Malaga CF

Weligton, fichaje de septiembre

Weligton, en un entrenamiento en julio .
Weligton, en un entrenamiento en julio . / Salvador Salas
  • El brasileño comienza a trabajar después de varias semanas de calvario

  • Fue convocado frente a Osasuna en previsión de varios problemas en la zaga, pero ya se le estaban aplicando factores de crecimiento para acelerar su recuperación

Al final no ha llegado un delantero centro, pero Juande sí atisba en el horizonte que podrá contar con una pieza importante. Weligton se convirtió ayer en el fichaje de septiembre. Después de varias semanas de calvario comenzó a trabajar en la última sesión preparatoria de la semana y quiere estar a disposición del entrenador para el partido del sábado frente al Villarreal en casa. Y si no es factible –se antoja complicado–, para la triple cita en solo seis días (en Las Palmas, en La Rosaleda frente al Eibar o en el Benito Villamarín).

Durante las últimas semanas Weligton era como un león enjaulado. No es nuevo. Le pasa siempre que se lesiona o sufre molestias que lo traen de cabeza, ya sea por problemas de la rodilla o por hipotiroidismo. Está loco por reaparecer. Eso sí, cuenta con una gran ventaja. «El doctor siempre me dice que, como no tengo cuádriceps, no se atreve a decir cuánto voy a tardar en volver porque siempre lo hago antes», suele recordar. Y es cierto. El brasileño no necesita muchos entrenamientos para fortalecer la musculatura («es que casi no tengo», bromea) y presume de que él se recupera a base de partidos, no de sesiones preparatorias.

Pero Weligton, que cumplió 37 años el viernes de la semana pasada, está especialmente intranquilo porque sabe que este es su último año como malaguista (y también como profesional) y quiere dar el máximo. No quiere irse con mal sabor de boca, con un puñado de partidos disputados, y por esa razón esta semanas han sido interminables para él.

Su suplencia frente a Osasuna levantó una gran polvareda, porque hasta ahora, sin mediar lesión o sanción, nunca había sucedido que el brasileño estuviera en el banquillo en el estreno liguero. Pero la realidad es distinta: Juande prefirió incluirlo en la convocatoria a sabiendas de que su estado físico era precario en previsión de que pudieran producirse más problemas de la cuenta en la defensa.

Lo cierto es que Weligton llevaba renqueando las semanas previas e incluso se le aplicaban factores de crecimiento para que estuviera en plenitud de facultades. Eso explica, por ejemplo, que el ‘3’ ofreciera un nivel nada acorde a lo habitual en él en la semifinal del Torneo Ramón de Carranza, frente a un combinado de jugadores nigerianos. De hecho, el once que alineó aquella noche Juande era el previsto para el estreno liguero frente a Osasuna.

La suplencia contra el cuadro navarro quizá suscitó polémica, pero la realidad es que Juande y Weligton mantienen una relación cordial. Por ejemplo, se conocen desde hace años; en concreto, desde que el técnico manchego vino de concentración invernal con el Dnipro en una de las diversas ocasiones. El Málaga se encontraba en plena ‘era Pellegrini’ y algunos jugadores se desplazaron hasta Benahavís para almorzar con componentes del cuerpo técnico cuadro ucraniano, entre ellos Juan Ramón Muñiz, el artífice del fichaje del brasileño. Independiemente, el actual entrenador blanquiazul siempre ha tenido magníficas referencias de ‘Weli’.

La prueba más evidente de que Weligton no estaba para competir al máximo nivel frente a Osasuna se vivió al día siguiente, cuando el brasileño ya no pudo ejercitarse. Yasí hasta ayer. Durante dos semanas el brasileño ha sufrido para volver a trabajar sobre el terreno, no en el gimnasio y con muchas precauciones. El capitán malaguista hizo carrera continua y confía en participar el lunes en el primer tramo de la sesión de entrenamiento. Se antoja que su presencia el próximo sábado ante el Villarreal va a ser complicada, pero si todo marcha bien estará para la triple cita que le espera al equipo en solo seis días. Weligton es el fichaje de septiembre.