Malaga CF

Una genialidad de Juanpi rescata al Málaga

fotogalería

Juanpi celebra el gol malaguista al Sporting con Recio al fondo. / Ñito Salas

  • Lastrado por las bajas, el equipo supo mantener su renta con una gran defensa y un Ochoa decisivo en un partido con final polémico

Es lo que tiene el fútbol. Los resultados y la justicia no van muy de la mano, así que tan pronto un equipo como el Málaga se deja por el camino puntos que debían figurar en la clasificación como de repente los recupera de un plumazo cuando tal vez se habría hecho más acreedor a un empate. Esta noche el equipo de Javi Gracia dejó la permanencia alfombrada en un partido de escasa lucidez y contadas oportunidades, pero merced a un tremendo esfuerzo, a una defensa muy sólida y a un Ochoa decisivo para contener al Sporting. Al final otra genialidad de Juanpi lo rescató para obtener un triunfo de infinito valor.

Porque el Málaga afrontó esta cita lastrado por las bajas. Vista la convocatoria, Gracia no tenía mucho para elegir. En realidad, la alineación estaba más o menos cantada en el Málaga y también en el Sporting, así que el técnico navarro y Abelardo pudieron plantear más fácilmente el encuentro. De ahí que desde el primer minuto quedara patente la presión asfixiante de los rojiblancos y los intentos locales de encontrar una fluida circulación en campo contrario para castigar la endeblez defensiva de los visitantes en los costados.

La atracción del partido estaba bajo los palos del Málaga, con el estreno como titular de Ochoa en la Liga. En apenas 19 segundos el mexicano tuvo que exhibir una de sus virtudes, su capacidad bajo los palos, en un desajuste defensivo después de que Albentosa saliera de su zona. Sanabria intentó sorprender con un tiro en el primer palo, pero el cancerbero hizo una parada más propia de balonmano. Ese destello del azteca quedó en un segundo plano demasiado pronto. El Sporting le dio al Málaga de su propia medicina, con esa presión firme y adelantada con la que los de Gracia acogotaron al Barcelona y al Madrid, y las dificultades de los locales para sacar el balón desde el fondo fueron muy preocupantes.

El Málaga tuvo que recurrir constantemente al envío en largo. Tanto Albentosa como Weligton optaron por esta fórmula ante la falta de líneas de pase, pero en numerosas ocasiones durante los primeros veinte minutos se vieron forzados a retrasar a Ochoa, que demostró otra de sus virtudes: el golpeo. Y, sobre todo, la dirección del golpeo. Eso permitió ganar metros y poder jugar en campo sportinguista, así que en el momento en que comenzaron a aparecer Chory Castro y Juanpi la decoración cambió radicalmente. Dado que Uche no es Cop -¡cuánto se echan en falta la brega y la presión del croata!-, la cuestión era madurar al rival. Claro que todo fue más fácil cuando en el primer remate entre los palos (y único del Málaga en todo el partido) Juanpi se puso el frac y obsequió a los presentes con otra genialidad.

Poco a poco la tenacidad del Sporting decayó mientras el Málaga prefería guardar la viña y esperar que Chory Castro o Juanpi ganaran en sus duelos individuales, beneficiados también por el trabajo sucio de Charles y, de vez en cuando, algunas apariciones entre líneas de Uche. La realidad es que de ahí al descanso Ochoa no pasó apuros, ni siquiera en algún centro de Jony, futuro jugador malaguista, muy discreto.

Una genialidad de Juanpi rescata al Málaga

El Málaga-Sporting, en cifras.

/ Optasports

Abelardo optó en la reanudación por otro punta, el escurridizo Carlos Castro, en lugar del anárquico Ndi. El Málaga también demostró que conocía bien los movimientos del recién entrado y los inutilizó tirando a la perfección la línea en el fuera de juego. Al equipo local poco a poco comenzó a faltarle el aire. Charles estaba demasiado solo -y eso que se vació hasta el último instante- y Chory acusaba el desgaste. Se jugó mucho en campo malaguista y el Sporting derrochó ambición, pero se topó con Ochoa en dos intervenciones portentosas del guardameta, la segunda además acompañada por la falta de puntería de Carlos Castro, que en el rechace mandó la pelota al palo.

