Malaga CF

El gol como guinda al proyecto

Rescaldani golpea el balón en el entrenamiento del sábado en presencia de Rosales
Rescaldani golpea el balón en el entrenamiento del sábado en presencia de Rosales / Carlos Moret
  • La mejoría del juego del Málaga pasaba por potenciar varios aspectos, pero falta el más prioritario

El diagnóstico al final de la temporada pasada estaba claro. Más o menos desde Bernd Schuster al último de los aficionados sabían dónde cojeaba el Málaga. Era tan evidente que el club ha buscado a jugadores con un perfil muy definido para reforzar la plantilla: dos laterales (uno para cada flanco), un segundo punta y un extremo. Pero la mejoría del juego pasaba por potenciar varios aspectos y a estas alturas falta el más prioritario, el gol, como guinda al proyecto. Sin olvidar, claro, el necesario refuerzo en la portería para paliar lo máximo posible la marcha de Caballero, así como la eterna espera por Amrabat.

Competencia en los laterales

El Málaga estaba obligado a fortalecerse en los laterales. Era una de las conclusiones a las que habían llegado Schuster y Husillos. En la derecha Jesús Gámez, importante cuando está a su nivel, cae en fases de relajación mientras que en la izquierda Antunes se dejó llevar en la segunda vuelta al comprobar que no tenía rival. Elevar la competencia era fundamental. Aunque proceda del fútbol holandés (donde la prioridad es mirar al frente y no se exigen laterales específicamente dotados defensivamente), Rosales es el lateral derecho de más nivel firmado para pelear con el fuengiroleño. Solo el paleño Manolo estuvo a cierto nivel en su momento. Al final se ha pagado que las dos últimas incorporaciones para esa posición (Sergio Sánchez y Angeleri) se sienten más a gusto en el centro de la zaga. En la izquierda ni Casado (del que ya se sabía que iba a aportar poco por su grave lesión de rodilla) ni Eliseu (que no convencía mucho al técnico y tampoco estaba para grandes retos) inquietaron a Antunes, que al final fue una sombra en el campo. Boka viene a fortalecer esa demarcación.

Verticalidad

El Málaga tuvo la pasada temporada un grave problema: la falta de verticalidad. De ahí que Schuster insistiera tanto en contar con un extremo para la segunda vuelta y recomendara a Amrabat. Al final el internacional marroquí se reveló como la clave para desatascar varios encuentros y salir del atolladero. Ahora el club se ha volcado en la incorporación de un jugador de esas características y con llegada, el portugués Horta, aunque solo dispone de un porcentaje mínimo de su propiedad. La esperanza se centra también en que Eliseu vuelva a su mejor versión a raíz del contrato tan condicionado que ha firmado para renovar por una temporada. El resto de los jugadores habituados a actuar en la banda destacan más por ser de toque, aunque Samu sí puede ofrecer más nivel en el uno contra uno debido a la competencia de Horta. No cabe duda de que la continuidad de Amrabat un año más le daría al equipo la dimensión de equipo más peligroso, pero el nuevo entrenador del Galatasaray debe pronunciarse.

Último pase

Un ‘enganche’, un ‘pasador’, un segundo punta. Era otra de las prioridades para la dirección deportiva. Lo que sí llama la atención es que, igual que Horta pertenece al Málaga en un porcentaje mínimo, el club se ha decantado por un futbolista joven y que además llega cedido sin opción de compra para competir con Duda, Luis Alberto, procedente del Liverpool. A la postre, las incorporaciones de Horta y Luis Alberto suponen un grave perjuicio precisamente para los filiales Samu Castillejo y Juanpi, que ven así frenadas en seco sus opciones de progresar. El equipo debe mejorar considerablemente en último pase y también en que el segundo punta tenga más llegada y pise el área, y no que sea un hombre solo de distribución y control del juego (como le sucede ya a Duda).

Este periódico ya indicó que el Málaga consideraba imprescindible elevar el nivel goleador del equipo en una cifra importante (de doce a quince tantos) con los tres refuerzos ofensivos. Pero de momento la pieza más importante del proyecto todavía no ha llegado, el delantero centro. También es cierto que se sabía que iba a ser la pieza más difícil de encontrar y, sobre todo, de encajar por razones económicas. Yahí el Málaga no puede fallar porque ya cuenta con la experiencia del fiasco con El Hamdaoui la campaña anterior.

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