Míchel quiere aprovechar hasta el último instante para preparar lo mejor posible el partido de mañana contra el Atlético, en La Rosaleda a partir de las 20.45. De ahí que haya programado para mañana el último entrenamiento de la semana, el mismo día del encuentro. Tras esta esta sesión, además, será cuando ofrezca el técnico la convocatoria para el encuentro.
El entrenamiento se celebrará en el estadio de Martiricos y será a puerta cerrada. La sesión, como es habitual en estos casos, será muy suave y exclusivamente estratégica. Míchel, de esta forma, también tendrá más tiempo para saber cuál es el estado físico de algunos jugadores que tienen molestias y otros que están intentando alcanzar su mejor momento de forma.
La trascendencia del partido ha obligado a Míchel a extremar hasta el último detalle, ya que un buen resultado en este importante y complicado compromiso puede ser determinante para el cambio de rumbo del equipo después de un bache de resultados demasiado prolongado.
Noticias relacionadas