Malaga CF

Un desengaño y una alegría frente al Real Madrid

Duda toca el balón ante Gago y Sergio Ramos en 2010.
Duda toca el balón ante Gago y Sergio Ramos en 2010. / SUR
  • El Málaga se salvó en 2010 gracias a un empate con los blancos, pero se fue a Segunda tras la increíble derrota de estos ante el Hércules en 1985

La última jornada siempre da para rumores, comentarios e incluso confirmaciones. El Málaga también ha vivido situaciones a vida o muerte contra el Real Madrid. Los más jóvenes recordarán el empate en casa en 2010 que permitió lograr la permanencia en la élite (gracias también a los resultados que se produjeron en Mestalla y El Sadar), aunque los más veteranos sin duda no olvidan el desenlace de aquel Real Madrid-Hércules de 1985 que mandó al conjunto blanquiazul a Segunda.

La memoria está suficientemente fresca para relatar lo vivido en La Rosaleda el 16 de mayo de 2010. El Real Madrid, dirigido entonces por Manuel Pellegrini, también se jugaba el título de Liga. Pero con una diferencia: no dependía de sí mismo. Por eso, los aficionados malaguistas acudieron a la entidad de Martiricos deseosos de que el Barcelona, que partía con ventaja, marcara pronto. Cuanto antes. Ylo hizo. El empate no le garantizaba la permanencia al conjunto de Juan Ramón Muñiz, porque también debían darse otros resultados. El primero, precisamente, que el Barcelona derrotara al Valladolid.

El gol de Duda a los ocho minutos, unido al primero de los azulgrana, permitió soñar con lo que se antojaba a priori un milagro. El Real Madrid, que acumulaba antes del encuentro 95 puntos y 101 goles, empató a poco de comenzar la segunda mitad (por medio de Van der Vaart) y no materializó varias ocasiones claras en este periodo. El punto supo a gloria al producirse los otros dos marcadores favorables: ni el Tenerife ni el Xerez ganaron en Valencia y Pamplona, respectivamente. La Rosaleda enmudeció cuando a través de los auriculares se escuchó en el minuto 90, con 0-0 en Valencia, aquello de «Gol en Mestalla». Durante unos segundos se paró el tiempo. Hasta que se supo que había marcado el conjunto local y que además el tanto llevaba la firma de un malagueño, Alexis. Entonces La Rosaleda estalló de júbilo.

‘La tarde de los carnés rotos’

Para los seguidores más veteranos aquella permanencia a última hora no palió en absoluto la enorme decepción vivida el 21 de abril de 1985, ‘la tarde de los carnés rotos’. En aquella jornada el Málaga se fue a Segunda División y cerró la segunda mejor racha en la máxima categoría (tres temporadas consecutivas) tras empatar a uno con el Betis. La historia es más o menos conocida: siempre se habló de que ambos equipos habían pactado el reparto de puntos. Pero la realidad es que Antonio Benítez cerró el vestuario a cal y canto (así se lo ordenó al delegado, Miguel Hilillo) y no pudo ser más tajante en su charla: «Nosotros vamos a cumplir con lo nuestro, que es ganar». El conjunto blanquiazul había caído en picado en la segunda vuelta. En 16 partidos sólo había sumado 10 puntos (se premiaba la victoria con dos, no con tres) y había marcado pocos goles (9). Enfrente, un rival claramente superior, con Esnaola, Gordillo, Cardeñosa, Rincón, Calderón...

El empate en sí podía beneficiar a ambos salvo que el Sevilla cayera en casa frente al Valladolid (algo que sucedió y que estaba más o menos previsto por la rivalidad Sevilla-Betis) y, sobre todo, que el Madrid perdiera en el Bernabéu ante el Hércules. Yasí fue. Lo demás es conocido: Juanito, baja en ese encuentro y totalmente desconocedor de un pacto que en privado siempre calificó de «vergonzoso», bajó al vestuario y rompió la puerta de una patada... El desengaño de muchos malaguistas por la actitud del Madrid aún perdura.

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