Malaga CF

Al Malaga le faltó Liga

Míchel, determinante en el despegue final del Málaga, se dirige a sus hombres ante el Madrid.
Míchel, determinante en el despegue final del Málaga, se dirige a sus hombres ante el Madrid. / Ñito Salas
  • Protagoniza una campaña de contrastes, decepcionante en sus dos primeros tercios y con un brillante final

  • Marcado por lesiones importantes de jugadores clave y el pobre nivel de los fichajes, no se estabilizó hasta la llegada de Míchel

Al Málaga le faltó Liga. Esta es la sensación que ha dejado el equipo a la hora del balance.De menos a más, abrazó la undécima plaza final como un premio que puede resultar engañoso a tenor del espectáculo ofrecido este curso, pero que a efectos prácticos es irrebatible. Más o menos regular en sus prestaciones, hubo nueve conjuntos peores, ocho de los cuales sumaron menos puntos –superó al Valencia por el ‘goal average’–. Eso y su indudable ‘sprint’ final mejoran la nota definitiva, que podría estar a caballo entre el aprobado raspado o el bien.

Eso sí, por primera vez en varias temporadas, quizás desde la salvación ‘in extremis’ alcanzada en la Liga 2009-10, el cuadro de La Rosaleda rindió por debajo de las expectativas veraniegas, al menos del elevado listón marcado en su presentación por el técnico inicial, Juande Ramos. Quizás en su afán de evitar el conformismo y de buscar una vuelta de tuerca en el proyecto deportivo del club, habló del objetivo de optar a una competición europea, aunque a la postre los acontecimientos demostraron que no iba a ser posible.Superado un largo bache de juego tras la dimisión de Juande y la extraña apuesta por Romero (ocho puntos en dieciséis jornadas), la llegada de Míchel tuvo connotaciones mesiánicas.El equipo reaccionó y la expectativa cara al segundo curso con el técnico madrileño es de lo más ilusionante.

A la altura del tope salarial

Uno de los baremos más determinantes en la confección de las plantillas, el tope salarial que determina LaLiga –el techo de gasto en fichas–, ratifica que la campaña del Málaga no ha sido tan decepcionante. El club de La Rosaleda figura el undécimo, con 43,1 millones, y esa ha sido su posición final en el torneo. De alguna manera, ha rendido conforma al potencial de su economía.Además, su evolución en la tabla ha sido muy estable, entre el décimo y el decimosexto puesto.

Una Liga atípica

¿Pero entonces por qué ha dejado sensaciones agridulces este Málaga? Sobre todo, por su fútbol poco lucido, el decepcionante nivel de la mayoría de los fichajes, la dinámica negativa entre diciembre y marzo y el bajo listón de la permanencia, que se quedó en los 31 puntos sumados por el Sporting. Tras la derrota ante el Atlético (0-2) de la vigésima novena jornada, el equipo sólo contaba con 27 puntos, y eso en una temporada normal le hubiera condenado a estar en la zona de descenso. Pero el Osasuna, el Granada y elSporting estaban muy por debajo del nivel de la competición y mitigaban el drama. Sólo al final del torneo se ha podido calcular que el equipo ya estaba salvado matemáticamente tras ganar al Barcelona dos encuentros después en La Rosaleda (2-0). Entonces hubiera valido incluso el empate.

Tres técnicos en un curso

Otra muestra evidente de que el Málaga ha tenido puntos débiles en su rendimiento es que ha dispuesto de tres entrenadores, acontecimiento nada habitual en el club. Ya sea porque la plantilla no terminó de cerrarse a su gusto o porque no llegó a tener al vestuario totalmente identificado con su propuesta de juego, el ciclo de Juande Ramos hizo honor a aquella aseveración de que las segunda partes nunca fueron buenas. En la nueva aventura del manchego en Martiricos, el Málaga ofreció más resultados que juego (el mejor ejemplo fue el 4-3 al Deportivo con el mismo número de goles a favor que de disparos entre los tres palos). Cuestiones internas y el episodio final de la suplencia de Kameni a favor de Boyko le hicieron verse sin autoridad o sin motivos para continuar, y optó por dimitir el 22 de diciembre, tras un nuevo fracaso en la Copa del Rey a las primeras de cambio (ante el Córdoba). El club atendió más al vestuario que a la dirección deportiva en su apuesta por Romero, que en diez jornadas al frente del equipo ofreció justo lo contrario que su antecesor, más juego que resultados hasta una serie de tres encuentros (3-0 en Eibar, 1-2 ante el Betis con remontada y un 1-0 en Bilbao) que justificaron los argumentos para su cese. Frente a los veintiún puntos sumados con Juande, con él sólo llegaron seis de treinta en juego, pese a la injusticia arbitral en El Madrigal (1-1), el buen papel en el Bernabéu (2-1) y las ocasiones malogradas en El Sadar (1-1) y ante el Espanyol (0-1). Finalmente, la contratación de Míchel se reveló como el mayor acierto de la temporada, y ello a pesar de tres resultados iniciales que no permitían intuir un despegue (1-2 delAlavés, 0-0 en Leganés y 0-2 contra el Atlético). Ni las sensaciones en el juego permitían ser optimista ante un Míchel que dejó claro desde el principio su mensaje: el equipo debía sufrir para garantizarse el objetivo, y los jugadores debían hacer méritos a título individual para seguir contando con él el próximo curso.

