Malaga CF

Juanpi, el mejor fichaje invernal

Juanpi, después de abrir el marcador con un gol genial.
Juanpi, después de abrir el marcador con un gol genial. / Álvaro Cabrera
  • Se disfrazó de Sandro para liderar a un equipo que desquició al Getafe con su movilidad

Nadie se acuerda ya de Amrabat. Más que nada, porque su recambio está que se sale. Y no ha llegado de fuera en enero. Estaba en casa la última temporada y media, se ha formado como juvenil en la cantera y se llama Juanpi. El venezolano, no cabe duda, ha sido el mejor fichaje invernal. La marcha del internacional marroquí le abrió la puerta de la titularidad y él la ha derribado con su talento, con tres goles en tres jornadas. Se ha erigido en el faro del equipo.

Atsu era el reclamo en la alineación –también Filipenko, que se estrenaba en la Liga en casa–, pero el protagonismo fue todo para Juanpi, disfrazado de Sandro cuando aparecía en la zona central como medio punta. Claro que el pase a Charles mirando al tendido del 2-0 (y el regalo del brasileño al debutante) tuvo previamente un ‘delicatessen’ de La Consula para marcar territorio. Desatado, el ‘28’ tumbó al central con un quiebro apoyado en la cintura y buscó la curva perfecta en el remate.

Nadie se acordó de Amrabat... ni de Chory Castro. Y no por la exquisitez de Atsu, futbolista muy lejos de lo mínimamente exigible en el aspecto táctico que sí dejó destellos de su velocidad. Superada la media hora, cuando el Getafe comenzó a ofrecer algo de intensidad, el ghanés ya estaba desorientado. Al Málaga, sin un fútbol exquisito, le bastó con una notable fluidez en la circulación del balón para despedazar al contrario.

La incansable labor de Charles y Cop sin balón permitió triangular con relativa comodidad mientras Juanpi, crecido, dejaba la banda para que el equipo pilotara en torno a él. El descalabro de los visitantes, desconcertados con los cambios de posiciones de los malaguistas, se acentuó al filo del descanso con el 3-0 en un centro como mandan los cánones... de Cop.

Gracia asumió el factor riesgo de juntar a Atsu y Boka en la misma banda, quizá porque ambos han congeniado desde el primer día y probablemente porque mover a Juanpi de la zona en la que está brillando (además, con su compatriota Rosales detrás) es un lujo. Pero al descanso se dejó de aventuras, prescindió de Atsu y recurrió a Horta, inédito las últimas diez jornadas, desde que el equipo tocó fondo tras la derrota en Barcelona. El técnico arriesgó ya lo justo –al menos en esto–, consciente de que con el cambio ofensivo del Getafe había que había que dar prioridad a mantener la compostura y el sitio.

Trabajo defensivo

El Málaga no sufrió en la segunda mitad, más allá de algunos córners. El trabajo defensivo de los cuatro centrocampistas (con los ‘pivotes’, ahora sí, más finos) dio sus frutos y el arreón inicial del Getafe se quedó en nada. Gracia aleccionó bien a los suyos. Los profesionales suelen decir que un 3-0 es más peligroso que un 2-0, porque el riesgo de relajación se dispara. El conjunto visitante no tuvo la más mínima opción. Primero, porque los locales no dieron tregua, y segundo, porque Pedro León y compañía juegan andando.

Eso sí, Gracia sí arriesgó en la segunda mitad. Recio vio la quinta amarilla y Camacho, al borde de la suspensión, no fue sustituido. En el minuto 64 el técnico mandó calentar a Tissone, pero el aragonés se percató de que convenía reservarse y apenas entró al choque en la recta final. Juanpi volvió a ser el imán del balón tras el descanso, pero faltó más acierto en la definición. Esta vez Fran Escribá, su segundo y Damián no pudieron desquiciar al Málaga con las pérdidas de tiempo, como hicieron con el Elche. Es más, el lateral derecho ni siquiera pudo dar patadas. Bastante tuvo con recular una y otra vez al ver llegar a Juanpi al mando de las operaciones.

Temas