Los empresarios chinos no se comprometen a construir un nuevo estadio ni tampoco contratarían a grandes estrellas mundiales si compraran el Málaga. Son más realistas. Entre los planes que están estudiando si desembarcaran en el club de Martiricos, algo que solo pasa por una difícil marcha atrás del jeque, destaca la ampliación de La Rosaleda en 15.000 asientos más, lo que colocaría el estadio de Martiricos al máximo nivel, y también construirían zonas comerciales para buscar una rápida financiación de las inversiones que vayan realizando.
El campo de Martiricos, aunque hace pocos días que ha quedado abierta la opción de que se convierta en una zona residencial, todavía no ha cumplido sus diez primeros años. Es un campo nuevo que, pese a sus defectos (motivados por la escasa inversión), todavía puede tener una larga vida. De ahí que se hayan planteado renovarlo un poco y ampliarlo nada menos que hasta los 45.000 espectadores. De esta forma podría albergar competiciones internacionales y también podría soportar en primera instancia el crecimiento inicial del equipo.
Ya existían algunos proyectos de ampliación por parte del jeque, pero finalmente no se consolidaron. Este aumento de aforo, pese a la proximidad del río y la Avenida de la Palmilla, es posible y viable. Pero esta mejora de la principal instalación iría acompañada de la creación de una zona comercial tanto dentro del campo como fuera. Y también se ampliaría la parcela hacia la parte norte, donde se construiría una gran avenida que sería la entrada principal del estadio, en la que se abrirían los mencionados comercios (esto deberá ser autorizado).
La explana que se encuentra en la zona alta del estadio, por encima de Fondo, estaría completamente libre. Desaparecería el campo Anexo para la que sería la entrada principal al campo fuese espectacular, muy parecida a algunos estadio europeos emblemáticos.
La Rosaleda, de esta forma, pasaría a ser un gran centro de ocio que sería visitado a diario por los malagueños y los turistas. La mejora del campo ayudaría al crecimiento del club y de la masa social de la entidad, mientras que el resto de los elementos elevarían el prestigio y la imagen de la entidad, además de suponer un negocio atractivo de partida. Es una parte del ambicioso proyecto de los empresarios chinos, que no harían inversiones innecesarias.
Otra de las apuestas en lo relativo a la inversión sería La Academia. En principio está cubierta con la venta de El Viso la primera fase de la construcción (faltaría muy poco), pero en el caso de que entraran nuevos propietarios se encargarían de afrontar el resto la ciudad deportiva. También se adelantarían los plazos y se modificarían algunos aspectos del proyecto, pero hay que destacar una vez más que estos inversores no llegarían más lejos de lo necesario e imprescindible.
Estas inversiones relatadas con anterioridad serían las más importantes de las que se podrían plantear los empresarios que está pujando en las últimas semanas por hacerse con el Málaga. Cubrirían las necesidades más importantes, mejorando la capacidad del campo para situarlo en la zona alta de los estadios españoles, aunque a largo plazo sí podrían estudiarse otras opciones para disponer de una instalación más amplia y moderna. Pero en este caso estaría acompañada de negocios que llevarían ingresos al club desde el primer instante.
Estas iniciativas tendrían un coste importante para los inversores. Deberían gastar para acometer estos proyectos alrededor de 30 millones más. Es una cantidad importante, pero en su totalidad se destinarían para asuntos imprescindibles y otros que permitirían ingresar dinero, como serían los comercios en el estadio y por encima del mismo.