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POR IMAGEN Y ORGULLO

FERNANDO PERALTA

Sábado, 21 de abril 2018, 10:20

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En condiciones normales, suelo dejar las opiniones sobre el conjunto visitante para el último apartado, pero en esta ocasión lo haré cómo el pasado jueves, en privado, al ver cómo goleaba la Real Sociedad al Atlético por 3-0 y después cómo caía derrotado el Málaga frente al Levante. Comencé pensando durante la noche en las dificultades que iban a tener los malaguistas frente al conjunto guipuzcoano con la racha que tiene este desde la llegada de Imanol Alguacil al banquillo, al encadenar un empate y tres victorias consecutivas, nueve goles a favor y sin recibir tanto alguno. Pero ya da igual. Como se ha resuelto todo, sólo queda trabajar para ofrecer la mejor imagen posible y mostrar orgullo profesional hasta el final de la temporada.

Deméritos contraídos

Desgraciadamente, se terminó la temporada antes de tiempo para el Málaga. A falta de cinco jornadas, lo que tenía que hacer ya lo ha hecho; o mejor dicho, lo que tenía que hacer no lo hizo. Aún tendrá que recibir a la Real, al Alavés y al Getafe, y viajar a Sevilla (para enfrentarse al Betis) y a Barcelona (para hacer lo propio frente al Espanyol). Partidos 'de la basura', parafraseando la terminología del baloncesto, sin nada en juego para el conjunto malaguista, ya que la derrota en Valencia certificó el descenso a Segunda. Suena, más que desagradable, desgarradora la palabra 'descenso' asociada al Málaga C. F. después de diez años consecutivos en la élite y ver cómo aficionados de toda la provincia se han implicado, alentando y apoyando de forma incondicional cada jornada en La Rosaleda. Categoría perdida que, después de estas últimas diez temporadas, pensábamos que nos pertenecía por derecho propio, olvidándonos que se mantiene por méritos contraídos.

El ojo del dueño...

En estos días, poco se puede hablar de la trayectoria que ha venido trazando el Málaga en la presente temporada. Soy de los que comparten aquello de que el fútbol es lo más importante de lo menos importante. Pero reconozco que hay que asumir las consecuencias cuando los objetivos no se cumplen y ves cómo una entidad que representa en este deporte a nuestra provincia, independientemente de quién la dirija, da al traste con los sentimientos de miles de seguidores y el prestigio de los profesionales. Sí, incluyo a los profesionales dentro de los damnificados. ¡Quiénes más que ellos han estado interesados en sacar esto adelante, ganar el máximo número de partidos posibles y haber conseguido no la permanencia, sino la clasificación para Europa! Estoy seguro de esto, pero cuando en un club tremendamente profesionalizado no hay una adecuada planificación ni un referente, tanto en la parcela deportiva como en la administrativa, y el propietario se mantiene a más de cinco mil kilómetros durante toda la temporada, se podría aplicar aquello de «el ojo del amo... no engorda al caballo».

A trabajar ya y bien

Ya está certificado el descenso, pero queda terminar el curso y esperar a que salga el calendario de Segunda. En ese momento muchos se darán cuenta de que el conjunto malaguista deja de estar en la élite. ¡Cuántos hemos mirado cuando salía el calendario, las fechas ante los 'grandes' o algún viaje que nos apeteciera hacer para ver al equipo lejos de La Rosaleda! Cuando se haga público el próximo calendario para el Málaga, no saldrán el Real Madrid ni el Barcelona ni el Atlético como rivales; con todo mis respetos, aparecerán el Albacete, Reus, Alcorcón o Gimnastic como conjuntos a batir. Y lo peor no queda aquí, ya que urge empezar a trabajar con premura y bien, para que la categoría de 'plata' no te engulla. Y si no, que se lo pregunten al Zaragoza, Osasuna o Valladolid, otrora habituales en Primera División.

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