Malaga CF

El Málaga quiere llenar más La Rosaleda

Panorámica de las gradas de La Rosaleda en los instantes previos al choque contra el Osasuna, el primero del curso.
Panorámica de las gradas de La Rosaleda en los instantes previos al choque contra el Osasuna, el primero del curso. / Salvador Salas
  • El club busca fórmulas para superar la asistencia al estadio, con un promedio de público que no alcanzó ni los tres cuartos del aforo en la campaña recién acabada

El Málaga llegó a los 23.000 abonados con las últimas adquisiciones de carnés en invierno, pero el promedio oficial de asistencia al estadio es de 22.107 espectadores. Algo no concuerda teóricamente entre estos dos datos, aunque la realidad en el club de La Rosaleda es similar a la que experimentan numerosos clubes de la categoría. Es algo así como tratar de gestionar la cuadratura del círculo: ¿Cómo enganchar a la afición ante unos horarios cambiantes y en ocasiones incómodos?

Rebajar el importe de los abonos o, simplemente congelarlos, no permite alcanzar determinados objetivos de ingresos en esta parcela, y eso también puede tener su repercusión en el tope salarial y en la confección más o menos ambiciosa de la plantilla. Por otro lado, el respaldo de aficionados en la grada es una variable también muy ligada a un componente subjetivo: el grado de satisfacción con el juego y los resultados del equipo y, por ende, con la gestión deportiva del club.

LaLiga ha hecho oficial en los últimos días los datos de asistencia a los estadios de Primera, que andan lejos de modelos como Alemania (política barata de precios) e Inglaterra, muy cercanos a la plena ocupación. En nuestra competición esta campaña se ha bajado en un 0,9% el total de espectadores en las 38 jornadas (10.527.264 asistentes), dato obtenido de los tornos y con la salvedad de que varían de un año para otro tres de los clubes que compiten en la categoría. Uno de los nuevos el pasado ejercicio, el Leganés, debutante, fue el de más ocupación, con un 88,4% del aforo, algo en lo que tiene que ver lo reducido del mismo (10.922 asientos) y el interés generado al debutar en Primera.

Décimo en ocupación

El Málaga está por debajo en el porcentaje de ocupación, que no alcanza las tres cuartas partes del aforo y se ha quedado en el 73,6%, justo en la campaña en que se ha garantizado una década de continuidad del equipo en la élite, registro sin precedentes en la historia de la entidad. El club de La Rosaleda es el décimo mejor de Primera en porcentaje de ocupación, pese a que ha seguido una política popular de precios y oferta diferentes promociones cada campaña: pagos a plazos, domiciliaciones, premios a la fidelidad, como el de este verano, que rebaja el diez por ciento el importe a los socios que acrediten que han sido fieles la última década.

Sin embargo, la masa social de los clubes se desangra ante la política de horarios, con la que el dirigente de LaLiga, Javier Tebas, trata de hacer llegar mejor a nuestra competición a todos los continentes, en especial al asiático. Curiosamente, el Málaga esta campaña no ha jugado un miércoles o jueves, pero sí el resto de días de la semana, y en ocho franjas diarias distintas (pero no a las 12.00), lo que da idea de las dificultades que puede afrontar un abonado malaguista (algunos cientos, de localidades lejanas de la provincia) para asistir al estadio en todas las fechas, sin compromisos laborales o de otro tipo.

Tres llenos que no lo fueron

El club colgó el cartel de ‘no hay billetes’ en tres ocasiones (ante el Betis, el Barcelona y el Real Madrid), pero no siempre se registró ese lleno en la práctica. Algunos socios no acudieron al partido en cuestión. La cifra más alta dada por los tornos fue la del 2-0 ante el cuadro azulgrana, con 28.314 espectadores, seguida de los 27.855 contra el Real Madrid y los 26.912 frente al Atlético.

El Málaga ha vivido una temporada atípica, con la llegada de todos los grandes y de los rivales más atractivos en la segunda vuelta, lo que llevó a no lanzar un abono específico para ese periodo de la competición y premiar así la fidelidad de los abonados comprometidos desde el verano. El peculiar calendario hizo que desde el ecuador liguero no se bajara de 20.000 asistentes, pero en la primera vuelta se dieron entradas muy bajas, en especial en el 4-3 ante el Deportivo, con lluvia y programado a las 13.00 horas (12.679).

Aunque el departamento de Marketing y el de Taquillas del club trabaja en incrementar la fidelización de los abonados, y la llegada de Míchel puede haber sido un aliciente para ir más allá de los 23.000 carnés, otros clubes de Primera lo llevan peor. Así, el Espanyol no ha llegado a cubrir esta campaña la mitad del aforo en el RCDE Stadium (49,6%), y el Celta, pese a una campaña con semifinales en la Copa y en la Liga Europa, se quedó en un pobre 58,1%.

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