Malaga CF

Los desajustes, otra vez la condena

Charles trata de mantener el balón ante Musonda.
Charles trata de mantener el balón ante Musonda. / Agencia lof
  • Un grave error defensivo en el gol de Joaquín fue un lastre del que no pudo recuperarse el Málaga

  • El equipo ha pasado de ser el cuarto mejor defensor de la Liga, la pasada campaña, a uno de los más vulnerables en esta faceta del juego

El Málaga podía presumir de solidez defensiva la pasada campaña, pero en lo que se lleva de temporada el equipo parece otro. Con la excepción del choque en Las Palmas, resuelto en un penalti innecesario, el equipo viene siendo víctima de sus graves desajustes defensivos un partido sí y el siguiente también. Lo sucedido anoche en Sevilla después del tanto de Joaquín fue un calco del partido en Canarias. Como a este Málaga no le sobra el gol, sus errores en defensa los paga con creces.

De momento el Málaga no se ha librado de recibir tantos en todas las jornadas ligueras, un detalle que refleja la escasa sensación de seguridad que muestra todo el dispositivo defensivo. Hace una campaña ninguno de los tres ‘grandes’ de la competición consiguieron superar a los blanquiazules por más de un gol de diferencia, y lo más parecido a un resultado amplio en contra fue aquel 3-0 en Mestalla de la octava jornada. Los 35 goles encajados al final del torneo suponían un promedio inferior a uno por partido y solo eran mejorados por el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético.

Error de los laterales

El Málaga de Juande, con cambios en la composición de la plantilla y jugadores que continúan y evidencian una clara baja forma, no es ahora un equipo fiable en su retaguardia. La pareja de centrales no ofrece garantías, aunque ayer se viese una nueva elección: Llorente-Torres. Los problemas en una rodilla de Weligton están trayendo cola. Sin embargo, el mal defensivo no se circunscribe solo a los dos jugadores más cercanos a Kameni. Resulta evidente que Camacho no está en su mejor momento, y los dos laterales, Rosales y Ricca, flaquean mucho más que lo que se les había visto hasta ahora en el Málaga.

En concreto, el gol de anoche de Joaquín (en un testarazo sin oposición) es atribuible principalmente a ellos dos. Musonda puso el centro en el área ante la falta de respuesta de Ricca, y Rosales estaba muy lejos del exmalaguista, totalmente fuera de posición, sin haber basculado lo necesario. También Camacho.

El grave desajuste no es el primero de la temporada. Recuerda mucho al de la acción del empate de Osasuna, con una pared en la banda y un rechace que no se ganó en el área, o los tantos del Espanyol, cuando se perdió un balón tras un saque de banda y toda la defensa parecía descolocada, o el error de marca en el golpe franco lateral del 2-0.

Tampoco estuvo fina la zaga ante el Villarreal en un cuarto de hora letal del primer tiempo (dos goles y un penalti discutible) o en la diana de Nano para el Eibar, cuando Koné permitió el centro de Inui, y Nano remató solo. Tal sucesión de errores describe a un equipo que no es solvente en defensa y que, en una categoría tan igualada por la zona media y baja, empieza a acusar ya un déficit de puntos. En efecto, al Málaga no le sobra poder realizador, pero su despegue en la Liga sólo podrá venir dado por una clara mejora defensiva. Reducir la cuota de desajustes y de goles en contra de los llamados evitables.

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