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/ Salvador Salas

El Málaga sigue en caída libre

  • Víctima de su lentitud y su ansiedad, cayó ante un rácano Elche con un lamentable arbitraje de Undiano

El Elche vuelve a hacerlo: se lleva otra vez los tres puntos de La Rosaleda con un fútbol rácano e infinitas pérdidas de tiempo con la connivencia arbitral (esta vez, Undiano, protagonista de una lamentable actuación). El Málaga sigue en caída libre y, aunque es verdad que ahora nada le sale, esta noche ha sido víctima de su lentitud y, ya en la segunda parte, de su ansiedad. El problema no es que haya perdido la séptima plaza, sino que las sensaciones que transmite son muy preocupantes.

De poco sirvió que Gracia apostara por su once habitual en circunstancias normales. "Con estos he llegado hasta aquí y con estos muero", pensó. El problema es que el Málaga lleva demasiado tiempo dando las últimas bocanadas, sin ideas. Ya advirtió el navarro sobre la necesidad de tener paciencia para superar al Elche, pero esa paciencia debía estar relacionada con no abusar de la precipitación y la angustia, no de una desesperante lentitud. Porque el juego en la primera parte fue más previsible que el ya habitual cántico de "Tebas, vete ya" en el minuto 12.

Pertrechado tras sus dos cuartetos, el Elche apenas sufrió ante un Málaga excesivamente estático. Ante este tipo de esquemas compactos, los laterales deben tener un papel crucial, pero si estos no encuentran referencias entre líneas para encontrar más huecos el adversario apenas sufre. Y si se juega al trote, apaga y vamonos. El cuadro ilicitano, protagonista de un milagro con lo que tiene -o con lo que no tiene, por la prohibición desde la Liga de fichar debido a su deuda-, situó su defensa en el lugar adecuado para que cualquier envío en largo en busca de su espalda requiriera precisión extrema. Casi todos los intentos blanquiazules de este tipo se marcharon por la línea de fondo, cuando no anulados por un claro fuera de juego.

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Pero no contento con maniatar al Málaga, muy pronto, apenas al cuarto de hora, el técnico ilicitano optó por una variante táctica para encontrar más juego por dentro con Víctor Rodríguez. El menudo medio punta arrancó y frenó a conveniencia de su equipo según el momento y a la postre tuvo un papel estelar. Tuvo más movilidad que los cuatro del frente de ataque malaguista juntos. Entre él y Jonathas fabricaron a la media hora el 0-1 al aprovechar una fulminante transición. Para entonces, el Elche repetía las escenas de hace un año con lamentables pérdidas de tiempo consentidas por Undiano, que encima solo prolongó un minuto antes del descanso. Juanmi tuvo dos opciones para nivelar la balanza.

Gracia tiró de Javi Guerra en la reanudación para suplir a Samu Castillejo, bajo mínimos. El Málaga metió una velocidad más y arrinconó al Elche, empeñado en no jugar mientras Undiano, ya de vuelta de todo, miraba hacia otro lado. Fue entonces cuando faltó paciencia debido a la precipitación, precisamente lo que no quería el técnico malaguista. A la ansiedad por el marcador en contra se sumó la propia de un equipo que no encuentra el camino de la victoria. Pero también ese arreón inicial se diluyó poco a poco. Con Amrabat muy desacertado y telegrafiando cada envío, el cuadro visitante lo tuvo todo más fácil.

Pasaron los minutos y el empate no llegó. Primero Undiano anuló un gol por una supuesta falta de Amrabat a Tyton cuando no dio la impresión de que el portero, mal colocado, fuera obstaculizado. Después, en el colmo del desacierto para el Málaga, Duda falló un penalti a un cuarto de hora del final al estrellar la pelota en el palo (no debió lanzarlo por su sobrexcitación). En esta acción Undiano se comió la segunda amarilla de Damián y permitió que se perdieran casi tres minutos. El Elche, a verlas venir, pareció apuntilllar al conjunto blanquiazul en otro contragolpe fulminante. Sin embargo, los seis minutos de prolongación otorgados por el colegiado (que debieron ser al menos ocho) propiciaron una inesperada ilusión. Javi Guerra recortó la distancia y en los últimos instantes Duda y el veleño pudieron igualar. El Elche se volvió a escapar vivo. El Málaga parece moribundo.

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