Fue ofrecido hasta la saciedad al Málaga y a diversos clubes españoles durante el otoño de 2015, pero sólo el Betis dio el paso por medio de su anterior director deportivo, Eduardo Maciá, finalmente destituido. Hasta que el Leicester, sorprendente campeón de la Premier League, apostó de lleno por él. No fue con un salario importante –de lo contrario no habría podido ser fichado ahora por el club de La Rosaleda–, pero Claudio Ranieri y los responsables del conjunto inglés entendieron que Luis Hernández podía ser un buen recambio para los dos centrales titulares, el jamaicano Morgan y el alemán Huth. Y probablemente junto a ellos el madrileño ha mejorado estos meses en su punto más débil, la contundencia.
El aterrizaje de Luis Hernández en Málaga va a ser relativamente cómodo, porque fue compañero de Juan Carlos en las categorías inferiores del Real Madrid. Paradójicamente, ambos han evolucionado a otra posición en el terreno de juego. El nuevo futbolista blanquiazul era habitualmente lateral derecho hasta que comenzó a consolidarse como central –fue una decisión de José Ramón Sandoval que luego mantuvo Abelardo– mientras el madrileño apuntaba muy buenas maneras como extremo izquierdo y de un tiempo a esta parte es utilizado más como lateral.
Precisamente por su condición de lateral durante varios años (en la derecha) Luis Hernández destaca por su rapidez. Es un jugador al que es difícil sorprender en este aspecto, y esa virtud le facilita la tarea cuando debe salir a fijar la marca en la banda o cuando tiene que anticiparse. Tampoco desentona al sacar el balón jugado. Físicamente suele estar siempre a un nivel muy alto, consecuencia directa de su profesionalidad. Los que lo conocen destacan de él que se cuida muchísimo y que mantiene una línea estricta con su alimentación y la recuperación para evitar lesiones.
Junto a Bernardo
En España sólo el Betis tanteó el año pasado su fichaje e incluso se habló de un preacuerdo con un contrato de cuatro temporadas y un montante total de 3,5 millones. No obstante, la salida del director deportivo, Eduardo Maciá, hizo que ese pacto se rompiera. En la entidad verdiblanca consideraban muy elevada la referida cantidad y tampoco en la cúpula de la entidad veían clara su incorporación. En el mercado se consideraba entonces que Luis Hernández era un jugador poco contundente para la élite. Efectivamente, pese a su envidiable regularidad (en la temporada 2014-2015 sólo se perdió un partido, y en la anterior, dos), es un defensa que comete pocas faltas y apenas ve amonestaciones. Tal vez le perjudicó que en este periodo como central estuvo a la sombra de Bernardo, también de 27 años y que era el futbolista que tenía más jerarquía.
El hispanocolombiano (1,92 metros) sí destacaba por su corpulencia, contundencia y liderazgo, y estaba en la agenda de varios clubes de la Liga porque también terminaba contrato. De hecho, el exmalaguista Manolo Gaspar fue enviado en octubre de 2015 a Madrid por el entonces director deportivo, Mario Armando Husillos, para tantearlo.
La grave lesión de Bernardo en enero –que probablemente ha influido en que este tampoco haya tenido muchas actuaciones en el Middlesbrough de Aitor Karanka– hizo que Luis Hernández tuviera que tomar el mando de la defensa, acompañado del prometedor Meré (campeón de Europa sub-19). El madrileño no desentonó, pero sí se echó en falta la contundencia de su compañero. Aun así, su regularidad siempre hizo que la valoración de su rendimiento fuera positiva.
En el Leicester Luis Hernández ha tenido pocas opciones. Fue convocado en 15 de los 20 primeros partidos de la Premier, pero apenas fue utilizado como central. Sólo en la primera jornada y por la baja obligada de Huth. En los otros tres encuentros actuó como lateral derecho, uno como sustituto y dos en el once inicial. Respecto a sus actuaciones en la Champions (cuatro), también lo hizo en el costado de la zaga. Independientemente de la indiscutible titularidad de Morgan y Huth, es evidente que la contundencia de ambos (miden 1,85 y 1,91) ha jugado en contra de Luis Hernández, aunque no cabe duda de que estos seis meses en el Leicester le han hecho mejorar en este aspecto. Ahora llega al Málaga y se confía en que pueda formar una pareja solvente con un defensa veterano como Demichelis. En cualquier caso, si esta circunstancia no se produjera, la dirección deportiva lo considera con experiencia para que los más jóvenes crezcan a su lado.
Como es sobradamente conocido, el nuevo jugador blanquiazul brilla por otra faceta del juego: los saques de banda. En el Sporting era habitual verlo lanzarlos desde los flancos en campo contrario. Su potencia era muy llamativa, porque tenía la misma eficacia que una falta lateral o un saque de esquina. Este tipo de acciones fue fundamental en la temporada del ascenso a Primera porque dio varios puntos al cuadro asturiano y, aunque en Primera hubo menos réditos, sin duda se trataba de un argumento importante en ataque. Habrá que ver si el Málaga sabe explotarlo...
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