Después de quince jornadas en el dique seco, Torres fue incluido el viernes en la convocatoria para la cita frente al Valencia. Para el madrileño concluía así un periodo interminable de inactividad debido a diversas lesiones musculares. Oficialmente ya habría estado disponible para el encuentro anterior, en casa contra el Atlético de Madrid, pero el técnico decidió reservarlo dada su falta de ritmo.
Cabe recordar que el madrileño únicamente ha disputado un encuentro de Liga esta temporada, en el Sánchez Pizjuán, y que sólo había estado presente en dos convocatorias, ante el Athletic (precisamente se estrenó entre los dieciocho elegidos frente al próximo rival) y contra el Leganés. En otros tres encuentros, los dos previos a la visita del conjunto bilbaíno y el posterior al choque con el cuadro pepinero, estuvo en la citación inicial, pero en los tres casos fue el descarte a última hora debido a sendos problemas físicos.
Centro de atención
Evidentemente, Torres es hoy por hoy centro de atención. Pero no por motivos deportivos. Semanas atrás salieron a la palestra los rumores sobre su posible relación sentimental con la actriz y modelo Paula Echevarría e incluso el pasado lunes una revista, ‘Corazón’, se hacía eco de una cita del futbolista con la exmujer del cantante David Bustamante en un hotel de Madrid la semana pasada. En el vestuario esta cuestión pasa totalmente inadvertida y no se producen comentarios porque se trata de la vida privada de uno de sus componentes. Obviamente, el jugador también guarda un mutismo absoluto sobre esta cuestión. Ya en varias ocasiones se han agolpado fotógrafos y cámaras del televisión a las puertas del estadio Ciudad de Málaga para tratar de captar imágenes o de tener declaraciones del defensa. Y este, como es lógico, sólo quiere que se hable de él en el terreno profesional, en el ámbito futbolístico, y se afana en que los comentarios extradeportivos no le afecten lo más mínimo.
Ya recuperado, Torres espera su oportunidad, y esta le va a llegar el próximo domingo en San Mamés. No es una intuición, sino una certeza, porque ante las bajas de Ignasi Miquel (sancionado) y Ricca (lesionado) el Málaga está en cuadro en la defensa. Cabe recordar que el último día del plazo no fue factible incorporar al central turco Çalik (del Galatasaray) y que el mercado de jugadores en paro no ofrecía opciones interesantes para el eje de la cobertura. El elegido finalmente fue Lacen, que sólo en momentos de emergencia –de mucha emergencia, mejor dicho– vio retrasada su posición.
La duda se centra en dónde colocará Jose a Torres y Diego González, ya que ambos pueden desenvolverse como central o lateral izquierdo. Todo parece indicar que el gaditano mantendrá a su paisano, el futbolista llegado en verano del Sevilla, en el costado de la zaga. Varios son los argumentos que avalan esta decisión. El primero pasa por la mayor experiencia de Torres para actuar como central en un escenario como San Mamés; el segundo, por la mayor velocidad de Diego González para actuar junto a la banda, y el tercero, por la falta de competición del madrileño debido a sus problemas físicos, lo que acentúa más el riesgo de recaída como lateral que como central. Además, en líneas generales, el rendimiento de Diego González como lateral frente al Valencia fue satisfactorio salvo algunas acciones puntuales. Por no hablar de que el trabajo en el día a día del chiclanero también es muy destacado por los miembros del cuerpo técnico.
Curiosamente, en su única actuación esta temporada Torres no coincidió con Luis Hernández. El Málaga jugó de salida con tres centrales en el Pizjuán, pero sus compañeros fueron Baysse y Ricca debido a que el exsportinguista fue descartado a última hora por lesión.
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