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OJO DE HALCÓN

Coger el toro por los cuernos

Sergio Cortés

Lunes, 13 de marzo 2017, 00:46

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El Málaga se la juega en Leganés. Todo lo demás son cuentos chinos. No es necesario esperar a la temporada próxima para que la desastrosa gestión pueda pasarle factura al club. A menos que el fin de semana se den dos resultados muy favorables (triunfo en Butarque y empate en el Sporting-Granada), va a tocar sufrir mucho en esta. A día de hoy sólo confío en Míchel. Igual que en 2010 sólo confiaba en el pulso firme de Muñiz con la peor plantilla de la historia (por ejemplo, con Luque).

Es cierto que Al-Thani no tiene ni idea de esto, que a Arnau su condición de 'hombre de club' lo ha devorado y que la elección de Romero, como apunté el día que la publicamos, era una huida hacia adelante sin el más mínimo sentido. El Málaga ha perdido dos meses y medio porque el director deportivo hace tiempo que está más pendiente de no contrariar al jeque que de mandar de verdad. Si hubiera sido así, a Juande se le habría dado poder y no se habría ido cuando ya estaba poniendo a algunos futbolistas en su sitio.

Pero el problema del club es que, al margen de tanto fantasma suelto por los pasillos (ay, esos fenómenos que no han empatado con nadie y que dan lecciones de fútbol), el mando lo tienen los jugadores. Sólo confío en Míchel porque espero que acabe con tanta tontería, desde la romería que es el calentamiento del Málaga (con tanto técnico y preparador físico) al ego que acompaña a demasiados jugadores que van de estrellas cuando no pasan de 'futbolistas de resúmenes'.

Y ya que ni Al-Thani ni Arnau cogieron el toro por los cuernos en su momento, ahora le va a tocar a Míchel. El sábado ya pudo comprobar que futbolistas de verdad no le sobran. Muchos están acomodados y no tienen ambición (de ahí que 'vendieran' sus quejas sobre Juande), y esa situación se ha multiplicado cuando han manejado a su antojo a Romero. De calidad de verdad el equipo está justito. A estas alturas el nuevo técnico tiene las manos desatadas para que tome decisiones, por drásticas que sean. Y luego, en junio, ojalá que en Primera, toca renovar. Pero la plantilla, no los contratos.

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