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El Málaga volvió a ganar muy justito. El lunes fue Munir; ayer, el palo. Pero es tan incuestionable como que en Almería entre Hicham y Mula tuvieron tres muy claras para rematar la faena antes de la prodigiosa parada del portero. O que ayer Hicham estuvo cerca del 2-0. A la cuarta victoria hay que concederle un doble mérito, por las bajas de cuatro titulares y porque el Tenerife es mejor equipo que el Almería. El equipo no dio la sensación de echarse atrás en la segunda parte, pero las precauciones a la hora de salir fueron muy evidentes.

De momento todo son buenas noticias en el Málaga. Conviene detenerse en el caso de Ontiveros. Por experiencia sabemos que cualquier elogio es perjudicial para el marbellí, pero es justo reconocer que la expulsión ante el Almería y la amarilla de ayer (en mi opinión, tocó el balón claramente) son el reflejo de que algo ha cambiado. Verlo tapar, volver, reaccionar ante una pérdida de la pelota es un síntoma muy positivo. Ojalá tenga continuidad, porque en ataque ya sabemos lo mucho que puede aportar.

Se notó la baja de N'Diaye. Como se esperaba, por otra parte. Su jerarquía es tan apabullante que cualquier recambio sabe a poco. Lacen le puso voluntad, pero los problemas del Málaga no llegaron esta vez por inseguridad de la defensa -aunque Ricca y Luis Hernández estuvieron imprecisos-, sino por cierta inconsistencia defensiva. El Tenerife tuvo sólo dos ocasiones, pero fueron demasiado claras. Muñiz hizo una lectura positiva porque el bloque funciona, pero también, seguro, porque ciertas bajas eran de mucho peso.

El técnico malaguista mantuvo hasta el final a los dos delanteros pese a que en la segunda parte estuvieron poco acertados a la hora de crear juego. Conociendo la importancia que el técnico (y su segundo, Álvaro Reina) le dan al juego aéreo en Segunda, presumiblemente esta decisión tuvo mucho que ver con la falta de centímetros por la ausencia de N'Diaye. No hacer concesiones a balón parado también es crucial en esta categoría.

Espero que Sánchez Arminio y Díaz Vega vieran el partido de ayer. ¿De verdad veían algo en Bikandi para que llegara a ser internacional? Su arbitraje fue una calamidad: mala colocación, sin saber diferenciar un contacto de una falta, 'guiado' por los jugadores para mostrar la amarilla...

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