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Sólo 89 días de margen

Ojo de halcón ·

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Lunes, 11 de junio 2018, 09:23

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Hoy comienza la etapa de Caminero en el Málaga, aunque desde el mismo momento en que surgió el nombre del madrileño se ha dado por seguro que detrás está el representante Manuel García Quilón. Obviamente la sombra de este va a ser siempre demasiado alargada y va a acompañar al nuevo director deportivo porque a estas alturas de la película su vinculación es sobradamente conocida. Ojalá fuera así si en el proyecto estuvieran Reina, Callejón o Samu Castillejo, pero desgraciadamente el equipo está en Segunda División y a día de hoy con demasiadas limitaciones económicas. Cada vez que el club ha tenido 'representantes de cámara' ha acabado en desastre. A Caminero hay que darle el beneficio de la duda aunque no vaya a disponer de un margen de cien días. El mercado de fichajes concluirá dentro de 89 y la pretemporada arrancará en menos de un mes. Meterle mano a la plantilla pergeñada por Arnau y sus dos ayudantes (con las pinceladas de Ignasi Miquel, Iturra y Lacen en la etapa de Husillos) es una tarea casi imposible. Fichas astronómicas, futbolistas mediocres, falta de liderazgo pese a tener una plantilla interminable, posiciones mal cubiertas o bien con exceso de efectivos, experimentos con gaseosa... La afición dictó sentencia en los últimos partidos, convencida de que en el plantel sobra el 80 por ciento de los jugadores, y que a estas alturas llegue un director deportivo desconocedor de la realidad (no es lo mismo seguir a un equipo desde la distancia que en el día a día) también supone un riesgo elevado. Habrá que confiar en la capacidad de Caminero para aglutinar informes y separar el grano de la paja, en la elección de un buen equipo de trabajo, en su personalidad (que siempre le sobró en el campo) para tomar decisiones con firmeza, en su aguante con unos propietarios excéntricos, en la virtud de quitar de una vez por todas el poder a los jugadores, y en su libertad de acción, al margen de intereses de los distintos representantes. Y, por supuesto, de Manuel García Quilón. Porque a Caminero es a quien le toca remangarse y es quien va a dar la cara.

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