Malaga CF

«El mejor Kameni está por llegar»

Kameni, muy optimista cara al futuro del equipo malagueño.
Kameni, muy optimista cara al futuro del equipo malagueño. / Fernando González
  • El portero, héroe del Camp Nou se muestra confiado y muy ambicioso: «Me siento más seguro y maduro; creo que puedo seguir teniendo actuaciones increíbles»

En su sexta temporada en el Málaga, Kameni se ha convertido en uno de los símbolos del equipo blanquiazul. Es una referencia dentro y fuera del campo. Le costó conseguir la titularidad, más de dos años y medio, pero ahora es indiscutible en la portería del conjunto de Martiricos. A sus 32 años, el camerunés sigue sorprendiendo con sus actuaciones, como ocurrió en el choque del Camp Nou del pasado sábado, donde se convirtió en el héroe del encuentro. Pero la ambición del guardameta no tiene límites y asegura en una entrevista a este periódico que puede dar más de sí y que lo mejor está todavía por llegar.

Asegura sentirse capacitado para tener más actuaciones «increíbles», como fueron la del anterior partido y la pasada campaña en el Bernabéu, entre otras. Su familia y él están especialmente felices en Málaga, lo que lo ata aún más al equipo de Juande Ramos. Y tampoco quiere hablar de la retirada, ya que tiene tres años más de contrato y piensa que cada día está más maduro y seguro, lo que le permite mejorar con el paso del tiempo.

–Después de varios días para pensar, ¿en qué lugar colocaría su actuación en el Camp Nou en su carrera deportiva? ¿Fue la mejor?

–La verdad es que no he tenido tiempo para pensar en eso con las llamadas y felicitaciones que he ido recibiendo estos días de todas partes. Pero tienes en la cabeza la sensación de que se ha hecho un buen trabajo, sobre todo, a nivel colectivo. No era nada fácil sacar un punto en ese campo y en ese momento. Estaba más centrado en recuperarme para estar bien en el próximo partido. Viendo las imágenes se observa que hice un buen trabajo a nivel personal para ayudar a los compañeros. Pero diré que ya he hecho algunos partidos bonitos e importantes, como este, desde que estoy en la Liga, aunque no he pensado en qué nivel podría situar la actuación del sábado pasado.

–¿Está en su mejor momento?

–Siempre tengo la misma respuesta: el mejor Kameni está por llegar. Porque estoy acumulando experiencia y trabajo cada día, lo que me permite afrontar los partidos de distinta manera. Me siento más seguro y maduro. Creo que puedo seguir teniendo actuaciones increíbles si mantengo estos pasos. No puedo decir que estoy en mi mejor momento porque no me pongo ningún límite. Intento superarme para hacer cosas mejores.

–¿Al ser expulsado Llorente pensó que era ya una misión imposible mantener la portería a cero frente al Barcelona?

–No me dio tiempo para mirar el reloj de la pantalla. Estábamos tan metidos en el partido que la cabeza ya no estaba para pensar, sino para actuar, como un robot: a muerte, a muerte, a muerte hasta que el árbitro pite el final del partido.

–En las paradas más destacadas del anterior encuentro, ¿qué le decían sus compañeros o los rivales?

–Nada. Me chocaban los compañeros, porque estábamos en un momento de batalla. No hay tiempo para las palabras. Los rivales querían marcar y no decían nada, iban a muerte a por el balón para jugar rápido y lograr el gol. Nosotros lo solucionábamos todo con la mirada.

–Al final sí hubo cambios de impresiones con algún azulgrana...

–Hablé con Piqué al terminar el partido, porque él pensaba que estaba fingiendo para perder tiempo. Le dije que estaba ‘tocado’ y que, además, si fuera una pérdida de tiempo, sería razonable. Era contra el Barcelona y en el Camp Nou. Lograr un punto siempre es muy difícil. Le dije que se pusiera en mi posición y creo que él lo haría igual, y lo entendió.

–Con el árbitro sí que hablaban los jugadores. Todos se dirigían al colegiado, pero sólo expulsó a Juan Carlos por este motivo.

–La verdad es que sólo recuerdo la imagen, porque me quedé sorprendido al ver la roja. No sabía qué había pasado. Yo no escuché lo que le decían los del Barça, pero no es nada nuevo; hay que ser sincero en esto: a los grandes se les permite casi todo y a los pequeños, a veces, ni siquiera te permiten acercarte para hablar. Es lo jodido. Tenemos que aprender de todo ello.

–¿Está mejor de su lesión y dispuesto para el encuentro de mañana?

–Estoy mejor. Vamos a ver con los tratamientos que me están haciendo para ver cómo evoluciona y si podemos llegar a tiempo.

–Las dos últimas campañas y en la actual está siendo el portero titular. ¿Ha temido perder su puesto en algún momento en campañas anteriores o en esta?

–No. Nunca temo. El miedo para mí no existe. De verdad. Puedo decir que temo a la muerte, pero ni eso, porque esta llegará. En mi profesión lo más importante es darlo todo y entrenarse cada día a tope. Después, el fin de semana, decide el entrenar quién tiene que jugar. A veces puedes darlo todo y el técnico prefiere al otro. En ese caso no tienes más remedio que seguir trabajando. Sí pude tener miedo cuando hace tres años llegó Guille (Ochoa), que venía del Mundial, y casi me echaron del club; querían rescindir mi contrato. Pero decidí quedarme con un sueldo reducido a la mitad, no a la baja. Quise pelear y que decidiera el entrenador. Mi vida siempre ha sido de lucha, nunca me han regalado nada. Y seguiré haciéndolo hasta que me retire.

–¿Por qué hizo esa apuesta si tenía otras opciones para salir?

