Malaga CF

Primer síntoma de recuperación del Málaga

Juan Carlos se anticipa por alto.
Juan Carlos se anticipa por alto. / Álvaro Cabrera
  • Frente al Athletic el Málaga por fin logró una cifra importante de balones robados, aspecto clave para los técnicos

  • Después de siete jornadas el equipo tiene un balance muy negativo en relación con las pérdidas de la pelota, igual que hace un año

En el fútbol actual es clave la contención. Ya sea gracias a tener la posesión o a la firmeza del bloque en la faceta defensiva. Yel Málaga no es una excepción. Los ‘grandes’ son menos ‘grandes’ básicamente cuando los hombres de ataque no ayudan en la presión. Por eso, ahora que se imponen más los datos que las sensaciones con los pulsómetros y las numerosas cámaras instaladas en cada estadio, los técnicos escrutan un aspecto clave para ellos: el número de balones robados por el equipo. Y ahí precisamente se encuentra el primer síntoma de recuperación del conjunto blanquiazul. El pasado domingo, en casa frente al Athletic, al fin logró una cifra suficientemente relevante.

Los cambios introducidos por los dos entrenadores (tanto Juande como Ernesto Valverde) probablemente contribuyeron a que hace una semana el Málaga concluyera el partido con 72 recuperaciones de balón. ¿Y hasta qué punto una estadística como esta es reveladora? Seguro que así piensan los aficionados. Pero baste un dato: en el encuentro anterior, frente al Betis, se quedó en 37; es decir, en torno a la mitad. Es evidente que se trata, por ejemplo, de una muestra de más intensidad y de más firmeza por parte de los jugadores blanquiazules.

Hasta el momento el Málaga no había brillado en este capítulo, aunque sí conviene recalcar que sus rivales estuvieron más o menos a su altura. De ahí que Kameni no haya tenido partidos con numerosas intervenciones y sí, en cambio, el equipo haya concedido goles con excesiva facilidad. En el balance numérico los pupilos de Juande solo recuperaron más veces la pelota que el rival en casa frente al Villarreal (curiosamente, pese a la derrota, siete) y al Eibar (solo dos). Tampoco las diferencias fueron excesivas cuando se produjo saldo negativo: tres menos que Osasuna, uno menos que el Espanyol, dos menos que Las Palmas y cinco menos que el Betis. Es evidente que la igualdad en la Liga es enorme.

Aunque la impresión sea otra, de momento este Málaga recupera más el balón que la pasada temporada, con un promedio de casi cuatro por encuentro, pero cabe recordar que la mejoría del conjunto dirigido entonces por Javi Gracia fue más evidente cuando se consolidó la pareja Cop-Charles en la primera línea de presión. Desde ese momento la facilidad para robar la pelota era mayor y, como consecuencia, el equipo sufría menos. El centro del campo no tenía tanto trabajo, la defensa debía asumir menos riesgos y al portero le llegaban menos.

Claro que si se colocan en la balanza los balones recuperados y los perdidos el desfase es claramente negativo. En cierto modo es habitual. Si se analiza el partido del pasado domingo tiene un gran valor esa cifra de 72 robos del equipo malaguista, pero no menos que su rival, el Athletic, lo perdiera nada menos que en un centenar de ocasiones.

Sí resulta especialmente llamativo otro detalle. Ni a propósito el Málaga actual y el de la pasada temporada habrían conseguido que ese saldo negativo entre las recuperaciones de la pelota y las pérdidas fuera idéntico. En ambos casos es de -203. La cifra en sí es muy elevada. De ahí que el primer síntoma de recuperación, el pasado domingo, deba tener continuidad. En la campaña anterior sí se logró y por eso el equipo se instaló en la zona media.

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