Malaga CF

Mañana, como si enfrente estuviera uno de los dos ‘grandes’

Romero conversa ayer con Rosales.
Romero conversa ayer con Rosales. / Ñito Salas
  • El Málaga se mentaliza para mantenerse como un bloque ordenado y no perder la posición pese al control de la pelota por parte del rival

El Málaga sabe lo que le espera mañana: afrontar el partido como si enfrente estuviera uno de los dos ‘grandes’ (Real Madrid y Barcelona). Puede sonar raro, porque jugará en casa, pero tanto el cuerpo técnico como los jugadores asumen que de salida el rival apostará por hacerse con el control de la pelota. De ahí que la mentalidad en el vestuario esté definida. La clave será no perder la posición para evitar así un correcalles y los temidos espacios que suelen aprovechar los medios punta de Las Palmas.

Quique Setién ha conseguido que el cuadro grancanario tenga un sello propio. El gusto por la posesión no siempre da sus frutos, porque a veces, como admitía recientemente el técnico, su equipo se recrea y pierde el orden, lo que impide obtener mejores resultados. De hecho, pese a las buenas sensaciones que ha ofrecido Las Palmas y a las muy discretas del Málaga –aderezadas en la actualidad por la racha de nueve partidos sin ganar–, en caso de triunfo blanquiazul la distancia se reduciría a sólo dos puntos.

Ventaja

Esta vez el Málaga cuenta con la ventaja de que la mayoría de sus jugadores ya sabe qué tipo de partido afrontarán mañana. En la campaña anterior el balance no fue precisamente negativo. Es cierto que en la primera vuelta, en el estadio Gran Canaria, el equipo lo pasó mal en varias fases, pero supo rehacerse, equilibrar la balanza y hacer de su solvencia defensiva el mejor argumento para obtener un punto. En la vuelta, en el cierre del campeonato, el duelo se saldó con goleada por 4-1 y, aunque Ochoa estuvo portentoso en varias intervenciones, a Las Palmas le perdió su desmedida ambición. Dejó huecos tan evidentes que Atsu y Charles remataron la faena en los minutos 84 y 87. Los centrales amarillos sufrieron en exceso, en particular Lemos, uno de los zagueros más cotizados (y justificadamente) en la recta final del ejercicio.

Como contraste a aquellos dos resultados positivos para el Málaga –el primero, además, coincidió con el debut de Chory Castro– cabe incidir en el detalle de la posesión. En ambos encuentros el equipo blanquiazul tuvo que conformarse con un 42 % por un 58 % de su adversario. El dato cobra más relevancia si se valora que en la pasada Liga el porcentaje para los pupilos de Gracia sólo fue inferior en los dos encuentros frente al Barcelona (26 % en el Camp Nou y 34 % en La Rosaleda), en los dos contra el Real Madrid (32 % en el Bernabéu y 37 % en Martiricos), y en casa frente a la Real Sociedad. En este encuentro cayó a un 39 %, pero es obligado recordar las circunstancias. El cuadro donostiarra, al que también le gusta tener el control de la pelota, se vio con un 2-0 en contra a los siete minutos (sendos tantos de Charles), apretó tras el gol de Agirretxe al filo del cuarto de hora y ejerció un dominio absoluto desde que Tissone fue expulsado en el minuto 71. Gracia tuvo que reestructurar el equipo de inmediato y reforzar el centro del campo con Pablo (en su segundo partido con el primer equipo) en perjuicio de uno de los puntas, Cop. Y aunque Charles redondeó el triunfo y su ‘hat trick’ en el minuto 89 (la televisión aclaró que en posición antirreglamentaria), el asedio visitante fue abrumador en los últimos 20 minutos.

La lección para mañana está más que aprendida. El Málaga pretende no caer en la trampa de perder el orden y volverse loco a la hora de disputarle la posesión de Las Palmas. El mensaje está definido: mantener la cabeza fría y, por encima de todo, el equilibrio. Así el camino para obtener el triunfo, aunque el equipo juegue como local, será más sencillo que en un duelo de continuas idas y vueltas con continuo intercambio de golpes. Será como medirse a uno de los dos ‘grandes’.

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