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«El jugador que no quiera estar en el Málaga es mejor que salga ahora»

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javi Gracia brindó con los lectores de SUR por un año que espera que devuelva la alegría a los aficionados. / Salvador Salas

  • Javi Gracia, entrenador del Málaga, destaca cuáles serán los mejores fichajes en el mercado invernal: «Tengo claro que los jugadores más importantes para el futuro son los que tenemos, y ellos son los que van a sacar el equipo adelante»

Cuando la primera fase de la Liga se aproxima y el Málaga comienza a remontar posiciones tras dos triunfos cruciales y hasta brillantes, Javi Gracia se sincera en una entrevista a este periódico. El entrenador analiza la situación del equipo, los problemas sufridos, las críticas recibidas o los cambios que se han producido en el club. Lanza un claro mensaje a los jugadores que no se sienten cómodos en el equipo, a los que invita a que se marchen, mientras que elogia a Camacho o a Amrabat. Está convencido de que el futuro será mejor y espera que llegue algún refuerzo, pese a que confiesa de que no le gusta el mercado invernal.

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Empezamos por el final. La situación del equipo ha dado un vuelco en la Liga en los últimos encuentros, sobre todo con dos triunfos cruciales en Vallecas y frente al Atlético en casa. ¿El Málaga ya está en el camino buscado?

-Estamos mejorando día a día y los últimos resultados nos ayudan no solo clasificatoriamente, sino también desde el punto de vista anímico y moral. Creo que es un paso importante para ir ajustando cosas poco a poco.

-Ya comentó en pretemporada que el equipo iría de menos a más.

-Era lógico por los cambios que hubo. Solo el periodo de conocerse y pasar por situaciones juntos necesitaría un tiempo, por eso empezamos la pretemporada pronto, para asimilar este proceso. Pero luego la competición ha sido muy dura en su comienzo, aunque poco a poco vamos acercándonos a un mejor nivel.

-La vuelta de Camacho tras su lesión, a falta de fichajes, es la mejor noticia para el Málaga hasta ahora. ¿No?

-No tengo ninguna duda de que el mejor refuerzo de estas fechas es la vuelta de Camacho. Lo tengo clarísimo. Es un jugador importantísimo por lo que aporta y por lo que hace él y hacen los demás con él. Creo que no descubro nada al decir que su ausencia era un hándicap importante para el equipo. Y ya desde el primer día ha dado muestras de lo que puede aportar. Creo que hizo un partidazo el otro día (ante el Atlético).

-Después de varios días para reflexionar, ¿cómo valora la eliminación en la Copa frente al Mirandés? ¿Alguien pudo pensar de una forma consciente o inconsciente que era mejor centrase en la Liga?

-Yo nunca afronto una competición pensando que es mejor perderla. Cuando afrontamos la Copa lo hicimos con la ilusión de llegar lo más lejos posible. Pero entiendo que en este caso debo darles minutos a todos, porque se lo merecen por su trabajo. Esta competición no puede tener tampoco el pase como único objetivo, sino que hay que dedicarla a ofrecer oportunidades a los que menos juegan. Y también sirve para ver a otros jugadores. Es verdad que caer ante un rival de Segunda es muy duro, y lo tenemos que aceptar así. Lo hemos digerido y nos quedamos con ese sabor amargo del mal trago y nos centramos ya en la Liga, donde ya no nos va a distraer nada, y eso nos va a ayudar a hacer un mejor campeonato.

-Las relaciones entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico no han sido hasta ahora las más deseadas. Hubo poco entendimiento y los roces se sucedían. ¿Cree que estas diferencias han perjudicado mucho al equipo?

-Por ser claros y no quedarnos en ambigüedades, la relación personal de Mario (Husillos) con el entrenador, porque yo no generalizaría al cuerpo técnico, como él mismo manifestó antes de marcharse a Argentina, es buena. Tengo un gran concepto de Mario como persona. Es inteligente, simpático y agradable. Todo lo que puedo decir de Mario en este aspecto es muy bueno. No tengo ningún problema en ir a tomar café o a comer con él. No hay ningún problema. Las diferencias, sin embargo, pueden estar en cuanto a la opinión o criterio en algunas cosas o jugadores, o en las necesidades del equipo. Pero creo que es propio del trabajo. Es cierto también que en el funcionamiento del equipo cada uno actuaba en función de su responsabilidad, es decir, el director deportivo hacía la plantilla que él creía y el entrenador cumplía con su obligación de entrenar y sacar rendimiento a lo que tenía. Esa es la realidad. Cada uno quiere hacer bien su trabajo en relación a su responsabilidad. Esa es la realidad. No sé si eso ha afectado más o menos al equipo. Pero la relación personal es buena o muy buena, al menos por mi parte, y en el plano profesional cada uno ha hecho lo que su obligación o responsabilidad les decía.

