Malaga CF

Romero se refugia en los capitanes

Romero escucha ayer a Camacho en presencia de Duda y Weligton.
Romero escucha ayer a Camacho en presencia de Duda y Weligton. / Ñito Salas
  • El papel de Duda, Weligton y Camacho ha pasado a ser muy importante desde que se produjo el relevo de entrenador

La imagen de Ñito Salas que ilustra esta información es suficientemente elocuente. Más que nada, porque nunca se había producido de una forma tan clara en un entrenamiento del Málaga. Con luz y taquígrafos. Durante más de diez minutos los tres capitanes de la primera plantilla (Duda, Weligton y Camacho) se juntaron en torno al entrenador, Marcelo Romero, para intercambiar impresiones.

Que el papel de los capitanes iba a ser enorme con el relevo en el banquillo estaba más que cantado. Desde el mismo instante en que al presidente del club, Abdullah Al-Thani, se le sugirió la elección de Romero como sustituto de Juande –en gran medida para contar con suficiente margen de maniobra económico para incorporar a tres jugadores en este mercado invernal–, muy pocos han ocultado en el seno de la entidad de Martiricos que Duda, Weligton y Camacho también respaldaban esta opción.

No obstante, con la imagen de ayer todo queda mucho más claro, sobre todo si se valora la presencia de Weligton, que habitualmente trabaja en el gimnasio dentro de su proceso de recuperación. El brasileño siempre ha ejercido de líder del grupo mientras Duda, por ejemplo, no ha sido tan directo en sus intervenciones delante de los compañeros. Yahora, pese a su decisión personal de firmar la baja federativa para facilitar la llegada de otro futbolista extracomunitario (Peñaranda), mantiene ese estatus siempre tan relevante en el grupo.

Pero la imagen es clarificadora porque, si bien es habitual que en momentos puntuales los capitanes conversen con el entrenador para analizar aspectos relacionados con el equipo, siempre se produce de puertas adentro, lejos de los focos y, por supuesto, casi siempre sin que trascienda. No cabe duda de que Romero quiere demostrar así que se apoya en los jugadores, aunque tampoco es un secreto que entre bambalinas se ha asegurado desde el primer día que el Málaga hoy por hoy vive también en un proceso de cierta autogestión.

Decisiones técnico-tácticas al margen (si jugar con uno u otro sistema, si tener una mentalidad más o menos defensiva, incluso la conveniencia de que Camacho vea retrasada su posición hasta la llegada de un central), tanto Romero como los jugadores buscan unificar el mensaje con vistas al encuentro del lunes frente a la Real Sociedad. Preocupa (y mucho) que la entrada en La Rosaleda sea pobre cuando se trata de una cita crucial para no entrar en una dinámica negativa; es decir, en crisis. Otra derrota, en vísperas además de la visita a un Real Madrid muy solvente en su feudo, podría disparar la ansiedad y hasta cierto temor a un declive clasificatorio.

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