Malaga CF

Un viaje por la historia del Málaga

Dani Marín (moderador), Basti, Roteta, Movilla, Catanha, Fernando, Manu y Weligton, protagonistas del coloquio de ayer.
Dani Marín (moderador), Basti, Roteta, Movilla, Catanha, Fernando, Manu y Weligton, protagonistas del coloquio de ayer. / Paula Hérvele
  • Siete futbolistas recuerdan vivencias con el equipo con La Rosaleda de hilo conductor

  • Movilla, Roteta, Catanha, Manu, Fernando Peralta, Basti y Weligton deleitan con sus anécdotas en un acto de la Fundación del club

Coraje y corazón. Son los valores que el Málaga predica y los que ellos llevaron por bandera en sus años como blanquiazules. Movilla, Roteta, Catanha, Manu, Fernando Peralta, Basti y Weligton hicieron ayer las delicias de la concurrencia en la sala Ámbito Cultural, en un acto que organizó la Fundación del Málaga. «Ahora me cuesta trabajo ver los partidos. Lo echo mucho de menos», reconoció uno de los protagonistas, el fuengiroleño Manu, quien con su gol contra el AEK de Atenas en 2003 puso al conjunto blanquiazul en los cuartos de final de la Copa de la UEFA. No es el único que echa en falta el volver a vestir de corto. Los exjugadores reunidos suman 1.390 partidos con el Málaga y una infinidad de momentos curiosos.

«La semana antes de fichar por el Málaga me rompí la tibia y el peroné. Ben Barek fue el que me hizo debutar. Eso sí, me podría haber sacado en otro partido que no fuera el 0-5 que nos metió el Figueres», bromeó Basti, que ahora trabaja para la Fundación. Sobre el paleño, el guardameta con más partidos jugados en el equipo, Fernando Peralta, recordó que no siempre fue así. «Era muy callado para cualquier conversación, Nada más que asentía a lo que le decía el entrenador, y mira ahora cómo ha cambiado», destacó el rondeño, que recordó cómo era La Rosaleda durante sus comienzos en el fútbol. «Los fondos no tenían la parte de arriba, se crearon para el Mundial del 82, y ya cuando vine de visitante con el Sevilla cuando vi los altavoces en el campo por primera vez». Incluso, Fernando explicó una anécdota que le une con el actual entrenador del Málaga, Míchel. «Estaba de portero cuando debutó fuera de casa en un equipo profesional. Jugábamos contra el Castilla y él sacó el córner que luego remató Paco Llorente y encajamos nosotros», rememora.

Por su parte, Movilla vivió dos ascensos consecutivos que llevaron al Málaga de Segunda B a Primera. «Aquel paso por Málaga era lo mejor que me podía haber pasado, porque venía de un club de Segunda B», comentó. «Cuando yo llegué la sensación era que la mitad de la ciudad era mitad del Barcelona y la otra del Real Madrid, y sólo había una pequeña parte que eran fieles seguidores.En apenas dos años, eso cambió por completo y esos dos equipos pasaron a un segundo plano», añadió el madrileño.

Los ascensos coparon gran parte de la tertulia entre los exfutbolistas. «Pocas ciudades podrán presumir de meter a 40.000 personas en un estadio en un partido de Segunda B», evocó Mikel Roteta, uno de los más queridos por la afición. El vasco fue el autor del gol que le diera al Málaga su mayor triunfo internacional, la Copa Intertoto, en 2002. «Pasear el nombre del Málaga por Europa fue muy bonito», reconoció. Un orgullo de pertenencia que quiso resaltar Catanha, que comenzó pidiendo disculpas por su comentario antes del partido contra el Leganés, cuando dijo que prefería que ganara el cuadro madrileño. Su paso por el equipo fue breve pero intenso, con 53 goles en 77 partidos. «Mis compañeros saben lo que represento y lo que representé en el vestuario», afirmó.

Referencias a Peiró

Joaquín Peiró fue uno de los nombres más repetidos. Un entrenador peculiar y uno de los más queridos, tanto entre los jugadores como por la afición. «Un día, le hicimos una novatada a Movilla. Estaba recogiendo el material y lo amordazamos y lo llevamos a la cama del míster en el hotel. Cuando Peiró abrió la puerta de su habitación ni se inmutó», rememora Roteta. Movilla añadió: «Yo estaba pidiendo ayuda y el míster ni se inmutó. Cogió su pijama de ‘cashemire’, se puso en el otro lado de la cama y yo, como si no estuviera».

«Muchas veces dejamos de lado el fútbol, que es lo más importante y se desperdicia poder jugar en un equipo de Primera como este. El equipo que yo tenía más cerca cuando era joven estaba a 800 kilómetros, no a 800 metros. He visto a muchos jóvenes que se han quedado en el camino por desperdiciar una oportunidad así», sentenció Weligton, el único de los presentes que aún no se ha retirado sobre sus orígenes en Brasil. No faltaron muchas más anécdotas, resultado de las numerosas temporadas de compañerismo y buen ambiente en los vestuarios. También hubo un guiño para el Atlético Malagueño, cuyos componentes estuvieron presentes en el acto.

Recibe nuestras newsletters en tu email

Apúntate