Malaga CF

Dos ‘generales de invierno’

Luis Hernández y Demichelis, en una acción del partido del pasado lunes frente a Las Palmas
Luis Hernández y Demichelis, en una acción del partido del pasado lunes frente a Las Palmas / Salvador Salas
  • Demichelis y Luis Hernández le han cambiado la cara al Málaga con su firmeza atrás

  • Ambos han sorprendido en el grupo por su obsesión con la prevención, la preparación, la alimentación y la recuperación

Definitivamente el Málaga es otro. Al menos, en el aspecto defensivo. De no haber sido por dos tiros lejanos que sorprendieron a Kameni y un penalti inexistente, habría conseguido mantener su puerta a cero los tres últimos encuentros. Pero, pese a este reto no conseguido –y que tanto se resiste–, la llegada de dos ‘generales de invierno’ a la zaga ha sido crucial para cambiar radicalmente las sensaciones en cuanto a la firmeza y la seguridad. Demichelis y Luis Hernández le han cambiado la cara al equipo.

Con apenas unos días de entrenamiento, el argentino y el madrileño se estrenaron como pareja en Pamplona. Ambos lo hicieron con una nota muy alta. La consistencia exhibida aquella tarde por el Málaga nada tuvo que ver con los nervios, la intranquilidad y la alarmante sensación de fragilidad tan evidente durante toda la primera vuelta. Pesó sobre todo la lesión de Weligton, llamado a ser el líder de una defensa plagada de centrales más bisoños (Llorente, Mikel o Luis) o de otro que procedía de una liga inferior (Koné).

El Málaga firmó al final a dos centrales: Demichelis (a petición del entrenador y con el beneplácito de la propiedad) y Luis Hernández (con el aval de la dirección deportiva). Lo que nadie sabía es que el Málaga firmaba a dos centrales que destacan por su obsesión por la prevención, la recuperación, la preparación y la alimentación. Sólo así se explica que, después todo el año casi sin competir, el argentino fuera convocado frente al Madrid (y debutara en la recta final) pese a ejercitarse sólo tres días. Que a sus 36 años presente un aspecto físico tan envidiable obedece, por ejemplo, a detalles como el vivido en el viaje de regreso de la capital navarra. Cuando llegó la hora de recibir la cena, él sacó un pequeño ‘pack’ con una alimentación específica. Respecto a su compañero en el eje de la cobertura, SUR ya explicó hasta qué punto se destacaban y elogiaban esos hábitos en Gijón, donde rindió a muy buen nivel.

Nada de retrasar el balón

La compenetración entre ambos es absoluta, como se demuestra partido tras partido en el terreno de juego. Probablemente se deba a que tienen virtudes complementarias. Luis Hernández es más rápido que Demichelis, pero este tiene mejor salida de balón que su compañero. El argentino es más contundente que el madrileño, pero este es más sobrio en sus intervenciones. Ambos brillan por su inteligencia para medir las salidas de su zona e incluso para fijar la marca en la banda. Y ambos también huyen de ceder el balón al portero y asumen la responsabilidad de sacarlo jugado. Este último detalle cobra más relevancia porque Kameni no es un dechado en el golpeo con los pies. La única acción de este tipo el lunes fue obra de Juan Carlos y el meta no llegó a la mitad del campo propio y la regaló a un contrario.

El gran nivel de los centrales ha calado en el equipo. Ahora Camacho se ve más tranquilo –quizá por ello se arriesgue tanto a irse al ataque– y también los centrales. Tampoco es casual que Rosales se haya entonado notablemente en los últimos encuentros. Con anterioridad el venezolano se veía coartado a la hora de subir debido a que detrás eran habituales las fisuras. Igualmente Juan Carlos ha mejorado considerablemente, aunque en su caso no pasan inadvertidos las correcciones continuas y los comentarios de Demichelis, que lo tiene ‘atado en corto’ para ayudarlo a pulir las lógicas carencias defensivas de un extremo reconvertido. Definitivamente, el Málaga es otro. La llegada de los dos ‘generales de invierno’ se deja notar...

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