Malaga CF

La ‘rehabilitación’ de Llorente

Llorente corre con José Rodríguez, cuya expulsión le permitió estrenarse como centrocampista.
Llorente corre con José Rodríguez, cuya expulsión le permitió estrenarse como centrocampista. / Ñito Salas
  • El madrileño, muy criticado como central, se perfila como medio de contención en Ipurua ante la baja de Camacho

  • El firme apoyo de sus compañeros tras los cánticos de la Grada de Animación en el partido de Copa ha evitado que el jugador se hunda anímicamente

Se suele decir que en el deporte de competición la revancha llega muy pronto para un equipo, en apenas unos días. El calendario siempre permite disfrutar de una oportunidad a corto plazo para resarcirse de un varapalo. En el plano individual siempre resulta más complicado porque prevalece el colectivo y el jugador pierde su plaza. En ocasiones durante meses o durante toda la temporada. Apartado de la titularidad en su puesto habitual, como central, Llorente tendrá el sábado en Eibar la opción de ‘rehabilitarse’. La baja de Camacho por acumulación de amonestaciones (ya en el segundo ciclo) lo sitúa como el futbolista preferido por el cuerpo técnico para ocupar la plaza de medio de contención.

Cuando se cerró la incorporación de José Rodríguez, se apuntó el riesgo que asumía el Málaga en caso de que Camacho, ya a sólo dos amarillas de completar ciclo, tuviera que cumplir una sanción o, simplemente, enfermara. A las bajas por lesión de los dos posibles recambios (Recio y Kuzmanovic) se sumaba que la última incorporación del mercado invernal no se ajusta a ese perfil. En cualquier caso, el valenciano tampoco podrá estar el sábado en Eibar (20.45 horas) debido a su expulsión el lunes, por lo que las dificultades para Marcelo Romero se incrementan.

Otras opciones

¿Quién o quiénes podrían ocupar la vacante de Camacho? En una situación puntual esta misma temporada, y en un partido de enorme exigencia (en el Camp Nou), Juande Ramos apostó por la pareja Juanpi-Pablo, aunque arropados por una defensa con tres centrales. Pero no parece que los tiros vayan por ahí, entre otras razones porque Romero ha situado más adelantado a Pablo. No quiere decir que el castellonense no juegue como medio en Ipurua, pero sería como acompañante.

En la plantilla figuran varios jugaron con experiencia en esa posición. Quizá el que lo hizo más a un alto nivel es Demichelis (incluso en el propio Málaga con Manuel Pellegrini), pero en el cuerpo técnico esta opción está descartada porque supondría romper una pareja de centrales que está dando un excelente resultado. Puntualmente han desempeñado la función de medio de contención Ricca e incluso Rosales con su selección. Tampoco conviene dejar en el tintero el caso del canterano Luis, que precisamente comenzó en esa demarcación hasta que en su etapa cadete fue retrasado al centro de la defensa y que esporádicamente ha sido un recurso en el juvenil de División de Honor o en el Atlético Malagueño, tanto con Manel Ruano como con el hoy segundo entrenador de la primera plantilla, Sergio Pellicer.

Pero la opción con más fuerza –y a la que, sin ir más lejos, recurrió el entrenador para fortalecer la medular tras la expulsión de José Rodríguez– fue Llorente. En esa tesitura Romero pudo mantener el cambio previsto (iba a salir Jony por Keko, este último algo cansado) y retrasar a Pablo, aunque se inclinó por incluir al madrileño como acompañante de Camacho. Fueron sus primeros minutos en el centro del campo desde que se incorporó al Málaga.

Ánimos tras el primer error

La primera intervención de Llorente demostró hasta qué punto el futbolista cedido por el Real Madrid se ha visto arropado por sus compañeros los dos últimos meses. Desde luego, sin ese respaldo recibido en el vestuario, el futbolista se habría hundido anímicamente después de los cánticos en su contra de la Grada de Animación, en el sector de Gol, tras la acción del penalti cometido en el encuentro de Copa con el Córdoba. En la primera intervención ante Las Palmas el madrileño entregó mal la pelota, que se fue por la línea de banda de Preferencia, y rápidamente varios jugadores alzaron las manos aplaudiendo y también pidiendo ánimos. No hubo margen para el runrún. La Rosaleda estaba volcada con el equipo en su tenaz defensa del 2-1. El jugador estuvo correcto, no perdió el sitio y hasta tuvo un cruce muy relevante.

Llorente, otro de los futbolistas que destacan en el vestuario malaguista por su obsesión por cuidar la preparación y la alimentación, suele repasar sus actuaciones para ver los posibles errores. Pese a que ha perdido la titularidad con la llegada de Luis Hernández y Demichelis –cuyo alto nivel está fuera de toda duda–, el madrileño está convencido de que le dará la vuelta a la tortilla y acabará convenciendo a los aficionados. En su defensa se insiste desde el club en que la lesión de Weligton lo obligó a asumir una responsabilidad que no le correspondía y que eso le pasó factura, porque precisamente desde el primer día ha destacado por sus virtudes en los entrenamientos. En principio se da por seguro en el vestuario que Romero apostará por Llorente como el medio centro de contención el sábado en Iputua. Al madrileño se le presenta una oportunidad de ‘rehabilitarse’ ante los aficionados, aunque la empresa no parece fácil en el campo de un adversario ya de reconocido empaque.

Recibe nuestras newsletters en tu email

Apúntate