Malaga CF

Husillos sigue con las riendas

Husillos, pensativo en el palco
Husillos, pensativo en el palco / Ñito Salas
  • Mantiene todo el poder en la parcela deportiva y elegirá los fichajes, aunque buscará supeditarlos al estilo de Gracia

  • Mientras los traspasos dependerán de las necesidades del club, las decisiones en las altas corresponderán exclusivamente al director deportivo

Aún no ha terminado la Liga, pero la planificación del Málaga está en marcha. Jugadores que no ven clara su continuidad, otros tentados por cantos de sirena de ofertas más o menos reales, futbolistas interesantes a los que el club no puede llegar, gestiones de fichajes más o menos encarriladas que de repente están cogidas con pinzas... Y todo, con el objetivo de llegar a la primera semana de julio con el 95 por ciento de la tarea hecha. Ya se cumplió ese reto la pasada temporada y los resultados ahí están, con el primer equipo dispuesto a pelear hasta el final por una plaza europea que puede llegar de rebote. Por eso, nada va a cambiar en cuanto a la planificación y volverá a estar otra vez solo en el director deportivo, Mario Armando Husillos. Él sigue con las riendas.

La experiencia vivida hace dos temporadas aconsejó el regreso del hispanoargentino menos de seis meses después de su marcha. Sin la figura de un director deportivo, muchos opinaron sobre la planificación más conveniente e incluso sobre los fichajes en el verano de 2013. Desde el agente del entrenador, Bernd Schuster, a los propietarios e incluso miembros de la empresa Bluebay, entonces implicados en la gestión. Husillos vio que no iba a tener poder de decisión y optó por no renovar su contrato. A la postre, el desastre fue de tal magnitud que el director general, Vicente Casado, y el director general adjunto, Manuel Novo, no tardaron en irse a almorzar con el hispanoargentino, con el que siempre han tenido una gran afinidad, para tantear su regreso. El beneplácito de los propietarios fue total, así que semanas antes de que se llegara al ecuador del campeonato se consumó la enésima vuelta de Husillos al Málaga.

La elección de Gracia

Ya en aquel almuerzo Casado, Novo y Husillos coincidieron en que el poder deportivo debía tener solo una cabeza visible. El director general había escarmentado después de todo lo ocurrido y entendió que el hispanoargentino era la persona adecuada para encarnar esa figura en el proyecto. Por eso, nada más llegar pasó a tener todo el poder. De hecho, y como la muestra más clara en diecisiete meses, Husillos fue quien eligió a Javi Gracia como entrenador pese a que en el entorno e incluso en la propiedad existían dudas tras el descenso a Segunda del equipo al que dirigía el navarro, Osasuna. Pero el exjugador malaguista había recibido plena libertad para escoger al mejor recambio de Schuster y apostó de lleno por Gracia.

Husillos escucha a Gracia en un entrenamiento.

Husillos escucha a Gracia en un entrenamiento. / Ñito Salas

Durante su primera temporada completa como director deportivo Husillos tuvo desde el primer día todo el poder en su parcela. Es cierto que existe una relación cordial entre él y el entrenador, pero a la hora de la verdad, en la elección de los futbolistas, es el hispanoargentino el que hace y deshace. El intercambio de impresiones entre ambos es habitual, al menos en lo que se refiere a las necesidades del equipo -así sucedió en el mercado invernal, cuando se estimó necesaria la llegada de un central-, pero cuando hay que optar por una u otra opción el exjugador malaguista cuenta con plena libertad. Por ejemplo, cuando hubo consenso sobre la importancia de reforzar el eje de la zaga, él fue quien asumió la incorporación del bielorruso Filipenko.

En este sentido, Husillos siempre lo tuvo claro cuando todavía no estaba en el Málaga. «No es bueno que en los fichajes opinen varias personas, porque al final, si se falla en uno, o nadie se hace responsable de esa gestión o todos miran hacia otro lado. Es importante que una sola persona, para lo bueno y para lo malo, sea el que tome las decisiones», comentaba en 2009 tras el fiasco de la planificación en la última temporada con Fernando Sanz como presidente, con fichajes cerrados antes de que llegara Juan Ramón Muñiz y con otros más tarde cuyos avalistas no quedaron claros. Por eso, no sorprende que el actual director deportivo sea el único que tenga voz y voto, siempre desde el punto de vista futbolístico, porque en materia económica debe ser aprobado por los gestores del club.

De Rosales a Filipenko

¿Quiere decir esto que Husillos va por libre o que no cuenta con la opinión de Gracia? No exactamente. A Schuster le molestó sobremanera enterarse por la prensa de determinados movimientos y así lo expresó en público, lo que también tuvo un peso ya casi definitivo en su marcha. En la actualidad director deportivo y entrenador conversan habitualmente, pero si el primero tiene libertad absoluta para fichar, el segundo la tiene para dar minutos a quien considera conveniente. Entre las incorporaciones para esta temporada ha habido de todo, desde jugadores que casi siempre han contado en los planes del técnico y han sido fijos en las convocatorias (Rosales, Boka, Horta, Torres y Amrabat) a otros en el ostracismo (Rescaldani y Filipenko, más el caso de Ochoa, perjudicado por la titularidad de Kameni), pasando por el visto y no visto de Luis Alberto y las intermitencias con Javi Guerra. En ningún momento, y eso lo corrobora el entrenador, ha recibido presiones para que eligiera a uno u otro jugador. Cada uno tiene su parcela, y esa frontera ninguno de ellos la traspasa.

Eso sí, como Husillos conversa a menudo con Gracia -sin ir más lejos, mañana durante el viaje a Villarreal-, es consciente no solo de cuáles son las necesidades del equipo en opinión del entrenador, sino también de las características que deben tener los jugadores incorporados para que se adapten al libro de estilo del navarro. La experiencia de esta temporada va a ser muy importante en este sentido y, por ejemplo, tras lo sucedido con Luis Alberto -cuya intención es marcharse pese a que aún le queda otro año prestado por el Liverpool- es previsible que en caso de que pueda llegar algún futbolista cedido por una temporada sí se produzca esa consulta del director deportivo al entrenador.

El poder de Husillos es absoluto en cuanto a la planificación, salvo, claro está, en los traspasos. Ahí imperan las necesidades del club y el director deportivo no tiene las riendas. El reto es minimizar los daños en caso de que se produzcan las lógicas salidas (en plural), pero la viabilidad del Málaga está por encima de todo.