Malaga CF

¿Cómo puede el Málaga parar al Atlético?

Kameni se ejercita con Boyko (de espaldas) en el entrenamiento de ayer.
Kameni se ejercita con Boyko (de espaldas) en el entrenamiento de ayer. / Salvador Salas
  • Con su versión más ofensiva e igual de sólida en defensa, no hay un plan claro para frenarlo

  • El Málaga se medirá a un rival con récord de goles en el Calderón a estas alturas y con la cifra más baja de tantos en contra entre las grandes ligas

La Liga muestra un panorama más abierto, con tres favoritos de partida (Barcelona, Real Madrid y Atlético) que ceden más puntos de lo habitual. Una consecuencia de un reparto de la ‘tarta’ televisiva algo más equitativo que el modelo anterior, es la conclusión más extendida, con cinco conjuntos en un intervalo de tres puntos de diferencia encabezando la tabla.

El Atlético podría considerarse una de las víctimas, pero el rival malaguista en realidad recibe elogios por haber pulido su apuesta de juego, ahora más atacante, con cuatro elementos claramente ofensivos siempre en la alineación y con la misma solidez defensiva. Bajo este prisma, ¿cómo podría pararlo el actual Málaga? Aun en su mejor momento, tras su resultado más convincente (4-0 al Leganés) y después de siete puntos en tres jornadas, no parece sencilla la empresa para los pupilos de Juande Ramos. Las claves para comprar más boletos para la sorpresa serían, fundamentalmente, cinco.

Igualar la intensidad

Atrás quedó un comienzo de temporada con algunas dudas: sendos empates ante dos recién ascendidos, el Alavés y el Leganés, y las declaraciones ‘en caliente’ de Griezmann acerca de si su pelea sería por la permanencia. El Atlético no tardó en despegar. Goleó en Balaídos (0-4), al Sporting lo ganaba ya por 2-0 a los cinco minutos y, en general, ha sostenido siempre el pulso a sus rivales en los primeros tiempos para dejarlos sobre la lona en los segundos. Sólo se puede competir contra los rojiblancos aspirando a igualarlos en intensidad, y no es fácil. Simeone consigue que sus jugadores más livianos o de mayor talento se fajen como un obrero más, y la mentalización y la intensa competencia para jugar impide cualquier atisbo de relajo.

Jugar con la necesidad del rival

La derrota en el Pizjuán (1-0) espoleará si cabe más al Atlético, que pasó de ser líder a colocarse quinto, aunque en una cabeza muy igualada. No cabe duda de que se ve en la obligación de no fallar. La mejor manera de empezar a impacientar al equipo madrileño es soportando sin daños la primera fase del partido, lo que permitiría que afloraran las prisas en el rival y, por ende, sus errores e imprecisiones. Pero el Atlético del pasado sufría más que ahora en esos trances. Era un equipo sin el talento y la capacidad de un Real Madrid o un Barcelona, pero cada vez se ha acercado más a ellos, con Griezmann desatado y más cerca del podio de los mejores del mundo. También ha aumentado la capacidad realizadora colectiva. Un dato: el de este curso es su mejor arranque goleador de siempre en el Calderón en la Liga (catorce dianas en cuatro partidos).

Superioridad por el centro

Aunque pareciera exagerado citar la ausencia de Koke en el Atlético como relevante, cuando el Málaga tendrá siete u ocho ausencias por lesión, el madrileño no se perdía un choque liguero desde la séptima jornada de la Liga anterior (el derbi del 4 de octubre ante el Real Madrid) y estaba siendo vital. Su despliegue por dentro en el centro del campo permitía equilibrar bien el nuevo dibujo de Simeone, con 4-4-2 y extremos puros. Juande Ramos podría juntar tres hombres (Camacho, Pablo y Juanpi) en esta zona para buscar superioridades y controlar mejor a su rival. A tenor de lo trabajado ayer, se prevé que sea Saúl quien forme junto a Gabi como ‘pivote’.

Golpear el primero

El Atlético apenas sufre remontadas con Simeone. Ya no sólo porque no hay conjuntos menos goleados en las grandes ligas (cuatro tantos, igual que el Bayern en Alemania, o el Tottenham, en Inglaterra), sino también porque no ha encajado aún más de un gol en algún partido. Suele manejarse con maestría por delante en el marcador, con otro ritmo y sumiendo menos riesgos en su dibujo. Visto así, las opciones del Málaga pasan por aguantar noventa minutos o, sobre todo, golpear primero. Tampoco esto es garantía. En el último partido en el Calderón, Cuenca marcó un estupendo gol para el Granada, pero después recibieron siete.

Máxima concentración

Al Málaga lo han lastrado sus despistes defensivos. Sin tener una alta cifra de goles en contra (es el cuarto con menos), sólo dejó su puerta a cero en el último duelo, y en los previos siempre cometió algún despiste importante, que casi siempre penalizó el inicio de los partidos. Cualquier opción de puntuar pasa por evitarlos ante un rival poderoso a balón parado, con espacios y hasta sin ellos, gracias al desequilibrio individual de los Carrasco, Correa o Griezmann, que se entiende muy bien con Gameiro.

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