-El club planificó a veces sin contar de una forma clara con el entrenador y usted mismo dijo públicamente que la dirección deportiva hacía los fichajes, pero era usted quien luego tenía que ponerlos en el campo. Aunque todavía sea pronto, ¿esta situación ha cambiado con la llegada a la dirección deportiva de Francesc Arnau y su equipo? ¿Existe ahora una mayor coincidencia en los criterios?

-Arnau llega con una gran ilusión, con el objetivo de hacer las cosas bien, trabajando mucho y con una gran comunicación conmigo. Estamos en contacto y tratando de saber y valorar las necesidades del equipo y también las posibilidades que tiene el club. Yo le transmito mis ideas, pero no pretendo, y nunca lo he hecho, imponer jugadores o traer a un determinado futbolista. No es mi intención, porque creo que esta es una labor de otras personas que están trabajando el mercado y conocen mejor que yo la situación de los futbolistas. Pero a mí lo que me gusta es que se escuchen las necesidades del entrenador y que, si es posible, se atiendan dentro de las posibilidades deportivas y económicas del club. Aunque no siempre hay que atender las peticiones del entrenador, porque también se puede tener una idea a más largo plazo, y yo lo entiendo perfectamente. Pero si se incorporan uno o dos jugadores, que se ajusten al máximo a las necesidades que tiene el equipo.

El técnico, durante la sesión de fotos de la entrevista.

El técnico, durante la sesión de fotos de la entrevista. / Salvador Salas

-En el capítulo institucional también ha habido grandes cambios con la salida de Vicente Casado y Manuel Novo, lo que coloca ahora al jeque en la primera línea en la toma de decisiones. Aunque no afecte de una forma directa a la plantilla, ¿que valoración hace del nuevo escenario en el que se mueve el club?

-Soy el entrenador del Málaga y tengo que intentar que los resultados vayan bien y que la responsabilidad que recaiga en mí será sobre eso. Luego hay una serie de decisiones que se te escapan, porque están a otro nivel. Desde mi posición creo que lo mejor que puedo hacer es, antes y después de las salidas, hacer mi trabajo lo mejor posible para darle al club la mayor estabilidad posible. Por otra parte, hay otra gente tomando decisiones, pero yo me debo centrar en mi trabajo para que afecte lo menos posible al equipo.

-Las críticas directas al entrenador no solo le llegaron en su momento cuando el equipo jugó mal, sino que tampoco se entendía a veces su insistencia en determinados jugadores que no estaban en su mejor momento o la ausencia de otros que apenas tenían opciones. ¿Cómo explica esto a quienes tenían estas dudas?

-Lo primero, las críticas las acepto de buen grado, y no lo digo con la boca pequeña. Convivo con ellas con la mayor naturalidad posible, porque creo que es parte de mi trabajo. Mis decisiones las tomo en base a unas valoraciones más cercanas, con más conocimiento que el que se puede tener desde el exterior. Aunque sé que me puedo equivocar y que me equivoco, por supuesto, siempre trato de hacerlo lo menos posible. Esto lo asocio a cuando el equipo no consigue buenos resultados, y en ese momento se echa de menos al que no juega. Somos una plantilla en la que se han utilizado muchos jugadores. Hemos visto a muchos. Pero en ese periodo en el que no se ganaba echábamos de menos al que no estaba, aunque algo querrá decir eso. Trato de buscar la manera de que el equipo juegue mejor. En esa búsqueda quizás no se hayan entendido bien ciertas decisiones, pero creo que algunos futbolistas también merecían la oportunidad de que se los viera. Ese proceso ha pasado y es posible que no se entendieran muchas cosas.

-Entrando todavía más en sus decisiones y las críticas que recibió: ¿Dónde debería jugar Amrabat, en la banda, como delantero o en cualquier posición?

-Ya hubo también mucha polémica la temporada pasada cuando lo cambié contra el Granada. Hubo un gran revuelo (en aquel caso ganó al final el Málaga el partido). Son decisiones que tienes que tomar. Pero lo más importante es la predisposición del jugador y el compromiso que mantiene de delantero, en una banda o en la otra banda, y las actuaciones que ha tenido en concreto en los últimos partidos como en Vallecas, echándose el equipo encima por momentos, o ante el Atlético, pese a que no fuera su mejor partido, dando una nuestra máxima de esfuerzo, compromiso y actitud. Eso es lo importante. Luego ya veremos si lo mejor es jugar de delantero en Madrid, con gente rápida, para aprovechar los espacios o quizás en banda para hacer daño a algún lateral. Pero esas valoraciones las tengo que hacer yo.

