A la Copa, entre dos tierras

Con la mente puesta en el importante choque contra el Levante del viernes (21.00 horas) en La Rosaleda, el Málaga se encuentra esta tarde con la necesidad deportiva irrenunciable de remontar ante el Numancia, pero con el dilema de valorar también las contrapartidas: una plantilla mermada por las bajas, en especial en defensa, y la necesidad de minimizar esfuerzos y evitar un desgaste innecesario en los próximos meses.

En definitiva, toda una papeleta para el cuadro blanquiazul, entre dos tierras, aunque no deje de ver en el partido de hoy una oportunidad también de rearmar su moral. El 2-1 sufrido hace más de un mes en la ida –otra situación atípica de un torneo mal concebido–, con una increíble remontada del Numancia en el tiempo añadido, implica que un simple 1-0 bastaría para sellar el pase a octavos, pero para el cuadro de La Rosaleda ganar en este torneo parece maldito últimamente.

No hay más que repasar el hecho de que el equipo haya encadenado cinco derrotas en la Copa del Rey, todas ante rivales de Segunda. Es el único representante de la máxima categoría que ha sido apeado del torneo por otro de inferior categoría a las primeras de cambio (en dieciseisavos de final) las dos ediciones anteriores. Sucedió contra el Mirandés (ahora de Segunda B) y el Córdoba (colista actual de Segunda).

Sin embargo, el técnico malaguista, se pronunció ayer claramente a favor de la idoneidad de seguir vivos en la Copa. «No veo beneficio en que te eliminen», dijo. «Tenemos una opción buena –añadió– y debemos pasar. Hasta enero no habría otra ronda. Tenemos que ir a ganar todos los partidos, porque siempre es positivo. No se puede jugar con la camiseta del Málaga de cualquier manera. Tenemos argumentos suficientes para ganar el partido. Nos sentimos con fuerza. Puede ser una oportunidad para cualquiera y es un partido en el que hay que jugar para ganar, porque el resultado es remontable».

Tampoco el Numancia llega libre de distracciones. Su próxima cita es el domingo, no el viernes, pero no una cualquiera, sino un derbi en Valladolid, un rival directo y después de haber sufrido dos derrotas en la Liga (3-1 en Oviedo y 1-2 del Nástic) que han colocado a los de Jagoba Arrasate fuera de los puestos que dan acceso a la fase de ascenso. Por ello el técnico anunció «seis o siete cambios en la alineación», pero se valora la importancia de superar la eliminatoria, ya que podría implicar una importante inyección económica para el club en caso de un duelo atractivo en octavos.

El horario del duelo de hoy, a las 19.30 y en una jornada laborable, no asegura la mejor entrada en La Rosaleda, a pesar de que los abonados malaguistas (25.000) tienen garantizado el acceso de forma gratuita y de que se han cedido un total de 4.000 entradas para numerosos colectivos y comedores sociales, en una nueva edición del ‘Partido Solidario’.