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Blanco, acosado por dos jugadores del Tenerife. Salvador Salas
Muñiz quita presión a Blanco por su sequía

Muñiz quita presión a Blanco por su sequía

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Viernes, 22 de febrero 2019, 00:03

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El miércoles, cuando terminó el entrenamiento en el estadio Ciudad de Málaga y casi todos se fueron al vestuario (lo habitual es que se queden aquellos que trabajan con el readapatador y también los porteros), Muñiz optó por hacer un aparte con Blanco. Son habituales estas charlas del entrenador con los jugadores, aunque cuentan los que han trabajado con el asturiano que cuando se trata de algo negativo prefiere citar al futbolista en su despacho para tener un cara a cara muy personal y 'ponerlo firme'. En el caso del argentino, nos comentan que el punta está alicaído porque se le resiste el gol (ya lleva quince partidos inéditos, desde el 29 de octubre) y que por eso el técnico conversó con él para tratar de quitarle presión y recalcarle que hace muchas cosas buenas para el equipo. Cabe destacar que Blanco es uno de los jugadores más queridos en el vestuario y que sus propios compañeros siempre lo felicitan por el trabajo que hace, al margen de que aporte más o menos goles. Incluso, los hay que piensan que en Primera rendiría mucho mejor... Ojalá podamos salir de dudas sobre esto dentro de un año.

A Seleznov hay que frenarlo...

Muñiz suele destacar el compromiso de los futbolistas, y eso es innegable, independientemente del juego que ofrezcan y de las contadas ocasiones en que su actitud fue discutible (sobre todo, en los partidos en Elche y en casa frente al Reus). Ellos son los primeros que saben lo que está en liza (deportiva y económicamente) y por eso no resulta extraño que Héctor, que dejó el club en enero, destacara la semana pasada el buen ambiente del vestuario. Por ejemplo, Seleznov se ha acoplado muy pronto y está tan obsesionado por aportar cuanto antes al equipo que los técnicos tienen que frenarlo continuamente porque quiere entrenarse más de la cuenta e incluso hacer sesiones de trabajo cuando no le corresponde. Conviene apuntar que en caso de ascenso el 'tanque' ucraniano (aunque más bien habría que hablar de pivote, como si fuera jugador de balonmano, por su físico) seguiría en el Málaga.

Y después de Hugo le toca a Iván Jaime...

Existe una coincidencia generalizada entre los técnicos del club sobre el futuro de un futbolista en particular, Iván Jaime. De hecho, Muñiz suele decir a sus más cercanos que lo tiene todo para ser un jugador importante en el futuro y, como sucedió en su día con Edu Ramos, ha apostado en firme por él pese a que todavía es juvenil. A favor el centrocampista de la barriada de La Luz tiene muchas virtudes, pero se destaca una en particular: siempre juega la pelota hacia adelante. Eso sí, le queda coger más cuerpo, ser más competitivo, ir más al choque. El centrocampista pudo vivirlo in situ en Majadahonda (donde finalmente fue el descartado de la preconvocatoria), en un partido exigente en el que hubo que pelear mucho y en el que debió de sacar muchas conclusiones. Recordemos que el medio volante ya debutó en la Copa frente al Almería y parece que el entrenador asturiano sigue los pasos de Julio César Dely Valdés, que se llevó a Iván Jaime y a Hugo hace casi dos años a la Copa de Campeones en tierras gallegas cuando ambos eran todavía juveniles de primer año.

De preparador físico a director deportivo

Las vueltas que da la vida. En 2003, cuando el Málaga fichó a Juande Ramos, se dio por hecho que en el cuerpo técnico, junto a él y a Muñiz, vendría el preparador físico que acompañaba al manchego, Carmelo del Pozo. Sin embargo, este tuvo muchas dudas sobre el proyecto del club de La Rosaleda y prefirió emprender otros proyectos. Con el paso de los años pasó a estar más en los despachos, a controlar más el mercado, y después de varias experiencias en segundo plano (como en el Levante)se convirtió el verano pasado en el director deportivo del que será el domingo rival malaguista. «El Málaga es un equipo similar al nuestro, el que maneje la presión y tenga menos ansiedad ascenderá...», ha pronosticado sobre la Segunda División. El mensaje es tan calcado al empleado por Muñiz que muestra a las claras que el Deportivo también está pagando la obligación por subir.

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