Con la presencia en la sala de prensa del consejero Francisco Martín Aguilar y la familia del jugador, y acompañado en la mesa por Francesc Arnau y Francisco Ceballos, Camacho se ha despedido del Málaga (aquí, el vídeo de la ruda de prensa). El ya exjugador del equipo blanquiazul ha leído una emotiva carta de despedida entre lágrimas, lo que le impedía seguir con la lectura una y otra vez. “Se va un malaguista, pero esté donde esté os llevaré en mi corazón. Gracias Málaga. Volveré”. De esta forma ha concluido el futbolista, que se incorpora al Wolfsburgo alemán traspasado por el club de Martiricos por 13 millones, más otros dos por objetivos.
Ha confesado que su salida ha sido más complicada de lo que puede parecer. “Es una decisión difícil para mí y mi familia, con sentimientos enfrentados. Por una parte es ilusionante por darle un giro a mi carrera y vivir una nueva experiencia, pero triste porque aquí he pasado los mejores años de mi vida. Viví momentos únicos, buenos y malos. Jugamos la Champions, fui a la selección y también fue un orgullo haber llevado el brazalete de capitán. Aquí he formado una familia y ha nacido mi hijo, que es malagueño y malaguista, y tanto, porque sólo se calmaba con el himno del Málaga”, ha asegurado entre lágrimas.
En el capítulo de agradecimientos ha hecho un repaso por todo el club, incluyendo a los directivos y los empleados, aunque hizo hincapié en algunos de ellos. «A Javi Gracia, por el que siento una especial debilidad y Míchel, con el que ha sido todo corto, pero intenso. Sé que dejo a mi querido Málaga en buenas manos», ha afirmado, si bien no se ha olvidado de sus compañeros, de algunos especialmente, el cuerpo médico y sus colaboradores, su familia y los aficionados. “A los malagueños y malaguistas, que hemos disfrutado y llorado, pero juntos. Siempre me he sentido querido y arropado por vosotros. Gracias”, añadió.
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Con la presencia en la sala de prensa del consejero Francisco Martín Aguilar y la familia del jugador, y acompañado en la mesa por Francesc Arnau y Francisco Ceballos, Camacho se ha despedido del Málaga (aquí, el vídeo de la ruda de prensa). El ya exjugador del equipo blanquiazul ha leído una emotiva carta de despedida entre lágrimas, lo que le impedía seguir con la lectura una y otra vez. “Se va un malaguista, pero esté donde esté os llevaré en mi corazón. Gracias Málaga. Volveré”. De esta forma ha concluido el futbolista, que se incorpora al Wolfsburgo alemán traspasado por el club de Martiricos por 13 millones, más otros dos por objetivos.
Ha confesado que su salida ha sido más complicada de lo que puede parecer. “Es una decisión difícil para mí y mi familia, con sentimientos enfrentados. Por una parte es ilusionante por darle un giro a mi carrera y vivir una nueva experiencia, pero triste porque aquí he pasado los mejores años de mi vida. Viví momentos únicos, buenos y malos. Jugamos la Champions, fui a la selección y también fue un orgullo haber llevado el brazalete de capitán. Aquí he formado una familia y ha nacido mi hijo, que es malagueño y malaguista, y tanto, porque sólo se calmaba con el himno del Málaga”, ha asegurado entre lágrimas.
En el capítulo de agradecimientos ha hecho un repaso por todo el club, incluyendo a los directivos y los empleados, aunque hizo hincapié en algunos de ellos. «A Javi Gracia, por el que siento una especial debilidad y Míchel, con el que ha sido todo corto, pero intenso. Sé que dejo a mi querido Málaga en buenas manos», ha afirmado, si bien no se ha olvidado de sus compañeros, de algunos especialmente, el cuerpo médico y sus colaboradores, su familia y los aficionados. “A los malagueños y malaguistas, que hemos disfrutado y llorado, pero juntos. Siempre me he sentido querido y arropado por vosotros. Gracias”, añadió.