Cuatro días clave

Sin embargo, el Málaga enderezó el rumbo en sólo cuatro días. Dos excelentes resultados supusieron el punto de inflexión de la temporada y permitieron salvarla. Primero, un 0-1 en Gijón ante el rival más directo. El Málaga ya había dilapidado más de la mitad de los puntos de renta de que llegó a disponer sobre la zona de descenso y sólo contaba con cinco. De haber perdido se hubiera quedado a sólo dos. Fue un choque sufrido, pero el equipo defendió la renta tempranera gracias al gol de Sandro, de largo el más importante del año. De aquella cita entresemana al 2-0 al Barcelona al término de la misma. Fue la mejor actuación de la temporada y de nuevo el canario, un exazulgrana, fue decisivo con el primer tanto. A la postre el cuadro catalán no batió a Kameni en ninguna de las dos confrontaciones.

Míchel toma el mando

Frente a ese Málaga sin confianza, sin apariencia de ser capaz de ganar partidos en la categoría, se pudo asistir al fin a la mejor versión del equipo. Míchel ha demostrado tener las ideas claras no sólo en su gestión puramente deportiva de la plantilla y en la elección de los planteamientos, sino en su mensaje exterior, canalizado de forma magistral en entrevistas y ruedas de prensa que revelan su impresionante dominio mediático y su naturalidad para granjearse la simpatía de la afición. Al final, el Málaga, lastrado por una racha de ocho puntos en dieciséis jornadas, acabó la Liga lanzado, con seis triunfos en siete partidos y con un botín final de 46, sólo dos menos que el equipo dirigido por Gracia hace un año, el que fue octavo.

Bajas determinantes

Una de las principales justificaciones del pobre juego exhibido en tres cuartas partes de la temporada tiene que ver con las lesiones, que dejaron al equipo sin su eje vertebral. Weligton casi no estuvo. Sin que nadie lo supiera entonces, jugó su último partido profesional ante el Villarreal, en la tercera jornada;Kuzmanovic, un fichaje que dejó detalles interesantes, sólo pudo jugar cuatro partidos; Juanpi apenas ha completado media temporada por una pubalgia, y Recio estuvo meses fuera tras una fractura en un codo. Hasta Sandro permaneció en la enfermería, con una importante lesión muscular, en el periodo más crítico, con Romero. Muchas ausencias clave al final, la del líder de la defensa y casi todos los medios centro, a lo que se unió la baja forma de otro referente Camacho.

Los canteranos

Una campaña más en el Málaga se siguen fogueando un número de jugadores procedentes de las categorías inferiores. Tras el salto reciente de Samu, Samu Castillejo, Juanpi o Pablo, en esta campaña ha ganado mucho peso Ontiveros, autor de dos goles formidables, el decisivo ante el Deportivo 4-3 y el reciente ante el Celta (3-0). El extremo marbellí sigue madurando y empezando a tomar mejores decisiones en el campo, y junto a él también han dispuesto de oportunidades el central Luis (probado de lateral) y los foráneos Mikel y En-Nesyri, estos tras un paso breve por las categorías inferiores. La sensación clara es que llegarán nuevos frutos en los próximos meses.

Las cifras más significativas

En el terreno puro de los datos, Kameni y Camacho fueron los que más jugaron, con 3.150 y 3.144 minutos, respectivamente. Ambos partieron de titular en 35 encuentros (todos menos tres), y el camerunés fue el único fijo en todas las convocatorias. Sandro fue el ‘pichichi’, con catorce dianas (en total fueron dieciséis si se incluyen los dos de la Copa).En total fueron 29 jugadores los utilizados. Colectivamente, el Málaga cerró su curso más goleador de los cuatro últimos (49 tantos), pese a su falta de tino en una fase amplia de la campaña, y el peor en defensa de los seis más recientes (con 55), algo que refleja a las claras el efecto de las lesiones y el flojo rendimiento de Koné o, inicialmente, de Llorente.

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