–En ese momento ya no. Tuve ofertas antes, todo el verano. Pero decidí quedarme porque se había marchado Willy (Caballero) y me habían prometido que sería el titular por el buen comportamiento que había tenido en dos años de suplencia, sin malas caras. Y con mi nivel de portero, me dijeron que sería el titular: por eso rechacé las ofertas que tenía. Pero a diez días de cerrar el mercado, me echaban a la calle.

–Ahora está Boyko en una situación similar, ¿qué tal con él?

–Muy bien. Es un chico muy alegre. Me he quedado sorprendido porque he coincidido con otros jugadores del Este y estaban más encerrados en sí mismos, pero con él es diferente desde el primer día. Se integró rápido, con ganas de ayudar. La portería es muy jodida, porque tiene que jugar uno y al otro le toca esperar. Pero es internacional y ha llegado aquí por la petición del entrenador, que lo conoce muy bien.

–Tiene este año y tres más de contrato; ¿quiere acabar en el Málaga su carrera deportiva?

–Acabará algún día, pero no sabemos cuándo. Del futuro no podemos hablar. Si el contrato es tan largo no es para entrar en una situación de conformismo, para retirarme. No. Me voy superando cada día. Puede que al final del contrato tenga más fuerza que hoy. Soy un trabajador a disposición del equipo y no me pongo límites.

–Pero usted y su familia sí están contentos en la ciudad, ¿no?

–Más que contentos. Cuando no jugaba no puse mala cara. El año pasado vino el Watford, con más dinero, y podía marcharme. Pero valoré también lo bien que está mi familia y yo aquí. Además de querido y respetado en el club y la ciudad.

–Su situación actual es estable, pero su carrera tuvo algunos altibajos. ¿Cómo se superan esos malos momentos?

–Hay que pasar por todo para valorar ciertas cosas, aunque si se pueden evitar los malos momentos, mejor. Pero te sirven para aprender de ti mismo. Si tienes mentalidad ganadora sales muy fuerte. Llegué como un niño, con 19 años, al Espanyol y estuve cinco años de titular, pero luego me dejó el técnico en el banquillo. Tuve que aguantar cinco meses para volver de nuevo a la titularidad. Salí de allí por unos problemas económicos. Los dos años sin jugar en el Málaga fueron los más duros de mi carrera, porque, cuando estás bien y no puedes jugar es muy jodido. Pero tienes que entender que el otro estaba haciéndolo bien y tenía la confianza del entrenador. Me tocaba esperar. No era fácil. Después de eso creo que soy más fuerte.

–(Interviene el director de Comunicación del Málaga, Paco Ceballos) Si me permite Carlos. ¿Sabes quién le mandó un mensaje tras el partido de Barcelona? Willy Caballero.

–(Continúa Kameni) La verdad es que se alegra mucho de mis buenas actuaciones. Es muy buena persona. Él comprende los problemas que tuve al llegar. Tenía una relación muy buena con Willy. Se fue al City y cuando tuve la enorme actuación contra el Madrid el año pasado también me pasó un mensaje enorme. Me dijo que había aprendido de mí y que hasta llegar al City no supo lo que yo había estado pasando. Decía que ahora valora más lo que había hecho yo. Y me quería agradecer mi actitud. Me quedé casi un mes con el mensaje, y se lo enseñaba a la gente, para que todo el mundo sepa que no es nada fácil. Por eso cuando pasó lo de Guille me acordé de todo esto. Somos humanos, pero todos somos diferentes. No es nada fácil.

–Después de dos años con Javi Gracia, ¿cómo lo lleva ahora con Juande Ramos?

–No lo conocía de nada. Hicimos una buena pretemporada. Teníamos un bloque y conocíamos qué quería el técnico, y no es nada fácil empezar con otro entrenador y con tantos cambios en la plantilla. En el fútbol lo más importante no es tener buenos jugadores, sino un buen equipo. Todo fue bien en la pretemporada, parecía que el equipo se había metido en Europa sin jugar la Liga. Pero no es así. Hacer un bloque y encontrar una forma de juego no es fácil. Pero poco a poco nos vamos conociendo, y se va notando.

–Al margen de las bajas, ¿la plantilla actual es mejor que la anterior?

–Nunca voy a hablar de los nombres, porque no hemos hecho todavía nada. Tenemos una plantilla no muy larga y ahora contamos con muchos lesionados. Es complicado estar en esta situación. Los del filial tienen mucha calidad, pero al final vamos a pedirles más de la cuenta. Es mejor que se recuperen los lesionados.

–Pero el Málaga está clasificándose las últimas temporadas en la zona media-alta y tiene presupuesto también para colocarse en esas plazas. ¿Es una locura pensar que pueda entrar en Europa, donde juegan siete equipos españoles cada año?

–No es ninguna locura. Se puede aspirar. El sueño te permite poner los objetivos cada día más altos, para superarnos. Si quedamos la temporada anterior octavos, en esta podemos estar séptimos o sextos. Es muy pronto, queda mucha Liga y hay que ver cómo empezamos tras el parón de invierno. Suele haber cambios importantes. Si volvemos bien, podemos aspirar a algo.

–¿Qué le diría a quienes sueñan con conseguir ya esta misma temporada una plaza en Europa?

–Primero quiero agradecer a la afición su apoyo. Si vamos ahora de la duda a la esperanza, estamos en el buen camino. Eso nos traslada energía positiva a todos para afrontar los próximos partidos. Con las dudas, la pitada es segura, pero con la esperanza cambia todo. Tenemos que transmitir energía a los chicos que están abajo. El fútbol es sentimental, cuando te sientes arropado y apoyado, tienes más fuerza. Si te quieren las pilas te dan para más.

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