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Martes, 23 de enero 2018, 07:46
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Gustó el Málaga y ese afán por 'picar piedra' para salir vivo de Ipurua. Gustó el esfuerzo, gustó la contundencia, gustó el equilibrio, gustó el saber estar... Pero al final con correr y trabajar no basta. Siempre decide la calidad, el acierto, el gol. Y ahí el Málaga anda tan justito que por eso no ganó. La defensa local hizo regalos de todos colores, pero ni En-Nesyri ni Adrián, cada uno en un periodo, certificaron el triunfo. Tampoco en la recta final Keko, Mula o Iturra. Como hay que ilusionarse, soñemos con que la imagen de ayer puede ser el punto de partida.
Tres partidos con Iturra por delante de la defensa y muy pocas ocasiones concedidas al rival. Números cantan. El Málaga ha regalado 17 partidos por la frivolidad de Al-Thani (fichar a Rolón) y por la apuesta de Arnau en Kuzmanovic, tantos meses fuera la pasada temporada por una grave lesión. Sólo con un medio de contención decente (no pido mucho) el panorama sería otro. Por cierto, mejor no detenerse en Kuzmanovic visto lo de ayer...
Marcó En-Nesyri, que ya es noticia. De nuevo frente al Eibar. Y lo hizo a la primera, probablemente en la ocasión más difícil porque tenía más metros que recorrer, más metros para fallar en un control y más metros para darle vueltas a la cabeza sobre cómo definir. Después perdonó en otras dos. El partido estuvo para él, a campo abierto, pero no siempre va a ser así.
El Eibar apenas intimidó. Mendilibar encontró la horma de su zapato. El Málaga estuvo bien colocado en la primera parte para no sufrir (aunque regaló córners y faltas laterales). En la última media hora faltó presión y sobró repliegue porque el equipo no tuvo la circulación necesaria -es decir, no dar tres toques seguidos, lo habitual- para mantener el control y no sufrir agobios.
Me resisto a creer que este sea el Borja Bastón que habíamos visto en el Deportivo o el Eibar. Media hora antes del partido puso un mensaje en Twitter en el que decía que era una lástima «no poder ayudar al equipo». No, no se había lesionado. Y sí, es verdad: no ayudó al equipo. No se sabe si el comentario fue por una pataleta al no ser titular, pero estuvo tan poco lúcido como después en el campo, donde no regaló una carrera (de nuevo) y al final estuvo más 'tieso' que Adrián, que llevaba una buena tunda encima bajo la lluvia. Es lógico que el aficionado esté tan cansado de esperarlo.
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