridista en un disparo de James que se coló por la escuadra.
El gran trabajo malaguista, pese a todo, necesitaba una recompensa, y se la cobró Juanmi al rematar al fondo de las mallas casi solo un gran centro de Rosales. Todo volvía a su estado anterior para afrontar la última fase del choque, en la que el once visitante buscó con insistencia la meta de Casillas, pero no pudo ser. Y para colmo, en un contragolpe, otro tanto de Cristino para cerrar la cuenta goleadora. El Málaga no pudo frenar al Madrid, pero ofreció, al menos, una buena imagen.