De aquello apenas tuvieron constancia los más cercanos al entrenador malaguista (es decir, miembros del cuerpo técnico) y probablemente la respuesta que recibió desde el club, el enésimo jarro de agua fría, originó el momento en el que el madrileño más dudó sobre seguir adelante. Al final siguió al frente de la plantilla por la complicidad que tenía con esta –demostrada también tras conocer un ‘tuit’ del jeque contra el técnico tras la derrota en Gerona, que luego rectificó– y porque en el fondo Míchel aún confiaba en un cambio de criterio.
El nombre de Lass Diarra surgió después de que Al-Thani desautorizara a Francesc Arnau sobre el fichaje de Javi García (una vez más). «Le hemos hecho todo el trabajo sucio al Betis», se lamentó el entonces director deportivo cuando el murciano aceptó la oferta del equipo verdiblanco (allí cobra en tres años lo que aquí iba a percibir en cuatro, como se apuntó en esta sección). A Míchel, según supo fechas más tarde este periódico, le ‘llegó la onda’ de que el centrocampista francés de origen maliense no estaba muy a gusto en el Al-Jazira, equipo de los Emiratos Árabes, y que deseaba salir. Pero se topó con una respuesta ciertamente llamativa. De antemano se descartó esta posibilidad porque se entendía que la operación iba a irse de precio. Además, dado que el presidente había esgrimido el argumento de la edad para descartar por su cuenta y riesgo a Javi García, se asumió internamente (en el club) que los 32 años del exmadridista jugarían en contra. «El jeque ha dicho que no a Javi García porque no le suena de nada, pero si le hablas de Lass Diarra seguro que no pone pegas con la edad», fue el comentario en el entorno del entrenador.
Lass Diarra nunca tuvo noticias de un posible interés del Málaga, pero cinco meses y medio después forzó su salida del Al Jazira para incorporarse al club más poderoso del planeta económicamente hoy por hoy, el París Saint-Germain (ahí están los fichajes de Neymar y Mbappé), tras los problemas físicos de Motta. Ylo hizo además con la carta de libertad. Hoy mismo estará en el Bernabéu y quién sabe si disputará unos minutos en el duelo estelar de la Champions.
El desenlace es más que conocido: Al-Thani fichó con asesoramiento externo y en una inversión desproporcionada a Rolón –un meritorio de la Segunda División argentina para sustituir a Camacho– y encima Arnau, en septiembre, disculpó al presidente cuando un mes antes ‘lloraba por las esquinas’: «Javi García se fue al Betis y nosotros, a cambio, firmamos dos jugadores jóvenes».
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