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Bueno, en un entrenamiento con el Granada a comienzos de la pasada campaña. Ramón L. Pérez
Bueno, también pendiente de Al-Thani

Bueno, también pendiente de Al-Thani

Como sucedió con Iturra, la falta de respuesta del jeque provoca la demora en su incorporación al Málaga

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Sábado, 6 de enero 2018, 00:33

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El acuerdo con el jugador está cerrado desde la semana pasada y las condiciones con su club (el Oporto) se pactaron definitivamente el martes, pero Bueno sigue sin poder incorporarse al Málaga. Como ya sucedió con Iturra, la falta de respuesta del presidente, Abdullah Al-Thani, provoca la demora en su incorporación al equipo. Sólo que en este caso el medio punta sí puede competir de inmediato y este retraso lo impide. La intención era que participara en el amistoso del jueves en La Línea de la Concepción frente al Hamburgo e incluso que pudiera disputar unos minutos el lunes en el compromiso liguero en La Rosaleda frente al Espanyol, pero la autorización del propietario continúa sin llegar.

La intención era que el medio punta jugara ante el Hamburgo e incluso debutara el lunes, pero la autorización del jeque continúa sin llegar

Cuando el Málaga cerró el acuerdo con Iturra y con su club, el Necaxa mexicano, se produjo un detalle insólito: el centrocampista chileno estuvo a punto de emprender viaje a España sin tener siquiera constancia de que los propietarios habían bendecido su incorporación. La respuesta llegó casi ‘sobre la bocina’, después de horas de espera y, lógicamente, preocupación. No es una situación nueva, porque durante el pasado mes de junio esa tardanza pudo dar al traste con varias operaciones, como las incorporaciones de Roberto, Borja Bastón o Baysse, y también jugó en contra en las gestiones para que viniera cedido el central Meré.

Firma

Aun así, como es sobradamente conocido, el anuncio oficial del fichaje de Iturra y la incorporación del medio defensivo a los entrenamientos a las órdenes de Míchel se retrasaron durante varios días. Faltaba únicamente la firma del jeque en un documento para que se formalizara el acuerdo entre todas las partes y el fichaje del chileno por temporada y media.

Ahora se repite la situación con Bueno, sólo que existe una diferencia muy evidente: el medio punta sí puede competir desde ya mientras que en lo que respecta a Iturra no podía hacerlo hasta la primera cita fijada en el calendario a partir del 1 de enero y se trataba simplemente de que se ejercitara con sus nuevos compañeros para estar con el ritmo y el estado físico necesarios para partiricpar con garantías en el encuento de Liga de pasado mañana en casa.

La celeridad en las gestiones para tapar huecos en la plantilla contrasta de nuevo con la parsimonia del dueño

Bueno, que fue relegado desde que empezó la temporada a entrenarse con el filial del Oporto, fue paradójicamente objetivo del Málaga en la primavera de 2015 por parte del actual director deportivo malaguista, Mario Armando Husillos, pero también de Míchel –que había tenido a sus órdenes al medio punta en el Castilla– cuando el técnico dirigía al Olympiacos. No obstante, en aquellos momentos fue imposible competir con el Oporto, que puso encima de la mesa una cantidad prohibitiva para ficharlo después de su fantástica temporada en el Rayo Vallecano.

Por eso, cuando se decidió elevar el número de incorporaciones en este mercado invernal y apostar por dos atacantes (un segundo punta y un delantero centro), Husillos y Míchel coincidieron en que en el primero de los casos la opción de Bueno era muy interesante. De este modo, se agilizaron los contactos con el futbolista y con su agente, Ginés Carvajal (que también lo es, por ejemplo, de Sandro).

La escasez de dinero y la situación deportiva suponen un lastre muy pesado contra el que debe luchar el club

No obstante, la celeridad en las gestiones del club para tapar huecos en la plantilla –en el caso de Bueno preocupaba que la llegada de Paco Jémez a Las Palmas pudiera ser un obstáculo– contrasta de nuevo con la parsimonia del dueño a la hora de ultimar el fichaje. Independientemente, Al-Thani aún sueña con objetivos imposibles. En la actualidad la escasez de dinero (la limitación salarial hace inviable de salida determinadas incorporaciones, como por ejemplo la del delantero céltico Guidetti) y la situación deportiva suponen un lastre muy pesado contra el que debe luchar el club. Determinados futbolistas –y sobre todo los agentes de estos– no ven muy clara a día de hoy la apuesta por un equipo en claro riesgo de descenso.

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