El Málaga apenas existió en ataque en la segunda mitad, lastrado por las bajas. Gracia introdujo escalonadamente a Juan Carlos (para no perder velocidad en las salidas), Duda (para tener más control de la pelota) y Atsu (al menos para incordiar). Solo este último, dentro de su electricidad habitual, dio la sensación de que sumaba. Atrás los cuatro defensas estuvieron a un nivel excelente, con Rosales saliendo al ataque hasta el final, y Recio compensó con su jerarquía la sensación de fragilidad de Pablo. El Sporting no tuvo recursos suficientes para equilibrar la balanza y se aferró a la última jugada, en un balón que golpeó en Pablo. La televisión muestra que hubo penalti (achacable al asistente). Así se compensaron solo en parte los errores arbitrales de los últimos tiempos...

Zona mixta

Los dos entrenadores sancionados, que vieron el partido esta vez desde las alturas, comparecieron después en la sala de prensa. Cambió en el ‘modus operandi’ Abelardo, pese a que en el último partido dejó también esta responsabilidad a su ayudante, Iñaki Tejada. El técnico malaguista, Javi Gracia, estuvo muy crítico con su equipo pese al 1-0 final. «No ha sido un buen partido. No nos podemos ir con buena sensación. Es cierto que esperábamos que el partido trancurriera de esta manera, cerrado y con pocas opciones. El rival estaba muy ordenado y daba pocas facilidades, y estuvimos espesos con el balón, incómodos. Más allá de eso el gol de Juanpi nos ha abierto el partido, pero no nos ha ayudado a mejor el juego. En la segunda parte tampoco estuvimos bien».

Con coherencia en su discurso, a Gracia no le dolieron prendas en reconocer que hubo penalti de Pablo en el tiempo añadido por manos voluntarias en el área a centro de Halilovic: «Creo que al final hubo un penalti en nuestra contra». Sobre esta acción, en cambio, Abelardo, no se pronunció, ya que le sorprendió bajando al vestuario desde su posición en un palco de La Rosaleda.

La lectura de Gracia fue concederle mérito al hecho de sumar tres puntos en un partido en el que su equipo no mostró su mejor versión: «Tiene valor ganar cuando no se juega bien, pero debo mirar el por qué hemos hecho hoy las cosas peor». Dicho esto, destacó los 36 puntos alcanzados en la clasificación: «Nos acerca esto mucho al objetivo de la salvación. En la temporada anterior ya eran suficientes para la permanencia».

En el plano individual, Gracia sorprendió con su sinceridad a la hora de hablar de la pareja malaguista de medios centro anoche, con Pablo y Recio: «No me ha gustado mucho el centro del campo. Creo que el equipo en general no marcó bien las distancias. No se atacó bien, y no se estuvo equilibrado, no solo ellos sino de forma general».

También se le pidió un análisis del debutante como titular Ochoa, del que comentó: «Creo que hizo muy buen partido. No tuvo muchas intervenciones, pero alguna fue importante. La falta de minutos de ‘Guille’ no es porque el entrenador no crea que es un buen portero. Tengo que elegir uno. Estoy convencido de su nivel y me alegro mucho por él. Si alguno tenía dudas, que se las quite».

Por su parte, el técnico del Sporting, Abelardo, analizó las ocasiones malogradas por sus jugadores anoche. «Cuando estás penúltimo, con 24 puntos, suelen pasar estas cosas. Ese pelín de suerte que necesitas no lo tienes. Hemos competido de tú a tú desde el primer momento y se encajó un gol en una pérdida tonta en nuestra salida de balón en el centro del campo, pero luego tuvimos opciones. No merecimos perder, y habrá que seguir peleando, sin bajar los brazos», dijo.

palco 17

el árbitro

«Nos falta contundencia y saber leer mejor los partidos, pero se está haciendo un buen fútbol y compitiendo ­–añadió el exdefensa internacional–. Me voy contento por la actitud, no con el resultado, porque estamos necesitados de puntos. Es difícil levantar al equipo, pero para eso estamos».

Cuando le preguntaron que cómo se ve el fútbol alejado de la zona técnica del banquillo, contestó: «Se sufre muchísimo más. Sufría menos de jugador, ahora más de entrenador y desde arriba, que lo ves todo más claro, mucho más. Te gusta hablar directamente con los jugadores, aunque muchas veces te escuchan poco. Por último, se refirió a la realidad de que Jony será la próxima temporada jugador del Málaga. Sin poder reconocerlo, dijo: «Le deseo lo mejor. Me gustaría que siguiera en el Sporting, pero no está en mi mano».

Temas