Malaga CF

Peñaranda, en el ojo del huracán

Peñaranda, en el penalti fallado, que detuvo Woodman.
Peñaranda, en el penalti fallado, que detuvo Woodman. / EFE
  • El venezolano participa en una pelea en el hotel y luego falla un penalti decisivo en la final del Mundial sub-20

El malaguista Adalberto Peñaranda está en el ojo del huracán. Después de haberse proclamado ayer subcampeón en el Mundial sub-20 en Corea, su comportamiento dentro y fuera del campo no lo colocan, sin embargo, en buen lugar. El atacante protagonizó un altercado con jugadores uruguayos (rivales en las semifinales) en el hotel de concentración, y ayer falló en la segunda parte un lanzamiento de penalti que pudo haber forzado la prórroga ante Inglaterra en la final.

Para empezar, la FIFA abrió expediente disciplinario a las delegaciones de Venezuela y Uruguay tras la pelea acaecida en el hotel de Suwon. Fue una reyerta que comenzó con insultos y derivó en empujones y golpes, según han comentado medios uruguayos y venezolanos.

Desde Uruguay señalan que fue al parecer Peñaranda quien provocó a varios jugadores uruguayos y, tras una discusión, se enzarzaron muchos jugadores venezolanos y seis o siete ‘charrúas’. Peñaranda ya había protagonizado un duelo caliente con Uruguay en la semifinal del torneo, resuelta en a tanda de penaltis. Tras el choque usó sus redes sociales para dedicar un mensaje en el que hizo referencia a los últimos triunfos de la ‘vinotinto’ sobre la ‘celeste’.

«Fue un gran problema que estuviéramos todos juntos en el mismo hotel. Se cruzaron las delegaciones en el ‘hall’ y ya desde ese momento hubo insultos. Algunos jugadores corrieron, hubo empujones y se tiraron ‘piñazos’», comentó el jefe de la delegación uruguaya, Aldo Gioia.

Por contra, medios venezolanos informaron de que fueron tres jugadores uruguayos (Amaral, Rodríguez y Schiappacasse) quienes provocaron a Peñaranda, y que la pelea fue tan fuerte que se necesitó de la intervención de la Policía local en el hotel.

Posteriormente Peñaranda también fue protagonista en la final ante los ingleses. Trató de liderar a su equipo con mucha movilidad en el ataque, pero el revulsivo resultó serlo Soteldo, que salió al campo al comienzo del segundo tiempo. Para entonces la ‘vinvotinto’ perdía por 1-0, con el gol de Calvert-Lewin. Peñaranda estuvo muy desacertado en sus intervenciones, pero forzó un penalti en el minuto 73, que él mismo lanzó y detuvo in extremis, ya casi vencido, Woodman.

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