Malaga CF

Charles elude la sombra de Javi Guerra en el Málaga

Charles controla el balón ante la mirada atenta de Javi Gracia.
Charles controla el balón ante la mirada atenta de Javi Gracia. / Álvaro Cabrera
  • El brasileño iguala en goles a su predecesor en el equipo y se consolida como referente en ataque

  • Con nueve tantos, protagoniza el mejor arranque realizador de un jugador en Primera en el Málaga en 12 años, y está a tres de su récord

¿Hizo bien el Málaga dejando ir a Javi Guerra? ¿Rendirá Charles como el delantero veleño? A mediados de noviembre no había color para responder a ninguno de esto dos interrogantes. El ahora atacante del Rayo ‘goleaba’ al hispanobrasileño. Llevaba ocho dianas en la Liga, por las tres de su sucesor en el cuadro de La Rosaleda, que además se habían producido en el mismo choque (ante la Real Sociedad). De esta forma, el reparto de las mismas acrecentaba la diferente aportación de uno y otro ‘nueve’ en el rendimiento de sus respectivos equipos.

Desde el entorno del club de Martiricos no se entendía por qué no se puso toda la carne en el asador para que siguiera Javi Guerra, pero la llegada de Charles atendió a una opción de configurar el ataque con más tiempo por delante, sin esperar a los coletazos finales del mercado de verano. Amarrar al malagueño implicaba este riesgo –el de quedarse sin nada–, como luego ha explicado el propio entrenador, Javi Gracia, que de paso conocía bien a Charles, al que había dirigido ya en el Pontevedra y el Almería.

A día de hoy las tornas han cambiado, y de qué forma. Javi Guerra se ha parado. Habituado en su carrera a las rachas positivas y negativas, está sumido en una de estas. Solo ha marcado un tanto más desde mediados de noviembre. Ese es su bagaje en las últimas doce jornadas, por seis de Charles, que ahora sí parece perfectamente aclimatado al juego del equipo y más fiable en la definición. Igualan a nueve, y la diferente evolución de cada uno de ellos invita a pensar que el Málaga puede no haber elegido mal en su confección de la plantilla.

Incluso, Javi Guerra ha dejado de ser titular en los últimos cuatro compromisos, desbancado por Miku, un futbolista que cuando llegó al Rayo Vallecano apenas contaba para su entrenador, Paco Jémez. Charles, por el contrario, ha formado una rentable sociedad con el croata Cop, con el que ya había destacado en la pretemporada. Por más que este apenas sume en la cuenta de goles, su movilidad y esfuerzo en la presión facilitan el trabajo de Charles, que también es generoso a la hora de vaciarse.

Con esos nueve goles y con quince jornadas por delante, Charles está a solo tres de su récord realizador en la máxima categoría, logrado con el Celta hace dos temporadas (en la de su debut en la élite). De momento, tiene a tiro batir ese registro. Pero no solo eso: hacía ya doce años que un jugador malaguista no marcaba tantas dianas a estas alturas de la competición liguera.

Hay que remontarse a la campaña 2003-2004, cuando Salva totalizaba ya doce tantos, tres más que Charles. Acabó el curso con diecinueve. No es el mejor dato del Málaga Club de Fútbol, porque Catanha sumaba ya quince goles por estas fechas, y se fue hasta veinticuatro. Sucedió en la temporada 1999-2000, la primera de la entidad, con su nueva denominación, en la élite.

En los últimos años, el Málaga no ha tenido una gran referencia goleadora. Los tantos se repartían mucho más. De hecho, en los tres ejercicios anteriores ningún jugador marcó más de los nueve tantos que ya lleva Charles a lo largo de toda una Liga. Juanmi se quedó con ocho al término de la 2014-2015, en una temporada en la que llegó a la selección española; Santa Cruz, con seis en la 2013-2014, e Isco llegó a nueve, pero al acabar la edición de 2012-2013, justo antes de irse al Real Madrid.

La confianza casi ciega de Gracia en Charles ha dado sus frutos, después de unos primeros meses de competición en los que pareció desmedida, porque el jugador acababa muchos partidos sin ver puerta. El veterano delantero, al que gusta jugar a pocos toques y que destaca ante todo por el remate, también ha sabido completar siempre una labor sacrificada, hasta en sus peores días. Intenso en la presión a la salida del balón del rival y móvil para facilitar desmarques, su acierto con la portería rival estaba siendo solo una cuestión de confianza.