-Los elogios sí le llegan por la apuesta por canteranos. Ya lo hizo la pasada campaña al descubrir nuevos valores y apostar por otros que ya estaban, mientras que en esta ocasión ha ocurrido algo similar. Este capítulo sí es un motivo de orgullo para todos.

-Siempre he dicho que la llegada de jugadores al primer equipo no es mérito del entrenador que ocupe el cargo en cada momento, sino que es de mucha gente que trabaja para que ese joven tenga esa oportunidad. Como técnicos de base, gente de formación, captadores... Eso permite que esté el jugador disponible, aunque luego sea el entrenador el que se la juegue por estas apuestas. Pero lo hago con todas las consecuencias, porque creo en la gente joven, confío en ellos. Luego cada jugador llega a un proceso y tendrá más o menos minutos. Pero tanto la pasada temporada como esta estoy muy contento de la aportación de los chicos de la cantera. Creo que son el presente y el futuro, y dan motivos con su trabajo para confiar en ellos.

-Llega el mercado invernal con algunas necesidades y sin apenas posibilidades económicas. Usted busca futbolistas rápidos. Pero este mercado suele ser muy complicado.

-Diría lo mismo que con Camacho. Tengo claro que los más importantes son los jugadores que tenemos, sonlos más indicados para la segunda vuelta del campeonato y para el futuro.

-Ellos serán los que tienen que sacar adelante el equipo.

-No, ellos son los que lo van a sacar. Y luego está claro que el mercado invernal a mí no me gusta. Es muy difícil para los poderosos, por lo que hay que imaginarse cómo es para los modestos. Son futbolistas que cuentan con pocos minutos o que vienen de lesiones, con falta de rodaje. Tienen una parte de riesgo más alta que lo que se pueda hacer en el verano. Por eso yo insisto tanto en la confección de la plantilla al comienzo de la temporada. Es vital para el buen funcionamiento del equipo durante el año y también para mí. Lo que se pueda hacer ahora, se hará. Seguramente habrá algunas salidas y también entradas. Pero en estos momentos no sabría con exactitud cuántas de cada uno. Pero lo más importantes es que el grupo vaya ofreciendo una mejor versión y que pueda mejorar.

-Habrá jugadores que quieran salir porque cuentan poco o que quieran mejorar. ¿Esto no es extraño no?

-Solo digo una cosa: el jugador que no quiera estar en el Málaga, no debe estar en el Málaga. El que no tenga su cabeza en que debe esforzarse al máximo para que el equipo haga una buena temporada o esté en una situación personal complicada, aunque sea comprensible, es mejor que salga ahora. Lo digo con esa claridad.

-Después de la euforia ante el Atlético llega el Levante. ¿Será más fácil o más difícil?

-Es el próximo y es el más difícil. A mí ya se me ha olvidado el partido contra el Atlético. Ya lo vi y sé lo que ocurrió. Ahora no quiero estar con esa resaca de un buen resultado ante un equipo grande, porque eso tiene una parte positiva en lo anímico, porque la racha que llevamos de ocho puntos de doce posibles nos fortaleza. Pero que sepamos que cada partido es una final, y si jugamos con esa idea tenemos opciones de ganar, de lo contrario será muy complicado. El encuentro con el Levante es clave, pero no porque sea el último, sino porque es el próximo y tenemos que jugar con la misma intensidad que lo hicimos en el anterior partido.

-Ahora que ya se ha completado una parte importante de la Liga, ¿qué le diría a una afición que no ha parado de apoyar, pero que se siente desencantada con la trayectoria del equipo?

-Desde mi posición estoy agradecido a su fidelidad y el apoyo en momentos difíciles, lo que le da más valor a todo lo que hace. Demostrando así un mayor cariño al equipo. Y por otro lado, que todo ese desencanto por nuestra parte tenemos una manera de arreglarlo, hay una solución, que es hacer buenos partidos y conseguir buenos resultados. De esa forma podrán disfrutar con su equipo. Es verdad que ha pasado una parte importante de la temporada, pero queda mucho tiempo para disfrutar. Queda tiempo. Seguro que va a ser así.

-Cerramos un año complicado, pero ¿qué le pide al nuevo que llegará en pocos días?

-Que no nos dejemos arrastrar por las cosas negativas y que seamos lo más optimistas posible. Problemas hay en todos los equipos y muchas veces la gran diferencia es cómo se afrontan y cómo se superan, creo que estamos en eso y hay que marcar un camino en los malos momentos y salir de ellos. El nuevo año creo que va a ser de mejora y disfrute. También me gustaría que tuviéramos pocos contratiempos en cuanto a lesiones y que solucionemos las necesidades en este mercado para hacer, si cabe, un equipo más competitivo. Y que al final del año miremos para atrás y veamos la mejora. Ahí valoraremos más lo conseguido.

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